La fiesta de Valentina había dado inicio, había llegado el momento en el que ella sería parte de las animadoras, según ella, dar una fiesta sería el último paso para que las chicas la aceptaran al fin, sin saber que definitivamente estaba equivocada. Tan sólo comenzaban a hacerse presente todos los adolescentes del instituto.
Sin embargo, a Valentina se le veía muy feliz, nadie le arruinaría su noche, observó a todos lados sintiéndose orgullosa de su misma creación, el lugar cada vez se llenaba más y había comenzado a ver más personas de lo que había planeado, quizá no debió haber invitado a todos.
Pero su única razón no sólo era ser animadora, sino también conquistar a cierto chico. Sabía perfectamente lo egoísta que Ramiro era, y no se fijaría en ella así por así, y digamos que se había ilusionado más al darse cuenta que había terminado con Yam. Estaba segura de que el chico de rulos caería a sus pies, ella tenía claro que era mejor que la ex novia, ella era rubia, guapa y especialmente sexy, cosa que Yam no tenía ni en lo más mínimo.
—Valu —sonrió al percatarse del chico frente a ella—. Estás hermosa.
—Muchas gracias —cruzó de brazos—. Pero también me ofendes, yo siempre estoy hermosa.
—De eso no tengo duda.
—Te ves guapísimo, Matteo. Estoy segura que cualquier chica quisiera bailar contigo —comentó coqueta.
Matteo no tardó mucho en darse cuenta que la chica había tomado algunas copas, y no sólo por el hecho de que estuviese coqueteando con él, sino porque le sentía un pequeño toque de alcohol, pero él no podía irse a bailar con otra, mucho menos cuando su cita de esta noche sería Luna, jamás cambiaría a la castaña, no después de que le ha estado costando tanto conquistarla.
—Valu... No creo que...
—Me encanta cuando me llamas así —mordió su labio coqueta—. Se escucha jodidamente atractivo viniendo de tus labios.
—Valentina, no...
—Shsh, calla. ¿Vamos a bail...
—Siento mucho interrumpir su animada plática —intervino Luna con una sonrisa falsa—. Pero estaba buscando a Matteo.
—L-Luna... Yo...
Matteo calló al darse cuenta de la pizca de enojo en los ojos de Luna, maldijo en voz baja rogando por no haber arruinado la cita, conocía muy bien a la castaña y lo fácilmente que se molestaba, trató de poner fin a la guerra de miradas que se había formado entre Valentina y Luna, sin duda era el momento más incómodo que había tenido que pasar.
—Bueno, pero si aún no han acabado con su... Charla constructiva, mejor me voy —respondió Luna.
—No es necesario que...
—¡Claro! Nos harías un gran favor yéndote, Matteo y yo tenemos cosas muy interesantes que hacer —dijo Valentina descaradamente.
—¿Qué estás insinuando? —exclamó Luna molesta.
—Chicas —intervino Matteo—. Ya basta, Luna vámonos.
Luna le sonrió burlona a Valentina antes de alejarse de ella junto a Matteo entrelazando sus manos, no se había dado cuenta de que los celos habían actuado por ella, así que sin pensarlo dos veces, prácticamente se abalanzó a él para abrazarlo tiernamente escondiendo su rostro en el cuello perfumado del chico.
Luna no tardó en reaccionar intentando separarse después de lo que había hecho, pero simplemente no lo logró, el chico la apretó fuertemente de la cintura al darse cuenta de lo que iba a hacer la castaña, Luna sentía raro pero agradable a la vez, mientras Matteo no entendía la repentina acción de Luna pero le gustaba y mucho.
ESTÁS LEYENDO
¡Hey tú, perdedor!
Fiksi Penggemar-¡Hey tú, perdedor! -exclamó Luna alzando su mano y captando la atención del castaño -¿Vos... Vos, me estás hablando a mí? -preguntó Matteo incrédulo -No veo a otro perdedor además de ti -respondió Luna sonriendo arrogante -Estoy cansado de qué me l...