23| Quedó en el pasado

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Delfi POV

Sábado.

Seguramente la gran noche a la que todos iban de fiesta, donde las personas, precisamente los adolescentes, se embriagaban hasta perder la conciencia para prepararse el día domingo a tratar de calmar la resaca y quedar completamente sobrios para el día lunes de instituto.

En cambio yo, solitaria en el living de mi casa usando mi celular intentando encontrar algo interesante que captara mi atención, no tenía planes para esta noche y mis amigas posiblemente estaban de fiesta, Liam tenía una visita que presentarnos por esa razón se había vestido un poco formal, en sus ojos se veía una gran emoción y eso solamente podía ser una causante; una chica.

El ligero brillo en sus ojos me hizo acordarme de mi novio.

Todavía no me acostumbraba a esa palabra, era demasiado bueno y real, amaba a Gastón completamente y estar a su lado era una inmensa felicidad, no entendía por qué no me había fijado en él antes, es decir, lo que nunca le dije fue que yo tenía una mala impresión de Gastón.

Creía que era una mala persona, egocéntrico, arrogante y un rompecorazones, lo que menos quería en ese entonces era tener problemas románticos por lo que jamás hablé con él, creía que era igual a todos, sin contar su popularidad.

A veces me ponía a pensar en que él estuvo enamorado de mí desde antes, sin conocerme, sin hablarme, sin tener absolutamente ningún contacto conmigo, ¿era posible eso? ¿Enamorarse de alguien con tan sólo verlo? ¿Sin siquiera dirigirle la palabra?

Al parecer sí, porque ahora estábamos juntos como el típico cliché amoroso, aunque debo admitir que me parecía muy tierno eso, mi novio era demasiado tierno conmigo y para mí era perfecto. Suspiré como una tonta enamorada bloqueando mi celular cuando Liam llegó hasta mi con una sonrisa radiante.

—Esa sonrisa no me trae nada bueno —pausé divertida—. Déjame adivinar... ¿Una chica?

—Podría ser verdad.

—Oh vamos, Liam. Deja de darle vueltas al asunto, soy tu hermana, dímelo.

—Te dije que sería una sorpresa.

—¿Dónde están mis padres?

—Arriba, mamá está cien por ciento segura de que se trata de una chica, por eso se está arreglando mucho —rió levemente.

—Debe estar muy emocionada, no todos los días planeas una cena familiar importante para darnos un anuncio.

—¿Insinúas algo? —arqueó una ceja con diversión.

—No lo sé. Me parece extraño que hayas dejado tu etapa de mujeriego de un día para otro —sonreí inocente—. La razón debe ser muy importante.

El timbre sonó haciendo que Liam corra rápidamente hasta la entrada con aires emocionados, guardé mi celular en mi bolsillo al mismo tiempo en que mis padres bajaban por las escaleras con un aspecto sofisticado y elegante. Nada comparado a mí atuendo casual y juvenil.

Y tal como lo imaginé.

Una chica se hizo presente en el living, estaba vestida formal con un hermoso vestido que daba perfecto con su cuerpo, tenía el cabello castaño, casi rubio, su piel exactamente blanca y unos relucientes ojos celestes, a decir verdad era preciosa, pero había algo en ella que me inquietaba y eso que todavía no empezaba a hablar.

—¡Querida! —exclamó mamá—. Un gusto conocerte finalmente, ¿cuál es tu nombre?

—Soy Maryse. Es un placer conocerla, señora —contestó cordialmente.

¡Hey tú, perdedor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora