Al salir de clases todos los alumnos se reunieron con su pareja de equipo para realizar el trabajo, que justamente habían dejado para el día de mañana. Las cuatro chicas caminaban juntas dirigiéndose al estacionamiento, la castaña no dejaba de sentirse molesta al tener que trabajar con Matteo, hubiese preferido estar con alguna de sus amigas en lugar del perdedor. Jimena iría con Jazmín y Delfina con Gastón.
—Es que todavía no puedo creerlo, el profesor cliché está buscando hacerme una escenita patética, pero no lo va a lograr —dijo Luna.
—Deja de quejarte, yo en tu lugar estaría saltando de emoción si fuese con Matteo —comentó Jazmín.
—¿O sea qué? ¿Quieres decir que no quieres trabajar conmigo? —Jim cruzó de brazos ofendida.
—Obvio que sí quiero, pero Matteo es guapo, ¿quién no querría estar con él? —preguntó la pelirroja Jazmín.
—Yo —intervino Luna—. ¡Maldición! ¿No pudo ser Simón? ¿Gastón? Incluso Nicolás, pero no, el estúpido profesor me puso con el perdedor.
—Se llama Matteo —murmuró Delfi entre dientes.
—¿Perdón? —preguntó Luna incrédula.
—¡Que su nombre es Matteo! —exclamó Delfi—. Sinceramente estoy cansada de que lo llames perdedor.
Delfi comenzó a caminar más rápido alejándose de sus amigas y tratando de ocultar su enojo, estaba molesta por tantas cosas, una de ellas era Luna, estaba cansada de ser una de sus títeres, cansada de que Luna se creyera la jefa y les dijera qué hacer, pero algún día se separaría de ese grupo.
Le gustaba ser popular pero no aguantaría más a Luna, le molestaba más saber que la castaña sería la que trabajaría con Matteo y no ella, estaba celosa y lo aceptaba, aunque por otro lado no le parecía malo tener que estar con Gastón.
—¿Y esta? —dijo Luna riendo ncrédula—. No sé que demonios le pasa, pero me va a oír.
—Mejor vámonos, se hace tarde y todavía debemos hacer el trabajo —agregó Jim.
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Ámbar se encontraba en casa de Ramiro levemente fastidiada, no quería estar más en ese lugar, luego de faltar a la mayoría de clases le informaron que debía trabajar con ese chico, siempre le había tocado con Benicio pero ahora él iría con Emilia. Resopló para rodar los ojos pensando en tantas cosas que debería estar haciendo en vez de estar ahí.
—... Vamos a dividir las partes, yo me encargaré de la parte más larga porque sé que no te gusta escribir. Ah... ¿Ámbar? —la miró metida en sus pensamientos.
—Estaría en una fiesta, en un bar, e incluso fumando un cigarrillo en lugar de estar haciendo tarea —murmuró Ámbar.
—Oh, vamos. Tienes que prestar atención sino reprobaremos la clase —gruñó Ramiro.
—¿Qué? ¿Desde cuándo a Ramiro le gusta hacer la tarea? Vaya, eso sí que es nuevo —rió burlona.
—Hacer mis deberes es mucho mejor que acostarme con cualquiera, ¿no crees rubia? —exclamó Ramiro molesto.
—¿Oye, qué mierda te pasa? ¿Tú que sabes de mí? ¡Eres un idiota! —gritó poniéndose de pie dispuesta a irse.
—¿Y eso qué? Simón tampoco es un caballero que digamos —Ámbar se detuvo en seco.
—No hables de Simón como si lo conocieras, tú tampoco sabes nada de él —exclamó haciéndolo reír.
—¡Lo conozco mejor que tú! Simón no es lo que parece, Ámbar.
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¡Hey tú, perdedor!
Fanfic-¡Hey tú, perdedor! -exclamó Luna alzando su mano y captando la atención del castaño -¿Vos... Vos, me estás hablando a mí? -preguntó Matteo incrédulo -No veo a otro perdedor además de ti -respondió Luna sonriendo arrogante -Estoy cansado de qué me l...