PUNTO DE VISTA DE
-Recuerdo que mi madre no quería hacerlo, lloraba y lloraba, pero mi padre no quería otro hijo. Recuerdo que los oía pelear todo el tiempo, la golpeaba, la insultaba. El embarazo estaba demasiado avanzado. Yo solo me encerraba en mi habitación y lo ignoraba, como un cobarde.-
-Eras tan solo un niño-
-¡Debí ayudarla!-grité y sentí el sabor amargo de las lágrimas deslizarse por mis labios.
-Detengamos la sección aquí- dijo la doctora Shaiks-Estamos avanzando Liam, estoy muy orgullosa de ti-
Sacudí mi cabeza con fuerza para eliminar los recuerdos que se formaban, torturándome cruelmente. Porqué tenían que doler ahora? Porqué no podían dejarme en paz. Cuando el pasado se entierra, siempre aparece en el presente, como un muerto que despierta.
Me levanté de la silla con fuerza y salí de allí.
Una llamada.
Tan solo una llamada y sabría la verdad.Tomé mi teléfono y marqué el número de una maldita vez por todas. Mis manos temblaban, mi cabeza dolía, mi alma me pedía que me detuviese...
-Habla Miranda Gardes- su voz fría inundó mis oídos, tan diferente a la de Ziel.
Ella era.
Mi madre estaba hablando con ella el día que la mataron. Siendo mi padre y el padre de Ziel socios en los negocios de la banda, Miranda, la madre de Ziel y mi madre se habían conocido y habían creado una gran amistad.Necesitaba repuestas y una vez más, esta mujer las traería.
Respiré profundamente antes de hablar, aún sin estar listo para escucharla.
-Habla Liam Williams-hablé con la voz llena de duda-Necesito hablar con usted-
-Te escucho-
Había decidido mudarme en el hospital como interno permanente por las pesadillas. Violentas y dolorosas, destruían mi mente cada noche, como si me prendieran fuego. Me encerré en mi habitación y me recosté de la puerta como si fuese mi único soporte para continuar en pie.
Tenía que esforzarme.
Esforzarme por ser mejor, por dejar mi pasado atrás para poder al fin tener una mejor vida.
Una vida con Ziel.-No estás con ella- dedujo sin que tuviese siquiera que decírselo. Podía imaginar a aquella mujer de piedra, sentada en su pequeña casa pensando en un pasado que destruyo su vida.
-Quiero conocer mi historia esta vez-respondí cerrando los ojos. Aún podía colgar, aún podía volver atrás y olvidarme de todo aquello. Pero no quería seguir siendo un cobarde. Quería luchar, Ziel me había dado ganas de ser mejor.
La extrañaba como los mil infiernos, pero ya no sabía estar allá. Quería tenerla conmigo, pero al mismo tiempo quería estar solo. Quería que fuese feliz, pero sabía que no lo sería conmigo. La vida se había esforzado por alejarme de los que quería, dejándome errante, tan solo un cuerpo sin camino
-Hannah...-susurró el nombre de mi madre como si estuviese prohibido.
-Así es...-
-Fue una gran mujer, una gran amiga y una gran madre- dijo con cierta nostalgia- pero era demasiado buena, le costaba aceptar que el mundo era cruel y siempre quería verle el lado bueno a las personas, fue justo eso lo qué pasó con tu padre. Se enamoró de él perdidamente, tan solo tenía 20 años y soñaba con una vida de cuento de hadas, una vida que sus modestos recursos no le permitían. Ella creyó encontrar en tu padre un príncipe encantador, un amor eterno y puro.-
Se detuvo unos segundos y la linea se quedó en silencio, como si tratase de imaginar aquellos tiempos lejanos.
-La noche que cambio todo fue la noche en la que anunciaron su compromiso, ella estaba radiante y su sonrisa iluminaba el mundo. Era una mujer preciosa, Liam.-
-¿Porqué la mató?- pregunté en un hilo de voz. Cerré mis ojos intentando contener un dolor que me desgarraba lentamente.
-Tu madre esperaba una niña, tú tenías tan solo 5 o 6 años y tu padre estaba convencido de que esa niña era de otro hombre. Le ordenó que la abortara-
Recordé entonces nuevamente la llamada telefónica que había escuchado la noche en la que la habían asesinado, de eso hablaban, de un aborto.
-Tu madre se negó a hacerlo y esperó a que el tiempo de abortar se venciera, convencida de que no se podría hacer nada después y nacería la niña. Tu madre debía tener unos 8 meses de embarazo cuando la asesinaron.-
Una lágrima se escapó y corrió salvaje por mi mejilla. Recordaba perfectamente aquella noche. Yo corriendo hacia ella cuando cayó al suelo. La sangre, la soledad, el abandono...
-Un hombre entró y le disparó, culpó a la banda roja- dije conociendo lo que seguía.
-Calle 59, Nueva Jersey #178- dijo fuerte y claro.
-Qué...?-
-Su nombre es Jane. La ambulancia llegó lo suficientemente rápido para practicarle un parto de emergencia. La niña sobrevivió, Liam.-
Mis ojos se abrieron de golpe y creí haber escuchado mal. Me parecía irreal. Estaría soñando? O tal vez había perdido completamente la cabeza?
-¿Pero cómo es posible que no me enterara antes?- dije consternado por la noticia. Habían pasado 20 años desde ese día.
-La dieron en adopción inmediatamente al nacer-dijo lentamente, como si pudiese sentir mi dolor.
Me levanté de golpe, listo para correr al aeropuerto y comprar un ticket a Nueva Jersey.
-No vayas, Liam- me detuvo como si hubiese leído mi mente- No perturbes su vida con historias de un pasado que no le corresponden, déjala ser feliz, lejos de esto-
Respiré hondo y sentí como si me clavasen agujas en el corazón.
-¿Por eso no buscó a Ziel? ¿Porqué no quería 'perturbarla'?- dije casi a modo de reproche. Quería saber. Quería entender a aquella mujer que tenía la respuesta de todo, que parecía tener en sus manos todas las verdades pero que se quedaba en la sombra como un fantasma.
-No busque a Ziel porque no la sometería al sufrimiento que vivo-
-Sida- dije al fin entendiéndolo todo. Fue en ese momento que las manchas oscuras en su cuello y su cuerpo frágil cobraron sentido.
Miranda me dio la razón con un silencio.
-Tal vez algún día te cuente mi historia-
-Sería un honor-respondí en un lamento, y supe que probablemente sería la última vez que hablaría con ella.
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Olvídame Ángel (Completa) #OLVIDADOS#2
RomanceZarah era una sonrisa honesta. Aris nunca sonreía. Zarah era de colores. Aris era blanco y negro. Zarah nunca pensó que conocería a alguien como Aris. Aris nunca pensó que se enamoraría de alguien como Zarah. Un campamento. Un amor fugaz. Un...