Nina caminaba junto a su amiga; Yam, ambas se dirigían al salón de sus respectivas clases, las dos chicas habían formado un silencio reconfortante y para nada incómodo. Nina sostenía unos cuantos libros que leería en su casa, donde no hubiese ningún ruido.
Yam, había tenido una discusión con su novio Ramiro, la noche anterior. Digamos que no se encontraba de buen humor, había olvidado por un momento su molestia al platicar con su amiga, pero aquel pequeño malestar aún seguía presente, la rubia no solía ser orgullosa pero al parecer esta vez la estaba dominando, ya que desde que llegó no le dirgió siquiera la mirada a Ramiro.
Nina se detuvo un momento para guardar los libros en su casillero, haciendo que Yam también se detenga, al darse la vuelta Nina observó a Gastón quién estaba metido en sus pensamientos sin prestarle atención a sus amigos, mientras ellos caminaban hacia el salón. Ella suspiró un poco preocupada por la actitud del chico.
—¿Por qué no hablas con él? —preguntó Yam de repente.
Nina la miró confundida.
—¿Con quién?
—Gastón, él te ha gustado desde hace tiempo, pero nunca le has hablado —Yam sonrió—. Deberías animarte y hacerlo, no puede ser tan complicado.
La pelinegra acomodó sus lentes para negar con la cabeza repetidas veces.
—Claro que no, ¿estás loca? Me vería extraño y se alejaría de mí —negó haciendo que Yam ruede los ojos.
—Obvio no, ni siquiera le has hablado para preguntarle algo, sólo hazlo, todo saldrá bien.
Nina bajó la mirada pensativa, antes se había animado a hacerlo, pero simplemente no podía, las palabras no salían de su boca, se sentía estúpida al no poder hablar con su crush. Se le hacía tan difícil siquiera poder mirarlo a los ojos,por lo que había decidido mantener sus sentimientos en secreto, la única persona que lo sabía era Yam.
—No, no, no, no. Claro que no, jamás —negó empezando a caminar.
—¿Pero por qué no? —cuestionó—. Así nunca estarás con él.
—No puedo ¿entiendes0? No me salen las palabras, y para hacer el ridículo mejor no digo nada.
Yam no dijo nada más, se quedó a pensar en lo mucho que le gustaría que su amiga fuese feliz estando con el chico que quiere. Pero sabía que Nina jamás se animaría a hablarle, en eso ambas eran tan distintas, las personas se preguntaban porqué eran amigas siendo tan diferentes.
Yam era más divertida, no tenía nada de vergüenza y hacía las cosas por impulso, en cambio Nina era algo reservada, de pocas palabras, siempre metida en el mundo de los libros, una completa nerd como la llamarían los populares.
Ambas entraron al salón, vieron que el profesor aún no había llegado, Luna estaba junto a Simón, todos los populares en un mismo grupo, riendo y burlándose de la gente. Nina no comentó nada, se sentó cerca del escritorio del maestro, donde era su puesto, mientras Yam se sentó detrás de ella rodando los ojos al ver al grupito.
De repente vio a Ramiro entrando junto a Gastón, sus miradas se encontraron pero la rubia no tardó en romper el contacto visual, el chico haciendo una mueca se sentó junto a Gastón uniéndose al grupo. Y de la nada, a Yam le surgió una idea que para ella sería impresionante y perfecto.
—¡Nina, vamos! —exclamó halando el brazo de su amiga.
Nina no dijo nada pero con la mirada desconcertada observó que su rubia amiga, la dirigía al grupo de populares, rápidamente paró en seco dispuesta a regresar a su lugar.
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¡Hey tú, perdedor!
Fanfic-¡Hey tú, perdedor! -exclamó Luna alzando su mano y captando la atención del castaño -¿Vos... Vos, me estás hablando a mí? -preguntó Matteo incrédulo -No veo a otro perdedor además de ti -respondió Luna sonriendo arrogante -Estoy cansado de qué me l...