18| Juliana

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Luna POV

Desperté escuchando el melodioso canto de las aves felices andando en los árboles, el sonido del viento haciendo de su día una mañana fresca y soleada, sin contar las innumerables flores y hojas secas que caían de los árboles creando un hermoso paisaje, todo era perfecto, hermoso, un sueño y...

¿Qué demonios? ¿A quién quiero engañar? ¡Esto es horrible!

¡Desperté con los mil demonios del infierno!

Apreté los ojos sintiendo la cabeza estallar en llamas de fuego, al parecer tener una fiesta agradable la noche anterior traía consecuencias... ¡Y muy dolorosas! No era para nada agradable despertar un domingo por la mañana con un inmenso dolor de cabeza, unas ganas de vomitar, mareada y dolor de cuerpo.

Un domingo lluvioso y con muchos relámpagos que hacían que el cuerpo acostado junto a mí se apegara más con su brazo sobre mi cintura...

Un momento...

¿Un cuerpo? ¿Alguien? ¿Una persona! ¡Diablos! ¡Tenía a un violador acostado conmigo! ¡Y en mi habitación!

Tranquila, Luna. Respira hondo que ya sabes que lo primordial en estos casos es mantener absoluta calma, respiré profundamente antes de intentar levantarme pero el brazo -de quién sabe quién - cada vez se unía más a mí aferrándome a él... O a ella.

Comenzaba a alarmarme respirando con dificultad y empeoró más cuando la imagen de mi madre entrando a mi habitación y encontrándome en una posición comprometedora con alguien, me hizo enloquecer. Pero luego la triste realidad cayó sobre mi recordando que a Lily no le importaba ni en lo más mínimo, siquiera había venido a verme anoche, supuse que le daba igual verme viva o muerta.

Volví a removerme quitando el brazo de mi cintura que ya comenzaba a dejarme sin aire, no tenía ni la menor idea de qué locura había hecho anoche, el alcohol descontrolaba mis hormonas así que no era la primera vez que amanecía en la cama de un chico... Sin ropa, peormente si no sabía si era mujer u hombre.

Asustada miré sobre la sábana observando la ropa que me había puesto anoche para asistir a la fiesta, mi suspiro hizo despertar a la persona a mi lado moviéndose, me quedé paralizada sin saber qué hacer o darme la vuelta y quedar cara a cara con la persona que...

-Buenos días, Luna.

Oh Dios mío.

Esa voz.

Ronca.

Italiano.

Sexy.

Guapo.

Espera, ¿qué? ¡Concéntrate, Luna!

Me di la vuelta sin temor alguno quedando cara a cara frente a nada más y nada menos que Matteo Balsano, sinónimo de perdedor. El estaba bostezando mientras tallaba sus ojos, traía el pelo revuelto haciéndolo ver como un chico malo, su camiseta estaba pegada a su cuerpo haciendo remarcar su muy bien trabajado cuerpo, en pocas palabras se veía perfecto... En cambio yo, el vestido estaba arrugado y desordenado, mi cabello debía estar hecho un nido de pájaros y mi maquillaje...

-Pareces Harley Quinn después de haber salido de la alberca -rió.

Y claro, el comentario ofensivo de Matteo no podía faltar.

-¿Qué demonios haces en mi habitación? ¡Y encima desnudo! -exclamé levantándome, alarmada.

-¿Desnudo? Eres una exagerada, apenas estoy sin pantalón y ya te alarmas -volvió a reír viéndome pícaro.

¡Hey tú, perdedor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora