Jarod - Blue Swan (Is it love)

70. El laboratorio

Cuando terminó aprovecho que Jarod se ha ido y voy a visitar al coronel Miller, en la puerta está su familia, que ya ha podido pasar a verlo en la media hora de visita de pacientes críticos, paso sin que apenas me vean, aunque su hijo Davis se percata de mi presencia y pasa adentro. Sigue un poco grave, miro su ficha y veo que está todo en orden, pero la herida de la frente no me gusta el color que esta tomando, llamo a una enfermera para que le vuelvan a curar la herida de la frente.

Cuando salgo la señora Miller y el hijo Davis me preguntan que como lo encuentran.

Mía: Está evolucionando favorablemente, en unos días estará perfecto.

Davis: Muchas gracias doctora.

Justo cuando voy a despedirme aparece el general Brown, me hace las mismas preguntas y vuelve a insistir en llevárselo al hospital militar, le vuelvo a decir que aún está muy débil y no es conveniente desplazarlo. El general Brown es amable aunque muy serio.

General Brown: Entiendo su postura señorita pero entienda usted la mía.

Mía: Si lo desea puede hablarlo en la oficina de urgencias con la encargada, ella le dirá los pasos a seguir.

Davis: Perdone general pero esa decisión debe de tomarla la familia y nosotros insistimos en hacerle caso a la doctora y mi padre se queda aquí.

El general se pone rojo y furioso.

Brown: Jamás será usted como su padre,es un blandengue, no merece estar en la milicia.

Coge el general y se marcha con aires de grandeza y Davis pone los ojos en blanco. Las voces que ha pegado el general han retumbado por todo el pasillo, si no fuera porque se hubiese ido, habría tenido que llamarle la atención. La señora Miller se ha marchado disimuladamente a la cafetería, creo que un poco avergonzada.

Davis: Perdone el espectáculo doctora.

Mía: Ha hecho usted bien. La familia es la que debe decidir.

Davis: Sí, además aquí está súper bien atendido. Y por cierto no me llame de usted.

Mía: Está bien. Ahora es mejor que os vayáis, seguramente no podías pasar a ver a tu padre hasta mañana a no ser que te vuelvas a colar.

Veo que Davis se ríe avergonzado, no ha debido pasar a la habitación.

Davis: Lo siento, no debí colarme.

Me río ante la situación y decido quitarle importancia, además me interesa llevarme bien con los militares y más sabiendo que han estado en Tanzania con mi padre.

Mía: Es broma, no pasa nada, a veces puedo saltarme el protocolo.

Davis finalmente sonríe... Es más encantador aún cuando sonríe.

Davis: Voy a buscar a mi madre a la cafetería a informarle de que hasta mañana no podemos pasar y sobre todo que no podemos colarnos.

No me queda más remedio que reírme ante su broma. Me llega un mensaje y es de Sofía quiere verme. Le contestó y le digo que en la cafetería.

Mia: Yo voy hacia la cafetería también.

Nos montamos en el ascensor y por el camino Davis me hace preguntas sobre mi trabajo y distintas áreas del hospital.

Cuando vamos acercándonos a la cafetería veo a Jarod que está en la recepción, nos mira y se tensa inmediatamente y se marcha por el pasillo contrario.

Llego a la cafetería y me despido de Davis.

Davis: Nos vemos mañana.

Veo a Sofía mirar a Davis con los ojos muy abiertos.

Sofía: ¿Quién es ese? Está buenisimo.

Mía: Es el hijo del coronel Miller.

Sofía: Pues te ha estado y te está haciendo ojitos.

Mía: Anda ya. Bueno que tenías que contarme.

Sofía se pone sería.

Sofía: He visto a Keira llorar... He hablado con ella y me ha dicho que está colgada de tu hermano Tyler. Dice que han quedado un par de veces y de primeras bien pero que luego se ha puesto muy raro,y que está mañana han discutido. Pero ya no me ha dicho nada de la discusión.

Mía: Gracias por contármelo! He estado siguiendo a Tyler, va un bar de la zona con unos amigos y no me gusta el ambiente, y encima me engaña con que está en la biblioteca. Necesito averiguar qué le pasa. Tyler no suele discutir y es cierto que está raro.

Sofía: ¿Y si vamos alguna noche a ese bar?

Mía: Buena idea.

Antes de que pueda pensar, nuestros buscas empiezan a sonar. Salimos disparadas y veo a Davis sonreirme y le devuelvo la sonrisa.

Los días pasan y finalmente Jarod y yo pudimos cogernos el día libre que aprovechamos para ir al laboratorio con Billy que es el investigador, hemos puesto en común nuestros conocimientos de los cursos y de nuestra experiencia y va a hacer un nuevo experimento en ratones, cambiando algunas cosas del experimento anterior que le hemos comentado. Hemos firmado un acuerdo de confidencialidad y un contrato por si el experimento saliese bien tener la patente entre los 3. Billy dice que estás cosas aunque no salen bien siempre hay que hacer el papeleo de las colaboraciones. Yo estoy un poco más animada, ya que Billy tiene mucho entusiasmo y ha sabido transmitírmelo, pero no creo que logremos la cura de la diabetes.

Después nos hemos ido al dojo y el maestro Onizuca ha vuelto a regañarnos porque ya no vamos con asiduidad y en vez de sentirnos culpables, hemos vuelto a repetir la escena de las duchas... Sólo que esta vez no nos hemos quedado encerrados. A Jarod le va el peligro, y bueno creo que a mi también, algún día conseguirán que nos pillen en plena faena, eso si no nos han pillado ya y no nos hemos dado cuenta, pero cuando estoy con él, me olvido de todo...