PUNTO DE VISTA DE
LO ODIABA.
Se había marchado descaradamente con MI libro.
¿Cómo podía ser alguien tan despreciable?
Tomé mi teléfono con la intención de escribirle a Ziel y contarle lo horrible que la estaba pasando en tan pocas horas, pero inmediatamente deje mi teléfono sobre la mesa ;
Tenía que resolver esto yo misma.
Me levanté de mi silla con una energía exagerada y salí de la biblioteca dando pasos fuertes, dispuesta a encontrar a Aris y tomar mi libro devuelta. No le permitiría que creyese que podía meterse conmigo.
Tenía que hacerlo, tenía que mostrarle que era fuerte y no solo una niña cobarde que se escondería con tan solo escuchar su voz.
Caminé rápidamente por los pasillos hasta finalmente encontrarlo en el jardín, sentado tranquilamente con sus amigos con mi libro bajo el brazo.
¿Cómo diablos podía estar tan tranquilo?
Eso me enfureció aún más.
Cuando me acerqué a ellos, me miraron algo sorprendidos y dejaron de hablar.
Aris me miraba desafiante.Imbecil.
-Devuélvemelo- dije intentando sonar amenazante, pero los nervios me traicionaron y mi voz a penas fue audible.
Aris sonrió arquendo una ceja.
Se estaba divirtiendo.
-¡Devuélvemelo!- dije esta vez más fuerte, llamando aún más la atención.
El silencio se había hecho total y tenía 6 pares de ojos sobre nosotros.
No quería armar un escandalo, tan solo quería mi maldito libro.
-No me apetece- respondió casualmente, y podía apreciar las llamas en sus ojos verdes, desafiantes.
Pero justamente, no era una petición.
Con las pocas agallas que tenía tomé el vaso de limonada que sujetaba una chica y lo lancé al angelical rostro de Aris Baner, haciendo que su cabello se pegara a su frente y que su camisa blanca, perfectamente confeccionada, cambiase a un color amarillento.
Todos estaban demasiados sorprendidos y sentí incluso cómo retenían la respiración, como si hubiese difamado algo sagrado.
Oh por dios.
¿OH POR DIOS?
¡OH POR DIOS!
El pánico me invadió, así que solo le arranqué el libro de las manos y salí huyendo de allí como si me persiguiera una manada de lobos.
Me encerré en mi habitacion, por suerte vacia, y me senté en mi cama aún petrificada por lo que había hecho.
Aris lo merecía sin duda, pero me sentía horriblemente culpable. Esa no era yo, nunca había hecho algo así antes, Aris tenía el arte de sacar lo peor de mí en poco tiempo. Ahora sin duda había arruinado mi reputación, y era tan solo el primer día de campamento. Genial.
Sentía la angustia subir en mí y mi respiración acelerarse, así que sí, empecé a llorar como una niña a la que le hubiesen dicho que había un fantasma en su habitación.
Tenía miedo y me sentía patética por ello, pero no podía evitar preguntarme : ¿Qué haría Aris para vengarse?
¿Debía avisarle a Ziel?
Antes de que pudiese tomar mi teléfono, Amanda irrumpió en la habitación como un tornado de perfume de rosas y brillo labial.
-¡¿Es qué a caso te has vuelto loca?! - gritó escandalizada como algún personaje de novela trágica.
No respondí porqué ni siquiera yo estaba segura de la respuesta.
-Aris está muy enojado- dijo dando pasos por toda la habitación como si fuese un problema de categoría...mil millones. Luego de unos minutos de suspiros y miradas como si estuviese pensando en qué hacer con su tonta e infantil compañera de habitación, se sentó a mi lado y me dio una ligera palmada de apoyo en el hombro.
-Solo, no te metas con él ¿bien?- me aconsejó de manera casi maternal.
-¡Él es quien se mete conmigo!- me defendí ya exasperada.
No entendía porqué Aris había insistido en hacer de mí su víctima.
Le conté lo ocurrido a Amanda y ella solo respondió :
-Solo está jugando-
Jugando, claro.
Pues yo no quería estar en su maldito juego.
PUNTO DE VISTA DE
Me quedé allí parado aún sin creer lo que acababa de ocurrir, bajo la mirada de mis amigos que esperaban mi reacción.
Con toda la calma que logré reunir, sacudí mi cabello mojado y caminé hacia mi habitación con Ryan y Nicolas detrás de mí. Ninguno de los dos dijeron nada, como si tuviesen miedo de que explotará, y es que en mi mente estaba ya pensando en todas las maneras en las que me vengaría de Zarah Castellan.
Tomé una toalla de baño y lavé mi rostro lentamente mientras mis 2 amigos comentaban lo que acababa de ocurrir.
-¿Qué fue lo que le hiciste?- me preguntó Ryan rodando los ojos, listo para defender a Zarah.
Lo había visto mirarla y sonreírle como un imbecil durante el almuerzo.
-Nada- respondí bruscamente.
-En todo caso, si que me sorprendió, no pensé que esa belleza tuviese tantas agallas- agregó Nicolas saltando sobre mi cama, a lo que gruñí.
-Deberías dejarla en paz Aris, se ve que es una chica tranquila- continuó Ryan casi preocupado.
Ahí venía otra vez con su estupido discurso.
Ryan era sin duda mi amigo más cercano, pero eramos como agua y aceite.
Yo era el aceite, por supuesto.
-Ryan-dije friamente-es mía-
Ryan me miró achicando los ojos.
-No puedes quedarte con todas, ya tienes a Amanda- respondió sacudiendo la cabeza como siempre hacia cuando estaba en desacuerdo con algo.
Creó que mi mirada lo dijo todo ya que no agregó nada más.
Quería a Zarah Castellan par mí y la tendría sin importar que.
¿Qué mejor venganza que romper un corazón inocente?
EMPEZARON LOS PROBLEMAS!
Alguien más que odie a Aris por ahora? (Ya verán que luego van a adorarlo ;)
Nos leemos<3
Los quiero un mundo
DD
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Olvídame Ángel (Completa) #OLVIDADOS#2
RomansaZarah era una sonrisa honesta. Aris nunca sonreía. Zarah era de colores. Aris era blanco y negro. Zarah nunca pensó que conocería a alguien como Aris. Aris nunca pensó que se enamoraría de alguien como Zarah. Un campamento. Un amor fugaz. Un...