Capítulo 18: Susurros del Pasado

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M A R A T Ó N  5 / 5


 No hay remedio que cure los recuerdos, eso de que el tiempo sana las heridas es el consuelo de los optimistas. 


    No desayuné en casa de mis padres por irme mucho antes que ellos hubieran despertado, por eso mi estómago comenzó a exigirme comida con sonoros rugidos hace unos momentos; me detengo en una bencinera para comprar algo en las típicas tienditas que hay: ésta vez es un pequeño McDonald's. Por suerte no hay demasiadas personas como pensaba, solo unas cuantas sentadas y otras pidiendo en la caja.

—Quiero un Capuccino Moca y un Muffin de Chocolate, por favor.

    La cajera anota en la computadora entretanto dirijo la vista a las promociones de comida rápida, encontrándome con ensaladas de vida sana y todas esas vainas, pero una promoción llama mi atención.

—Y quiero la promoción de una Big Mac. —Digo con rapidez antes de que me entregue la boleta con el precio final.

— ¿Quiere con papas fritas o empanadas de queso?

—Papas fritas.

— ¿Gaseosa, jugo o cerveza?

—Cerveza.

    Después de unos segundos me da el precio para pagarle y me hago a un lado para que las demás personas detrás de mí sean atendidas en tanto quedo esperando unos minutos lo pedido en el mesón.

—Ahí tiene señorita.

    Le agradezco tomando la bandeja con el pedido recién salido del horno y me dirijo a una mesa cercana que me dé una buena vista de mi motocicleta. Doy unos cuantos sorbos al Capuccino con tranquilidad, cerrando mis ojos al sentir el suave y cálido líquido pasar por mi garganta, causando que mi cuerpo comience a calentarse con lentitud. Un efecto totalmente reconfortante. Observo a la hamburguesa envuelta en una cajita con el logo del McDonald's junto a las papas fritas acompañándolo y el vaso de cerveza del que resbalan gotas de agua por la transpiración que causa al estar helada. Tomo la cajita entre mis manos analizando la hamburguesa y, como esperaba, no es la misma que dan en los comerciales o en las imágenes de las promociones pero bueno, si es comestible, da igual; estoy preparada para darle el primer mordisco cuando una voz al lado mío causa que me detenga.

—Veo que tienes buen gusto para la comida.

    Mi mirada se desvía hacia el causante de la interrupción, topándome con un chico con una sonrisa divertida; lleva puesto unos anteojos oscuros, sus audífonos blancos cuelgan por su cuello, su gorro negro cubre su cabello también negro del que alcanzan a ver algunos mechones alborotados salir del mismo. Tiene dos perforaciones: una al medio del labio y el segundo en la nariz y, destacando, su mediana expansión en una de sus orejas. Viste con una playera de Ramones con pantalones rotos en las rodillas de color negro. A decir verdad, tiene un look atrayente y una atractiva apariencia.

—Humm... Disculpa si te interrumpí pero, ¿está ocupado? 

    Apunta el puesto en frente mío, sosteniendo en una mano una bandeja con la misma promoción que acabo de comprar.

— ¿Me puedo sentar?

—Sí, adelante.

    Agradece mientras toma asiento; deja a un lado suyo su mochila y se saca los anteojos, dejándolos en la mesa y permitiéndome observar sus grandes y pardos ojos.

—Mi nombre es Adrián Meller, un gusto. —Se presenta regalándome una sonrisa ladeada; estrechamos las manos.

—_____ Young.

Andy, Andy... ¿Estás aquí? [Andy Biersack]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora