Capítulo 41: Las Argollas que nos Unen

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Tu alma gemela no es alguien que entra en tu vida en paz, es alguien que viene a poner en duda las cosas, que cambia tu realidad, alguien que marca un antes y un después. No es el ser humano que todo el mundo ha idealizado, sino una persona común y corriente, que se las arregla para revolucionar tu mundo en un segundo.

  **Narradora Omnisciente**

    Llegó el día tan esperado por la mayoría, hoy sería el día en que _____ y Andy dirían el «acepto» frente a todos, por lo cual, el ajetreo inició en la mansión a primera hora: los empleados resolviendo y terminando los últimos detalles que quedan sobre los preparativos mientras que los invitados daban su presencia, así llenándose de conversaciones y felicitaciones en la sala.

    Durante toda la mañana, los novios no habían cruzado miradas desde que amaneció, incluso, ni alcanzaron decirse los «buenos días» ya que, al tan solo abrir los ojos al despertar, las amigas y las dos madres sacaron a ______ de la habitación a empujones hasta llevarla a otra habitación para así ayudarla. La razón era simple, «es de mala suerte que el novio vea a la novia antes de la ceremonia» fue el motivo que ellas dijeron al unísono. Aunque ellos dos no creyeran en eso, ¿Qué más daba? Una boda no se celebra todos los días y había que aprovechar a celebrarlo al máximo, así complacerlas con ese deseo y alistarse los novios en diferentes habitaciones hasta que la hora esperada llegara.

—Andy, ¿Estás listo?

—Solo me falta la corbata. —Terminó de abotonar su camisa para tomar la corbata negra— ¿Cómo está ella?

—Está nerviosa. Ahora la dejé con su madre y sus amigas que la están ayudando a maquillarse. Déjame ayudarte con eso. —El sonido de sus tacones avanzan hacia él hasta ser amortiguado por la alfombra que cubría el suelo— ¿Y tú? ¿Cómo te sientes al estar tan solo unos minutos por casarte? —Acomoda y anuda bien la tela negra alrededor de su cuello.

—No sé cómo explicar todo lo que estoy sintiendo, mamá. Es una mezcla de sentimientos que se están acumulando dentro de mí y sé que cuando la vea, va a explotar. —Inconscientemente, una sonrisa escapa de Andy que contagia a su madre—Estoy completamente feliz, no me cansaré de repetir que esperé tanto tiempo para que este momento llegara y que, al fin, esa hermosa chica será mi esposa.

—Me alegra tanto todo lo que está pasando, no sabes lo complacida que estoy al verlos tan enamorados como en los comienzos, cuando eran tan solo unos jóvenes. Espero que esta decisión perdure por mucho tiempo. —Acaricia su mejilla maternalmente.

—Y lo será, estoy totalmente seguro de eso.

—Lo sé hijo. Ahora bajemos, hay que dar la bienvenida a los invitados que están llegando hasta que la novia esté lista.

    Asiente para salir junto a ella y caminar por los pasillos, no obstante, se detiene por unos segundos frente a otra puerta, llamando su atención al escuchar risas escandalosas provenientes de esa habitación, la misma en la que se encuentra _____ con las demás féminas. Una sonrisa surge de sus labios nuevamente para negar divertido, tenía curiosidad de que locuras estarán diciendo o haciendo para estallar de esa manera, con esas llamativas risas que las caracterizan. No quiso interrumpir, además de que su madre se lo impediría por la «tradición» por la cual los habían separado esa misma mañana, así que solo dejó la curiosidad ahí, para finalmente bajar a la primera planta.

— ¡Pero no te muevas!

— ¡Es que me duele!

Andy, Andy... ¿Estás aquí? [Andy Biersack]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora