Simón POV
Abrí los ojos lentamente al sentir la claridad en mi rostro, sentí un leve dolor en todo mi cuerpo, hice una mueca cuando intenté moverme, observé a mi lado y sentí que mi corazón se detuvo, Ámbar estaba profundamente dormida y aferrada a mi cuerpo, la tenía tan cerca, se veía demasiado hermosa, su delicada piel, sus labios hidratados, y como sus párpados caían perfectamente bajo sus ojos, sonreí analizando cada facción de su rostro e intentando no olvidarlo jamás.
Pero mi serenidad no duró tanto, ya que el recuerdo de ayer inundó mis pensamientos, y me preocupé al instante, no sabía que podía pasarle, pero ayer estaba realmente mal, demasiado mal, primero llegó a mí casa quien sabe como, por una parte me gustó mucho que me buscara a mí, pues eso me daba a saber que confiaba abiertamente en mí, pero seguía sin saber qué le había pasado, inclusivamente se había puesto a gritar desesperada, me dolió mucho verla así, dolida, lastimada, por eso hice lo posible por hacerla calmar.
Aunque mis intentos no funcionaron al instante me calmaba saber que había logrado dormirse, imaginé que tendría una noche trágica, con pesadillas de malos sueños, pero la pasó tranquilamente, descansó muy bien, fruncí el ceño mientras acariciaba su espalda suavemente, me detuve cuando ella se meneó, se separó de mí quedando boca arriba y extrañamente sentí mal su lejanía, se talló los ojos y los abrió, y no fue precisamente como yo me imaginaba, sus hermosos ojos estaban igual, tristes y vacíos.
Observó toda la habitación y fruncio el ceño, luego su mirada se detuvo en mí, me miró durante unos largos segundos y sinceramente no logré apartar la mirada, hasta que ella lo hizo poniéndose de pie, hizo una mueca de incomodidad ante la ropa, se acomodó el cabello, me volvió a mirar y suspiró pesadamente.
—Sé que anoche actué como una psicópata, lo siento.
Negué rápidamente.
—No te preocupes, sé que estás mal.
Ella también negó.
—No, fue un error haber venido.
Pero por supuesto que no lo era, volví a negar con la cabeza un poco más lento y me acerqué a ella, cuando estuve lo suficientemente cerca intenté tomarla de los brazos, pero tal como sucedió ayer, se sobresaltó ante mi tacto y bajó la mirada, como si yo le fuera a hacer daño, sentí una opresión en el pecho.
—No fue un error, hiciste muy bien, sabes que yo siempre estaré ahí para ti— susurré
—Yo... Estoy mal, estoy empeorando, a este paso me volveré loca.
—Claro que no, eres fuerte.
—Pero no lo seré para siempre, algunas veces me caeré, y pueda que nunca más pueda volver a levantarme.
Avancé unos pasos hacia ella.
—No, porque siempre tendrás a alguien que estará contigo en tus malos momentos, nunca vamos a dejarte sola.
Ámbar rió secamente.
—¿Y quiénes? Mi mamá me trata como la peor bastarda del mundo, siempre lo hace, y ahora que las cosas llegaron hasta la cima de mal, ella quiere llevarme lejos, quiere alejarme de vos, Simón.
—¿Porqué?
—El día de hoy llegaron a visitarnos la familia Benson, todos ya sabían la verdad, incluso Luna, juro que me dolió verla tan mal, a pesar de no ser la única.
Fruncí el ceño.
—¿Todos lo saben?
—Todos. Por eso mamá quiere irse, porque saben que la mayoría sabe lo del incendio, y teme que puedan abrir el caso nuevamente y llevarla a prisión, por eso debemos irnos inmediatamente, y decidí huir.
ESTÁS LEYENDO
¡Hey tú, perdedor!
Fiksi Penggemar-¡Hey tú, perdedor! -exclamó Luna alzando su mano y captando la atención del castaño -¿Vos... Vos, me estás hablando a mí? -preguntó Matteo incrédulo -No veo a otro perdedor además de ti -respondió Luna sonriendo arrogante -Estoy cansado de qué me l...