80. La cabaña

163 16 2
                                    

Tienen que estar muy agradecidos para hacerle un bungalow con comodidades varias, a pesar de la pobreza de esta zona.

James: Entre los hombres construyeron la cabaña, típica de aquí, con ramas y madera, y le hicieron la cocina y el baño de obra, tenemos un carpintero que talla varios muebles y las mujeres tejieron sábanas y cortinas entre otras cosas. Luego las aldeas más alejadas, entre ellas algunas que son menos pobres fueron donando cosas y al final esto se convirtio en un bungalow más propio de un resort turístico que de una zona humilde como es esta. A Jarod lo tratan como si de un Dios se tratara, no te imaginas todo lo que está haciendo por esta gente.

Empiezo a entender la implicación y la dedicación de Jarod con esta gente, él se siente agradecido con ellos por todo el cariño que le están dando y al revés ellos con él, lo necesitan y de ahí ese agradecimiento. Por eso Jarod no sería capaz de abandonarlos nunca, no puedo culparlo si ha elegido esto antes que a mí.

Sumida en mis pensamientos me tumbo en una hamaca colgante, pierdo un poco la noción del tiempo, tanto que me duermo sin darme cuenta.

La chica que antes me había dado el papel, ahora viene a despertarme y me dice que Jarod me está esperando en la clínica..

Cuando llegó veo que hay muchos adolescentes provistos de batas y me extraña un poco.

Me meto en la oficina y allí está Jarod.

Jarod: Ey! ¿Que tal el día?

Mía: Genial! ¿Tu qué tal?

Jarod: Muy bien, pero ahora al verte mucho mejor.

Me da un beso en la mejilla.

Jarod: Te tengo una sorpresa.

Mía: ¿Sii?

Jarod: Vas a dar clases conmigo. Estos chicos están esperando para dar clases.

Mía: ¡Me encanta la idea!

Jarod se ríe dulcemente.

Jarod: Hay una segunda parte... Habrá más sorpresas.

Mía: ¿En serio? No puedes dejarme intrigada.

Jarod: Jaja, claro que puedo. Vamos, tenemos toda la tarde para las clases.

Jarod me explica el procedimiento y las materias a tratar, hay dos grupos uno se lo queda Jarod y otro conmigo y ambos estudian materias diferentes. Los de mi grupo están preparándose para ser enfermeros y por lo que he comprobado están muy preparados. La chica que me dio la nota y que me despertó está en el aula, así también el chico que vino a recogerme al aeropuerto, del que ahora no me acuerdo el nombre, soy un desastre.

Las clases fluyen con normalidad y al finalizar salen y se marchan. Me siento 5 minutos y compruebo lo bien que me he sentido durante el día de hoy, me encuentro muy feliz, mucho más de lo que me he sentido en mucho tiempo.

Jarod aún no ha terminado y salgo a buscar a mi padre, pero me encuentro a Neema.

Neema: Hola, ¿qué tal te ha ido?

Mía: Genial, me ha encantado enseñarles, son muy atentos y tienen muchas ganas de aprender.

Neema: Así es, Jarod se está encargando de que estos niños consigan tener unos estudios y de que la atención sanitaria se vaya reproduciendo por todo el país, aldea por aldea, y pueblo por pueblo.  Los chicos vienen de diferentes zonas del país y muchos están hospedados en la casa donde llegaste el primer día. Aquella chica es Sarabi, y su hermano es Moroni el chico que te recogió en el aeropuerto, tienen una hermana más pequeña que se llama Siham, ellos quedaron huérfanos y Jarod se encargó de ellos, ellos están muy agradecidos con Jarod, y lo quieren muchísimo, puede dar la sensación de que son como unos criados, siempre detrás de él, pero es su manera de agradecerle a Jarod por todo, ellos movilizaron todo para hacerle a Jarod la casa y que él aún no ha disfrutado, creo que esperando un día idóneo como es hoy. Él está agradecido por esa muestra de afecto pero también quizás algo incómodo...

Me siento en conexión con Jarod en este momento, cada vez entiendo más la importancia de este país para él. No entiendo porque dice que hoy es el día idóneo. Neema sigue hablándome.

Neema: Te voy a ser sincera... Jarod y yo tuvimos una relación hace un tiempo, él jamás me miro a mí como lo hace contigo, nunca tuvimos esa chispa, finalmente nos dimos cuenta de que había algo que faltaba entre nosotros.  Aprecio mucho a Jarod y tu me caes bien, sé que Jarod no permitirá que te vengas aquí con él, es demasiado noble  y seguro que insiste en que vas a hechar tu futuro por alto, pero él no se merece estar solo, sino llenar ese bungalow con una mujer a su lado, es decir contigo. Nunca se ha permitido amar a nadie y cuando lo ha hecho contigo creeme que es por algo. Además aquí también te espera un futuro muy prometedor, esto no ha hecho nada más que empezar.

Estoy conmocionada por esta declaración, por un momento pensé que quería decirme que me fuera y que no hechará mi futuro por alto, pero después me ha motivado, a luchar por Jarod y por qué no, ha quedarme con él aquí en Tanzania.

Veo que Sarabi se acerca a nosotras.

Neema: No tengas ningún remordimiento por pedirle algo a Sarabi o a su hermano, ellos harán lo que sea por ti, la amabilidad de nuestra gente puede llegar un momento en la que hasta moleste, pero somos así, y en el poblado donde nacieron más todavía. Además tienen esa conexión especial con Jarod y nos han ayudado tantísimo con la clínica, sin ellos esto no hubiese sido posible.

Mía: Gracias Neema por todo.

Nos damos un abrazo y Neema se marcha, despidiéndose también de Sarabi.

Me acerco a Sarabi y hablamos durante un gran rato. Ella me cuenta cosas de su vida y de cómo ha mejorado gracias a Jarod y a Neema.

Sarabi no para de preguntarme si quiero que me preparé un baño o cualquier cosa,ahora entiendo porque decía Neema que podía hasta molestar, no se como decirle que no, sin que se ofenda.

Mía: Te lo agradezco, en Estados Unidos nos hacemos nuestras propias cosas, y el tiempo libre que tenemos es para nosotros.

Sarabi: Lo sé, Jarod me lo dice continuamente, desde pequeña mi madre, yo y mi hermano trabajábamos continuamente sin parar, y cuando mis padres murieron nos obligaron a trabajar más todavía, Jarod se hizo cargo de nosotros y es mi manera de agradecerle ayudándole con su clínica, y él insiste en que lo único que tenemos que hacer es estudiar y aprender una  profesión. En el poblado donde vivíamos que ya no existe nos ayudábamos unos a los otros, así que no podemos vivir de otra manera que no sea esa.

Me imagino que quizás estos niños puedan ser parte de los niños que eran explotados por los militares y que ahora son libres pero siguen teniendo esa necesidad de seguir trabajando para los demás y no para ellos mismos. Se me rompe el corazón de ver cómo le han quitado la infancia a esos niños, aunque ellos parecen ser felices así.

Veo a Moroni que se acerca y hace un gesto a su hermana.

Sarabi: Ya está todo listo, Jarod te espera en su bungalow en media hora para cenar.

Jarod - Blue Swan (Is it love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora