CAP 47-Elizabeth, Annabeth

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PUNTO DE VISTA DE

Cuando bajé las escaleras, creí que me había vuelto loco al ver a Liam Williams, a Ziel Castellan, y a Zarah, pero sí, estaban frente a mí, reales

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Cuando bajé las escaleras, creí que me había vuelto loco al ver a Liam Williams, a Ziel Castellan, y a Zarah, pero sí, estaban frente a mí, reales. Entendí rápidamente que mi madre había olvidado mencionarme que también vendrían, y es que la presencia de Liam y Ziel no me parecía sorprendente, pero tener a Zarah allí era como una provocación del destino. Por supuesto, era algo que todos los presentes, con excepción de Zarah, desconocían.

Saludé con una naturalidad fingida e intenté integrarme a la conversación lo más posible para evitar desviar mi mirada hacia ella, sentada elegantemente, luciendo como un ángel de calma y luz.

Cuando mi madre nos propuso las entradas para ir al teatro, quise rechazar de manera inmediata, sabiendo que estar con Zarah representaba para mí un recuerdo permanente de que la quería, pero que no podía tenerla. Mi mente ardía por saber si había atrapado a Frederic aquella tarde en el parque, y por saber que había pasado. Miré mis manos lastimadas por todos los golpes que le había dado, sabiendo que cada uno de ellos eran bien merecidos. De un momento a otro, Amanda y sus padres irrumpieron en la sala, y pensé que Amanda se desmayaría al ver a Zarah ahí, pero como era una excelente actriz, simplemente la saludó con una sonrisa forzada.

Por mi lado, me preguntaba porque diablos nos encontrábamos allí los tres, sentados con nuestras familias que parecían llevarse de maravilla y no notar el caos que habían creado al reunirnos. Respiré hondo diciéndome que estaba siendo dramático y que nada malo ocurriría, nos quedaríamos en silencio y esperaríamos a que acabase la cena.

Después de que Amanda y sus padres estuviesen sentados, mi madre insistió:

-Entonces, ¿irán al espectáculo?- preguntó mirándonos a Zarah y a mí, a lo que yo solo pude dedicarle una mirada de "Detente" que al parecer no entendió, o que no quiso ver. Por suerte, Zarah logró disuadirla.

-Tengo mucha tarea para este fin de semana, lo siento mucho señora Hans- se disculpó con una perfecta cara de niña buena capaz de convencer a cualquiera.

-Podemos ir Aris y yo- intervino Amanda con una mirada tímida más falsa que la situación.

Esto no podía estar pasando.

-De hecho...- empecé a responder, pero la madre de Amanda, Lydia, me interrumpió.

-¡Es una estupenda idea!- se exclamó mirándonos.

Respiré hondo sintiendo todos los pares de ojos en mí.

Quería decir que no, que no quería ir con Amanda y que en realidad, simplemente no quería ir ya que no me gustaba Romeo y Julieta, pero me tragué cada uno de mis pensamientos sabiendo que mi madre no toleraría mi rechazo frente a las demás personas.

Así que como siempre, simplemente asentí e hice lo que me ordenaron.

Pasamos luego a la mesa, perfectamente organizada con la más fina utencileria y platos de grabados con la letra H, de Hans.

Aquel detalle me hizo sentir bastante fuera de lugar, puesto a que yo, era un Baner.

Mi madre orquestaba la conversación a la perfección, asegurandose siempre de que la velada fuese perfecta, justo como nuestra fingida familia. Cuando empezaron a hablar de la niña que mi madre portaba en su vientre, tuve que esforzarme por no levantarme y salir de aquel maldito salón que empezaba a darme jaqueca.

Zarah desvió entonces su mirada hacia mí, dejándome saber que entendía como me sentía. Eso era lo que más me gustaba de nosotros, aquella conexión que nos permitía hablar con miradas.

Empezamos a comer y fue al fin cuando entendí porqué estaban Las Castellan y Williams allí: Mi madre y su esposo, junto a los padres de Amanda que parecían haberle tomado gran cariño a Ziel, habían decidido desplazar sus acciones y cuentas al banco WILLIAMS.

Aquello no me pareció particularmente extraño, pero había en su conversación algo escondido, como si en realidad hablasen de algo más que no podía entender. Zarah, de su lado, escuchaba con atención, como si buscara pistas en el rostro de los presentes.

Cambiaron rápidamente de tema y decidieron centrarse en nosotros:

-¿Y como te va en tu nueva escuela, Aris?- preguntó amablemente la señora Hills.

Pude haber respondido: "Muy bien, le partí la nariz a un imbecil por engañar a Zarah" pero aquello no me pareció muy sabio y me contenté de un simple:

-Bien.-

La misma pregunta fue entonces dirigida para Zarah, que de contestó de manera mucho más noble.

-Bastante bien, he estado en New York Highs por muchos años y es sin duda un lugar agradable.-

Al escuchar eso, mi madre reaccionó de inmediato:

-¡Aris también, va a esa escuela ahora! Me sorprende que no se hayan cruzado-comentó.

-De hecho ya nos conocíamos, Zarah también estaba en el campamento- agregué de manera casual, sabiendo que la simple mención del campamento ponía a Amanda en llamas, pero ella se lo había buscado.

-Si, estábamos los tres, fue muy agradable- intervino Amanda con una sonrisa hipócrita, sin duda queriendo evitar que se mencionara su expulsión. Metí un pedazo de la jugosa carne a mi boca deseando que se acabase ya aquella horrible cena, y por suerte, Liam, que había parecido entender la situación, volvió la conversación a la bebe, dejándonos respirar un poco.

-¿Y cómo se llamará?- preguntó entonces Ziel.

-Annabeth- respondió mi madre mirando a su esposo con una sonrisa de felicidad absoluta.

Al escuchar aquel nombre, sentí la ira invadirme, incontrolable e infinita.

-¿Annabeth? ¿Porqué no mejor ponerle Elizabeth directamente?- interrumpí enojado.

Eran nombres casi idénticos. ¿Cómo diablos se atrevía a mostrar tan poco respeto?

La situación me asqueaba y de repente empecé a marearme y a ver todo rojo, así que me puse de pie de golpe.

-Aris, lo hablaremos después, siéntate y disculpate.- me ordenó mi madre con una sonrisa forzada, pero yo no tenía ninguna intención de calmarme.

-Me disculpo, por ser el único en respetar la memoria de mi hermana.-

Una vez dicho eso, salí del salón a paso rápido y tomé las llaves de mi auto para luego salir
de aquella casa, dejando a todo el mundo allí, con miradas sorprendidas y sonrisas incómodas.

Se enojó Aris :(

¿Qué hubiesen hecho ustedes?
¿Se hubiesen quedado callados si estuviesen en su lugar?

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Recuerden también que si me demuestran que son #Olvidados (votando y comentando la historia), les dedicaré un capítulo.

Gracias por leer<3

Los quiero un mundo
DD

Olvídame Ángel (Completa) #OLVIDADOS#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora