PUNTO DE VISTA DE
El primer día de escuela siempre representaba algo para las personas: un nuevo inicio, un mejor año, una nueva oportunidad...
Para mí simplemente significaba que tendría que ir todos los malditos días a un lugar que no me gustaba, a aburrirme escuchando profesores hablar sin parar sobre cosas que no me interesaban.
Cuando el director me llevó a mi primera clase, geometría, una de las materias que más odiaba, me presentó con una sonrisa a la manada de alumnos sentados frente a nosotros. No me sentía nervioso ni mucho menos emocionado, ya que en realidad no pretendía buscar amistad con nadie.
¿Para qué? si yo ya tenía mis amigos.
Mi mirada se fijó entonces en la de Ella e inmediatamente sentí una especie de esperanza mezclada con el sentimiento de que la desgracia me seguía.
¿Es qué a caso no había un lugar en el que Zarah no estuviera?
Ya estaba en mi mente todo el tiempo y aquello era más que suficiente.Me senté en la silla que me indicaron y tuve que esforzarme para no voltear a mirarla, sabiendo en cambio que tenía su mirada clavada en la espalda. Recordé que Frederic estaba también en esta escuela y aquel pensamiento solo me hizo rodar los ojos, puesto a que no sabía cómo reaccionaría al verlos juntos, sí es que realmente lo estaban. De todos modos me mentalicé para alejarme de ella lo más posible, y sabía que ella, señorita racional, haría lo mismo.
Cuando la clase terminó y llegó el receso, me dirigí a la biblioteca evitando hablar con la gente que me miraba y me sonreía. Me molestaba que todos fuesen tan amables. Antes de abrir la puerta de cristal que me llevaría al paraíso de papel, vi a Frederic en una esquina, hablando por teléfono. Detuve mi marcha y me quedé detrás de la columna, asegurándome de que no pudiese verme, y sus palabras y sonrisa, me indicaron que había algo extraño.
-Si cariño, nos veremos esta tarde a las 5, cerca del parque Washington.- dijo con una sonrisa boba, e imediatamente imaginé que hablaba con Zarah, pero ¿Porqué llamarla si estaban en el mismo lugar y podían simplemente verse?
Me quedé estático en mi lugar, intentando obtener mas información.
-Yo también te amo, Alicia- fue lo último que dijo antes de colgar. La rabia invadió entonces mi cuerpo de manera desmesurada.
¿Cómo se atrevía?
Me paré frente a él, que solo sonrió hipócritamente, sin saber que había escuchado su conversación. En un acto rápido, lo tomé por el cuello de su camisa pegando su espalda con fuerza a la pared. Mataría a este imbecil.
-¿¡Cómo te atreves?! basura- le grité mirándolo a los ojos, y supe por su expresión cobarde que había entendido.
Intentó soltarse, en vano, puesto a que yo era más fuerte y alto.
-No te metas Aris- soltó intentando golpearme, lo que me hizo retroceder para evitar el golpe.
-Te doy hasta hoy para que se lo digas o se lo digo yo- dije a punto de volarle encima, pero recordando que no debía meterme en problemas.
-¿Y qué te dice que Zarah va a creerte? si está perdidamente enamorada de mí - dijo de manera arrogante, provocándome, y vaya que había funcionado.
Me abalancé sobre el haciendo que cayese al piso y mis puños empezaron a golpear su rostro de niño bueno. No me consideraba alguien violento, pero en aquellos instantes, no podía detenerme, sintiendo como el enojo corría por mi sangre, envenenando mi mente.
Alumnos empezaron a rodearnos, lo que no me impidió continuar, y fue solo cuando escuché su voz que como por arte de magia, volví a entrar en razón.
La vi pararse entre nosotros, alarmada por el rostro sangriento de su novio.
-¿Qué diablos haces?- gritó sorprendida y al borde de las lágrimas, como si no pudiese reconocerme.
Me preparaba a gritar a los mil vientos lo que había pasado, pero no podía decir delante de todos que Frederic estaba engañándola. Sería una humillación fuerte para ella y sabía que solo provocaría más escándalo, así que sin agregar nada más, me hice paso entre la muchedumbre y tomé mi mochila para salir del edificio.
Llamé a mi chofer y me recosté de una pared del parqueo a esperar.
Sabía que acababa de hacer una estupidez, y que sobretodo, siendo el primer día de clases, las consecuencias serían grandes, pero no me importaba demasiado. Nada me importaba demasiado, en realidad, y era justo ese el problema.
Tomé mi teléfono al recibir un mensaje de mi madre recordándome que Amanda y sus padres cenarían con nosotros, pero simplemente lo ignoré y le escribí a Zarah:
Si quieres respuestas, ve al parque Washington a las 5, en secreto.
-Aris
Dejaría que Zarah descubriese por ella misma quién era en realidad Frederic Dashton.
Este CAP grita PROBLEMAS
XD¿Ustedes hubiesen hecho lo mismo qué Aris?
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Los quiero un mundo
DDRecuerden que sigo a todos los que comenten
#Olvidados, siempre y cuando también me sigan.
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Olvídame Ángel (Completa) #OLVIDADOS#2
RomanceZarah era una sonrisa honesta. Aris nunca sonreía. Zarah era de colores. Aris era blanco y negro. Zarah nunca pensó que conocería a alguien como Aris. Aris nunca pensó que se enamoraría de alguien como Zarah. Un campamento. Un amor fugaz. Un...