PUNTO DE VISTA DE
Esto no me podía estar pasando.
¡¿Porqué diablos tenía que estar en el mismo campamento que Aris?!
Definitivamente mataría a Ziel.
Abrí la puerta de mi habitación cuidadosamente, esperando encontrarme con quien compartiría mi habitación, y así fue.
Estaba sentada sobre una de las camas una chica alta y delgada, con un hermoso cabello castaño rizado y grandes ojos color café.
Me recibió con una sonrisa.-¡Hola!- saludó para luego darme un abrazo.-soy Amanda- dijo igual de calurosamente.
-Soy Zarah- respondí con mi más grande sonrisa, aliviada por qué mi compañera de habitación fuese tan simpática.
Me acerqué a la cama que me tocaba y deje mi maleta a un lado.
Amanda parecía un poco mayor que yo, y su maquillaje y tacones la hacían lucir como alguna modelo de revista. Me preguntaba si todas las chicas del lugar eran igual de perfectas. Miré mis zapatos deportivos rojos y la sudadera gris demasiado grande que llevaba. Un gran contraste.
-Muero de hambre- dije en un suspiro y Amanda asintió, así que decidimos bajar al tercer piso donde se encontraba el área del restaurante.
Porqué sí, el campamento tenía su propio restaurante.
Bajamos las maravillosas escaleras en silencio para descubrir el lugar. Era increíblemente grande, así que de seguro no me cruzaría mucho con el insoportable de Aris, o al menos eso esperaba.
Llegamos al comedor lleno de estudiantes, el lugar era sin duda demasiado grande, lleno de hermosas mesas de madera y sillas combinadas sacadas de algún catálogo de muebles de lujo.
La barra de comida era igual de impresionante: pastas, ensaladas, elegantes platos de pollo y salmón acompañados de quien sabe que... Todo parecía sacado de la cocina de un famoso chef francés, lo que Amanda me confirmó más tarde.
Mi compañera de cuarto se detuvo en la barra de ensaladas pero yo seguí mi camino hasta encontrarme con mi comida favorita : la pizza.
-¿Es tu primer año aquí verdad?- me preguntó al ver mi plato desaprobándolo totalmente.
Yo solo asentí algo incómoda.
-La gran parte de nosotros lleva años viniendo aquí, por lo que todos tenemos nuestras mesas y nuestros amigos, ¡pero puedes sentarte con nosotros!- invitó amablemente y pude ver que todos estaban reunido por pequeños grupos, cómodos entre amigos.
Le agradecí y la seguí a través de las mesas hasta la mesa del fondo.
Era la mesa más grande y 5 chicos y 4 chicas estaban ya sentados, parecían salidos de alguna película de Hollywood.
Entre ellos estaba Aris.
¿Es qué este chico estaba en todas partes?Detuve mis pasos inmediatamente.
Prefería morir antes que sentarme con Aris Baner.
Amanda se dio la vuelta al darse cuenta de que no la seguía.
-¿Está todo bien?-preguntó al verme petrificada allí, pero ya era muy tarde y todos los miembros de la mesa se habían dado vuelta para saludar a Amanda.
Aris clavó sus ojos en mí.
¡¡CORRE!!
Fue lo primero que pensé, pero sabía que con mi suerte desgraciada, probablemente me caería y haría un desastre, así que solo me quedé allí parada como una idiota detrás de Amanda.No sabía que hacer, pero Amanda decidió por mí.
Tomó mi brazo y me acercó de un tirón a la mesa.
-Ella es Zarah, es mi compañera de cuarto- dijo frente a todos, y al sentir la mirada de aquellos chicos fijarse en mí, deseé que me tragase la tierra.
¡Sonríe Zarah!
Hice mi mayor esfuerzo por parecer normal pero me sentía demasiado intimidada siendo el centro de atención. Quería tan solo eclipsarme y convertirme en sombras.
¿Qué haría Ziel en esta clase de situaciones?
Probablemente caminaría con toda la seguridad del mundo y se sentaría como si fuese su lugar habitual y todos empezarían a hablarle o simplemente a admirar su belleza.
Pero yo no podía hacer eso, porque por desgracia, yo no era Ziel.
-Hay un espacio aquí- dijo uno de los chicos mostrando un asiento a su lado, entre Aris y él.
Caminé hacia el lugar con las piernas temblando y puse mi plato en la mesa para luego sentarme.
Aris me miraba con si fuese alguna extraña criatura.
Ojalá y lo chocase un tren, pensé.
El chico que me había invitado a sentarme se llamaba Ryan.
Era alto y rubio, algo así como un muñeco Barbie. Todos aquí parecían en realidad sacados de una película de Disney y yo era algo así como la villana horrible de voz irritante.-¿De dónde vienes?- me preguntó para luego tomar un trago de su refresco.
-De Nueva York- respondí tímidamente y Ryan miró a Aris.
-¡Aris también es de allá! ¡Qué casualidad! -dijo riendo inocentemente.
Aris me miró y para mi sorpresa, agregó :
-Ya nos conocemos, es la hermana de Ziel Castellan- dijo dirigiéndose a su amigo sin prestarme ninguna atención.
Cuando dijo eso, toda la mesa se quedó en silencio, todos clavando sus ojos sobre mí una vez más.
Definitivamente quería morirme.
-¿Es cierto que es la nueva dueña del imperio Williams?- preguntó una de las amigas de Amanda.
-¿Porqué no se llegaron a casar?- preguntó otro chico.
-¿Es cierto que es policía?- continuó Ryan, y las preguntas se detuvieron con una simple frase de Aris.
-Déjenla en paz- dijo sin subir el tono de voz, pero fue suficiente para que todos siguiesen con sus conversaciones y detuvieran sus preguntas.
Escuchaban a Aris como si fuese el jefe y eso me molestaba. De seguro era eso lo que hacia que tuviese un ego del tamaño de una montaña. Aunque agradecía que hubiese detenido el interrogatorio, porque la verdad es que no tenía respuestas.
Empecé a comer mi pizza en silencio, deseando terminar lo antes posible para poder al fin irme de aquella mesa.
-¿Qué tal si vamos a dar una vuelta por el jardín después?- le propuso Amanda a Aris mientras sonreía coquetamente.
Oh dios mío.
Aris ni siquiera la miró cuando le respondió.
-Tengo cosas que hacer-
La sonrisa de Amanda se borró inmediatamente y se volteó hacia sus amigas algo contrariada.
¿Ocurría algo entre Aris y Amanda?
Hello!
Como están? Espero que les haya gustado el capítulo<3
No olviden dejarme sus votos y sus comentarios, me hacen muy feliz :)
Nos leemos.
Los quiero un mundo
DD
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Olvídame Ángel (Completa) #OLVIDADOS#2
RomanceZarah era una sonrisa honesta. Aris nunca sonreía. Zarah era de colores. Aris era blanco y negro. Zarah nunca pensó que conocería a alguien como Aris. Aris nunca pensó que se enamoraría de alguien como Zarah. Un campamento. Un amor fugaz. Un...