Añoraba este momento desde hace semanas. Necesitaba de él, de sus palabras y de su cariño y no me queda más remedio que dejarme llevar. Me retiro de él para ver su reacción después de nuestro beso.
Mía: Jarod no podemos... Nos vamos a hacer más daño.
Veo a Jarod tensarse de repente, arruga la frente y se toca el pelo.
Jarod coge una llave y creo que se dispone a cerrar la puerta. Me da la sensación de que va a cerrarla para decirme algo súper importante en vez de ser para que nadie nos pille besándonos.
Jarod: Tenemos que hablar.
Se acerca desde la puerta a recoger sus cosas, lo veo dudar, está nervioso y parece estar repitiendo frases en su cabeza, como cuando esta en el quirófano. Definitivamente quiere decirme algo...
Temo a que vaya a decirme que no quiere que estemos juntos más, queda muy poco tiempo para su marcha y creo que tiene que ver con algo relacionado, pero no quiero escucharlo, ahora no, lo he hechado tanto el falta que ahora no quiero volver a discutir, me da igual lo que tenga que decirme, en la clase no podía dejar de mirarlo y admirarlo y esa rabia que sentía a desaparecido y no quiero que vuelva a aparecer.
Miro su cuerpo que tantas veces ha sido mio, por una vez más no va a pasar nada más.
Me sumerjo en una lucha interna entre elegir el corazón o la razón... Y en vez de intrigarme lo que tenemos que hablar, me abalanzo sobre él. Sintiéndolo mucho está vez gana el corazón, necesito besarlo con ganas y hacer mío cada milímetro de su cuerpo. El tampoco ha tenido dudas en responder a mis caricias.
El placer que me proporcionan sus besos hace que quiera más y que ya no pueda parar.
Nos sumergimos en caricias, besos, mordiscos y no pienso en nada más, sólo en disfrutar de nuestro momento.
Sin darme cuenta me he desecho de su camiseta, vuelvo a ver su torso atlético y fuerte. Él me hace lo mismo, y se deshace de mi ropa con un facilidad increíble, contempla mi cuerpo y dibuja trazos con los dedos sobre él, para después besarme otra vez con esa insistencia por todo el cuerpo.
Noto la frialdad de la mesa del aula bajo mi cuerpo, y eso me excita aún más, él nota mi temblor y me coge en alza, para que no sienta frío, pero no se da cuenta de que no tengo frío, sólo tengo calor, mucha calor...
Jamás me imaginé que haría el amor en el hospital otra vez y mucho menos en un aula, donde la comodidad y la privacidad no es lo más característico, pero es lo menos importante ahora en estos momentos de pasión que vivo con Jarod. La pasión y las ganas que le pone, es algo difícil de imaginar y difícil de explicar; jamás he vivido nada igual. Estar con él me recuerda a algunas películas donde todo sale perfecto, donde el protagonista no se atranca quitándole la ropa a la chica o donde no encuentran la postura ideal Con él no tengo esos pequeños contratiempos de película de comedia, es todo perfecto al milímetro, nuestros gestos, movimientos, etc. Pienso por un momento si es porque somos 100% compatibles al igual que lo somos en el quirófano o si es porque Jarod ya tiene demasiada experiencia. Prefiero pensar que es por la primera opción.
Aparte, no planea nada, le da igual que sea la habitación de la 102, o que sea en la mesa del aula o las duchas del dojo.
Cuando salimos nos sonreímos, y nos vamos a las taquillas allí nos encontramos a Sofía que nos mira extrañada de vernos juntos y sonríe pícaramente.
Sofía: Así que tu también te lo estás montando en el hospital.
Claramente se refiere a ella también, porque creo que sigue viéndose con Adrián.
Esa noche Jarod coge sus cosas y se marcha ha quedado con alguien de la Ong. Hoy no me ha dado tiempo de ver a la Señora Weld pero en los próximos días iré.
Al día siguiente opero junto a Jarod, me alegra saber que no hemos perdido esa complicidad, me ha dejado a mi guiar todo el proceso y dar los primeros pasos. Al salir me da la enhorabuena.
Jarod: Estas preparada para operar tu sola y para organizar a tu equipo de quirófano. ¡Enhorabuena!
Me alegra escuchar eso. Inmediatamente nuestros buscas empiezan a sonar, ha habido un accidente de tráfico y hay que desalojar el quirófano rápido para meter al paciente, los otros quirófanos están ocupados.
Jarod y yo desalojamos el quirófano y Kwan va a por el paciente rápidamente y mientras Olivia se lleva al paciente anterior.
Finalmente nos traen al paciente, cuando Jarod lo ve se queda de piedra, su rostro cambia por completo, lo veo palidecer e incluso cerrar los ojos.
No entiendo quien pueda ser, pero sé que lo conoce, por un momento he pensado que quizás sea un familiar...
Operamos de extrema urgencia, está perdiendo mucha sangre, tiene huesos rotos y muchas heridas. Mike viene a ayudarnos.
Mía: Está perdiendo demasiada sangre.
Olivia: Creo que no va a haber reservas de sangre suficientes de su tipo sanguíneo.
Olivia nos dice el tipo sanguíneo y Jarod levanta la cabeza, lo veo dudar y debatirse en una lucha interna.
Jarod: Preparad para sacarme sangre.
Sigo pensando que es algún familiar y encima comparten tipo sanguineo, pero los rasgos del paciente no tienen nada que ver con él.
Terminamos las transfusiones y la operación. El paciente se traslada a cuidados intensivos. Veo a Jarod sufrir, algo le inquieta y demasiado. Le he pedido a Olivia que le trajera algo de comer y un zumo.
Jarod: Buen trabajo chicos.
Le hago un gesto a Jarod y nos metemos en la habitación de al lado, le doy la bolsa que me ha dado Olivia.
Mía: Jarod, ¿Quién es ese paciente?
Veo a Jarod con mala cara pero enseguida sonríe.
Jarod: Jaja! Yo que sé, aún no he visto su nombre.
Y se marcha sonriendo con su propia broma...
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