CAP 40-Conquistarte

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OPUNTO DE VISTA DE

Desperté sintiéndome cansada, teniendo aún en mente mi atormentada conversación con Aris

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Desperté sintiéndome cansada, teniendo aún en mente mi atormentada conversación con Aris. Cada átomo de mi cuerpo me rogaba porque creyese en sus palabras, porque creyese nuevamente en él, pero aquello no ocurriría, pues la razón seguía teniendo más peso. 

No tomaría el riesgo. 

Después de nuestra conversación le había pedido que se marchase, tenerlo cerca me debilitaba y me impedía pensar con claridad, porque eso era Aris Baner para mí: una debilidad. 

Y había aprendido que las debilidades nunca eran buenas. 

Empecé a hacer mi maleta con disgusto, recordando que tomaría mi avión la mañana siguiente para volver a casa. No me sentía lista para ver a Ziel, no le había hablado en días y solo me había contentado de enviarle mensajes a Liam para que supiesen que estoy bien. Había algo agotador en mi relación con ella desde hacia un tiempo: todo eran ahora secretos y mentiras escondidas bajo la excusa de que "era lo mejor par mí". 

Pero yo quería saber, quería saber porqué me habían secuestrado, quién era aquel hombre que iba y me contemplaba, mientras yo, con las manos amarradas, lloraba cada lágrima de mi cuerpo. Quería saber porqué Ziel había dejado de ser policía y porqué era ahora dueña de todo lo que era antes de la familia Williams. 

Había tanto que quería saber, en realidad. 

Sonreí al ver que me había llegado un mensaje de Frederic para decirme que ya había llegado, habíamos quedado en ir al cine aquella tarde. Pasar tiempo con Frederic era como tomar un respiro de todo el resto, como si fuese mi momento de relajación y agradecía tener a un amigo tan atento, pero justo ese era el problema. 

Qué Frederic no quería que fuésemos amigos. 

Sabía que era incorrecto quedarme cerca de él ignorando sus sentimientos, pero no quería perder nuestra increíble amistad y haría lo que fuese para conservarla. Había tratado de convencerme mil veces de que Frederic era quien me convenía, que era un chico estupendo y que realmente me valoraba. Pero  no podía dejar de  temblar cuando Aris se acercaba a mí, no podía evitar sonrojarme al escuchar su voz o al encontrar su mirada con la mía: no había duda en ello, estaba perdidamente enamorada de él y me sentía estúpidamente por esos sentimientos. 

Pero no era suficiente. 

No estaba dispuesta a dejar que continuase destruyéndome de la manera en que lo hacia, me había cansado de luchar, y aunque mis sentimientos por él no desaparecerían de la noche a la mañana, trabajaría duro para que se marchasen lo más rápido posible.

Incluso si debía utilizar a Frederic como medicina para borrar los recuerdos. 

Tomé mi bolso y salí de mi habitación para dirigirme al jardín delantero, y justo como lo había dicho, allí estaba Frederic. 

Le sonreí y me acerqué a él para darle un beso en la mejilla, pero decidí desviarme y besar entonces su labios. 

Tenía que Olvidar a Aris. 


Punto de vista de 

Ziel se sentó frente a mí como cada mañana desde que había vuelto, comiendo despacio su desayuno con los ojos fijos en los últimos reportes del banco, sin otorgarme ninguna atención

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Ziel se sentó frente a mí como cada mañana desde que había vuelto, comiendo despacio su desayuno con los ojos fijos en los últimos reportes del banco, sin otorgarme ninguna atención. 

-Te ves cansada- dije al ver las ojeras azules que descansaban bajo sus ojos claros. 

-Estoy bien- mintió sin mirarme. 

Ziel evitaba cada contacto visual o físico conmigo, como si tuviese miedo de algo, como si representara algún peligro, y aquello me recordaba a su actitud cuándo nos conocimos. Habíamos vuelto al principio. 

Tomé las hojas de su manos de manera veloz haciendo que frunciese el ceño, la mesa entre ambos nos separaba, pero estaba lo suficientemente cerca para tocar su cabello. 

-Me estás ignorando- le reclamé envolviendo un mechón negro entre mis dedos suavemente mientras acercaba su rostro al mío. Sabía que se enojaría por mi descaro, pero era justo lo que quería, escucharla y que dijese todo lo que quisiese, porque su silencio era aún peor que su enojo. 

Ziel se puso de pie haciendo que el mechón se soltase de mi mano. 

-No te estoy ignorando- respondió recogiendo sus carpetas, lista para salir huyendo, pero no la dejaría. Di rápidamente vuelta a la mesa para quedar frente a ella haciéndola retroceder y sentarse en la silla nuevamente. 

-Estás jugando con fuego- dijo en un susurro  de advertencia. 

-Eso quiero, quemarme-

Deslicé entonces mis dedos por su mejilla blanca y lisa esperando a que ella misma quitase mi mano de su rostro, pero se quedó quieta bajo mi tacto, con su mirada fija en mis labios. Acerqué aún más mi rostro al suyo con la intención de besarla, nuestros labios se rosaban, pero mi acto fue detenido al ver como Tyler, Artemisa y Noche estaban parados en la puerta con las bocas abiertas, dejándome entender que habían admirado toda la escena. 

Ziel desvío también su mirada, y al verlos allí se levantó de la silla de manera inmediata y se alejó de mí para ir hacia ellos, fingiendo que  nada había pasado pero aún con la respiración corta.

Adoraba a nuestros amigos, pero en aquel momento solo quería que se tele-transportaran a miles de kilómetros y me dejasen solo con ella. Obviamente aquello no era posible, los chicos habían venido a recibir sus ordenes, así que sin decir nada pero con sonrisas complices en el rostro, siguieron a Ziel hasta la sala, listos para empezar con el trabajo. 

-Lamentamos interrumpir- escuché a Artemisa decir con picardía, pero Ziel la frenó de manera casi inmediata haciendo que la sonrisa de todos, incluyendo la mía, se borrasen. 

-No te disculpes, Artemisa, no hubiese pasado nada de todos modos- 

Su frialdad era algo que me exasperaba y me fascinaba a la vez, como si el hecho de que sus palabras dijesen lo contrario a lo que decían sus ojos y su acciones, me invitase a continuar descubriendo el camino para llegar a ella otra vez. 

La conquistaría una vez más, y todas la veces necesarias. 



Olvídame Ángel (Completa) #OLVIDADOS#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora