PUNTO DE VISTA DE-¿Estás bien?- volví a preguntar aún con sus brazos envolviendo mi cuerpo. Aris se alejó un poco y me miró con suavidad.
-¿Puedo dormir aquí?- preguntó sentándose en mi cama, pude entonces notar sus ojos rojos, como si lágrimas hubiesen salido de ellos hacía tan solo unos instantes.
Asentí suavemente.
Eran las 3 de la tarde, pero a Aris no pareció importarle cuando se cubrió con mis sabanas y apoyó su cabeza en mi almohada para luego cerrar sus ojos. Quería preguntar, sin duda quería hacerlo, pero no sabía si estaba lista para escuchar la respuesta y si él querría contarme.
Tomé un poco de valentía y me senté a su lado, pero de manera rápida, Aris haló mi cuerpo hacia el suyo, haciendo que quedáramos recostados uno al lado del otro. Estábamos muy cerca y podía sentir su calor y contemplar sus preciosos ojos esmeralda que me miraban atentamente, detallando cada milímetro de mi rostro.
Tuve que controlarme para no sonrojarme cuando sentí su mano en mi largo cabello, acariciando suavemente con una delicadeza angelical. Sin dudar un solo segundo más, me aferré a él escondiendo mi rostro en su cuello y deseando poder quedarme ahí por siempre.
-Si algo está mal, sabes que puedes confiar en mí, Aris- le dije después de unos minutos, deseando que mis palabras representasen de alguna manera un tipo de consuelo.
-Todo está mal, Zarah, lo único que está bien somos tú y yo, aquí y ahora-respondió cerrando sus ojos como si buscase quedarse dormido.
-Todo tiene solución y tú y yo podemos encontrarlas- le respondí en un susurro. Aris permaneció con los ojos cerrados, pero aún así me respondió:
-Tu eres mi solución-
PUNTO DE VISTA DE
Liam cerró sus ojos con fuerza como si tratase de encontrar alguna respuesta en la oscuridad.-Pero tienes a Mark- dijo finalmente en un susurro doloroso que se perdió lentamente en el aire, pero que se quedó en mi cabeza, paralizando mi cuerpo.
-¿De qué hablas?- pregunté de golpe. Liam me miró enojado como si le estuviese escondiendo algo que ya él sabía.
-Tú y él están juntos, los vi en Nueva York hace casi una semana. Vi como te llevaba a casa, y ahora él está aquí contigo.-
Miré a Liam aún confundida sin entender de lo que estaba hablando.
-Mark y yo no estamos juntos, nunca lo estuvimos- le respondí frunciendo el ceño.
Liam me miró esceptico y no me tomó mucho tiempo para entender lo que Mark había hecho. Sentí como si me hubiese traicionado de la peor manera, orquestando una historia para separarme de Liam aún sabiendo cuánto me había esforzado en encontrarlo.
-Vuelvo mañana a Nueva York-dije dejando sobre la mesa un boleto de avión-espero verte allí-
Salí de aquella pequeña sala sin decir nada más y me dirigí a la salida del lugar para tomar un taxi a mi hotel.
Mark tendría mucho que explicar.
(...)
Subí al noveno piso donde se hallaba su habitación y toqué la puerta con fuerza, deseando ya obtener respuestas. Cuando abrió la puerta, entré como una furia al lugar.
-Eres un cobarde- fue lo primero que salió de mis labios.
Mark me miró confundido, con esa mirada tan honesta en la que había confiado por años.
-Sé lo que le dijiste a Liam- dije aclarándole la situación. Pensé que en ese momento, Mark se disculparía e intentaría arreglar las cosas, pero para mi sorpresa, toda gentileza se marchó de su rostro.
-Era lo correcto- Afirmó.
-¿Lo correcto? ¿Y cómo diablos sabes tú que es lo correcto para mí?- terminé por gritar indignada.
Mark me miró como si fuese obvio.
-Has estado llorando por meses por un imbecil que no te merece, ¿cuándo vas a despertar Ziel? ¿No ves que yo si te valoro?, ¿No ves que tú y yo...-
-No, no lo veo Mark- respondí cortándole.
Mark me miró con una frialdad que no pensé presente en su corazón.
-¿Pues sabes qué? Anda, ve arrástrate a los pies de ese imbecil que lo único que ha hecho es hacerte sufrir, y cuando vuelva y te deje, porque sin duda lo hará, busca a otra persona para limpiar tus lágrimas-
-No conoces a Liam- dije finalmente encontrando algo de calma.
-Es a ti, a quien no reconozco- agregó, y pude ver que detrás de toda esa ira que mostraba, estaba dolido.
-No quiero volver a verte, Mark- respondí firme. Y esas fueron las últimas palabras que intercambiamos, ya que esa misma tarde, Mark tomó un vuelo a Nueva York y se retiró oficialmente de la banda.
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Olvídame Ángel (Completa) #OLVIDADOS#2
RomanceZarah era una sonrisa honesta. Aris nunca sonreía. Zarah era de colores. Aris era blanco y negro. Zarah nunca pensó que conocería a alguien como Aris. Aris nunca pensó que se enamoraría de alguien como Zarah. Un campamento. Un amor fugaz. Un...