¡Hey tú, perdedor!

26| Planes

Ámbar POV

Caminé entre el montón de alumnos cruzando por el pasillo en busca de mi objetivo, habían demasiadas personas por lo que difícilmente podía caminar sin tropezar, miré la puerta cerrada de mi salón pero decidí seguir buscando aunque faltaran minutos para entrar a clases.

Habían pasado días, semanas desde que Emilia nos dejó sin decirnos una palabra, lo único que mencionó fue que se había cansado de estar con Benicio y conmigo y que deseaba explorar más que nosotros, y me negaba rotundamente a dejarla ir así por así sin ninguna explicación coherente, después de todo lo que hicimos por ella era injusto.

Recorrí el final del pasillo con la mirada encontrándola sentada metiendo algunos libros en su mochila, por suerte estaba sola y no con la estúpida de Valentina cuidándole la espalda siempre, me acerqué a ella cruzando de brazos, subió la mirada con una mueca de disgusto.

—¿Qué quieres? —preguntó borde.

—Me preguntaba... ¿A dónde piensas llegar con todo esto? Valentina no es un buen ejemplo que digamos.

—¿Y tú si?

—No, pero al menos soy mucho mejor que ella, sólo venía a advertirte que tengas cuidado con Valentina. Todos sabemos las cosas que ha hecho ella y aunque eres... Aunque algún día fuiste mi amiga quiero que te cuides.

—Escúchame bien, Ámbar. No quiero que vuelvas a hablar de Valentina como si ella fuese una maldita perra que hizo algo malo, déjame en paz de una buena vez que si yo decidí alejarme de ustedes fue por una buena razón —exclamó.

—Es por Benicio, ¿no es así?

—¿Benicio qué, Ámbar? No quieras arreglar tus errores echándole la culpa a él.

—¿Así que todo esto es por mi culpa? Respóndeme, Emilia, yo jamás te hice algo para que me tengas tanto desprecio, y a mí me importa poco lo que tú pienses —Emilia rodó los ojos.

—Todos ustedes pagarán tarde o temprano —murmuró caminando lejos de mí —. Grave error, Ámbar, grave error.

Desconcertada caminé hacia el salón de clases, Emilia pronunció esas palabras como si tuvieran un plan de venganza, y eso no podía permitirlo, si ella y Valentina estuvieran planeando algo en contra de todos nosotros, sería yo quien lo descubriría, no iba a dejar que nos dañaran por un estúpido capricho.

Antes yo hubiera hecho lo mismo, pero había aprendido que vengarse era algo muy tonto, de todas formas las cosas pasaron por algo ¿no? Y si el destino decidió dañar a Valentina y Emilia fue por alguna razón.

Entré al salón de clases donde la maestra se encontraba revisando unos papeles en su escritorio, observé a Luna darme una sonrisa de boca cerrada lo que me hizo fruncir el ceño confundida. Localicé a Simón hacerme señas con la mano para acercarme a él, con el ceño fruncido me senté junto a Simón quien me miró con una gran sonrisa en el rostro.

—Te estábamos esperando —informó.

—¿A mí?

—Sí, la maestra dijo que tiene que darnos una noticia —frunció el ceño—. ¿Estás bien?

—Luna me sonrió, y creo que Emilia tiene un plan para vengarse de nosotros.

—Luna está intentando ser una mejor persona, le está costando un poco pero yo la estoy ayudando —sonrió orgulloso.

—Eso es muy lindo de tu parte.

—Gracias. Oye, ¿qué dices de Emilia?

—Creo que intentará hacer un plan en contra de nosotros —murmuré.