PUNTO DE VISTA DE
Habían pasado 24 horas después de mi pelea con Aris y aún seguía sin entender qué diablos había pasado.
Me había pedido que me alejase, me había dicho que no me quería, pero por alguna razón sus palabras no habían hecho el más mínimo efecto en mí, y esa razón era que sabía que era mentira.
No estaba preocupada en lo más mínimo ya que sabía que Aris volvería y que tan solo lo había hecho por pura impulsión o incluso tal vez por miedo...Miedo a querer y a sufrir por ello.
Sentía que conocia a Aris mejor que él mismo y esa sensación me arrullaba suavemente, diciéndome que solo necesitábamos tiempo.
En cambio me preguntaba si siempre sería así... Si siempre Aris terminaría por poner en duda nuestra relación y siempre intentaría alejarme.
¿Y si simplemente no estaba listo?
¿Y si yo no estaba lista?
Había tanto de Aris que aún desconocía y que ansiaba saber para poder entenderlo mejor, y me había cansado de esperar que las explicaciones salieran de sus labios, así que iría a buscar su historia en alguien más: Frederic.
Le pedí que nos viéramos en un pequeño café cerca del campus y él con gusto aceptó. Sabía cuales eran las intenciones de Frederic, pero no tenía ganas de alejar de mí a uno de los pocos amigos que tenía.
Cuando entré al café, él ya estaba allí, sentado en una de las mesas con una sonrisa amable y una mirada de bienvenida.
Me senté frente a él e inmediatamente empezamos a hablar de todo y de nada: las vacaciones, la escuela, el futuro, el pasado...
-Hay algo que quiero preguntarte- dijo tomando un aire un poco más serio.
Yo asentí invitando a que lo hiciera.
-¿Tú y Aris están juntos?-
Sonreí levemente puesto a que era una pregunta que me esperaba, pero a la que no tenía una respuesta segura.
-No- respondí sabiendo que era lo que respondería Aris.-No pasa nada entre Aris y yo- agregué.
Vi cómo Frederic se relajó, feliz por escuchar aquella respuesta.
PUNTO DE VISTA DE
Pasaron tan solo unas horas para que estuviese nuevamente actualizado con todo lo de la banda y el banco. Ziel lo había manejado todo a la perfección y los negocios iban muy bien.
Tyler, Kalum, Charlotte y yo estábamos en la oficina de la mansión mientras que Valerie, Noche y Artemisa le terminaban de explicar con detalle a Jane el funcionamiento de todo.
Sin duda había sido una sorpresa, pero todos habían recibido muy bien a Jane y estaban felices de que hubiese una Williams. Ziel en cambio, se había encerrado en su habitación, que era antes nuestra habitación, y no había querido salir.
Había querido subir a hablar con ella, pero los chicos me aconsejaron de dejarla pensar un poco. No entendía para nada que ocurría, ya que un día antes estábamos listos para comenzar de nuevo, pero Ziel parecía haberle puesto fin a aquella decisión.
Me sentía perdido, pero sabía que estaba siendo egoísta. Después de todo la había dejado por casi 4 meses y sabía que tenía que esforzarme por hacer que todo volviese a ser como antes, y estaba dispuesto a intentarlo.
¿Pero y si no lo lograba?
¿Y si Ziel había dejado de quererme?
De tan solo imaginarlo sentía que moría.
Después de unas horas en las que le conté una versión resumida de estos 4 últimos meses a los chicos, sin mencionar el hospital psiquiátrico, Ziel bajo las escaleras con aquella seguridad que tan solo ella tenía.
Estábamos todos sentados en la sala, y al verla, se hizo el silencio.
Algo en ella había sin duda cambiado, lucia más fría, más dominante y peligrosa.-La entrega empezará en unas horas, deberían ir a sus posiciones- le dijo a los chicos aunque todos sabíamos que lo que en realidad decía era:
'Déjennos solos'
A excepción de Jane y de mí, todos se pusieron de pie y salieron de la mansión casi corriendo, como si no desearan ser arrastrados por el huracán que venía.
Cuando todos se fueron, Jane se puso de pie lentamente y se acercó a Ziel.
-Soy Jane Fiters... en realidad Jane Williams- dijo corrigiéndose.
Pude entonces ver la enorme confusión de Ziel y fue ahí cuando entendí todo.
No le había mencionado que tenía una hermana, y al verme llegar con ella, debió mal interpretar las cosas.
-Es mi hermana- le dije con una sonrisa.
Ziel se quedó en silencio unos segundos, como si no pudiese procesar aquella información.
-Pero...¿cómo es posible?- preguntó sentándose en uno de los sofás.
Empecé entonces nuevamente el relato que me había contado la difunta Miranda Gardes, la guardiana de todos los secretos de nuestras familias.
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Olvídame Ángel (Completa) #OLVIDADOS#2
RomanceZarah era una sonrisa honesta. Aris nunca sonreía. Zarah era de colores. Aris era blanco y negro. Zarah nunca pensó que conocería a alguien como Aris. Aris nunca pensó que se enamoraría de alguien como Zarah. Un campamento. Un amor fugaz. Un...