Capítulo 19: Amigos Imaginarios

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Siempre ven sombras, parece normal pero la verdad, la sombra no tiene forma humana y no es de ellos. Tal vez, solo tal vez, no todo será producto de la imaginación.


    Miles de personas sufren enfermedades mentales, viviendo encadenados en psiquiátricos en los que algunos carecen de cuidados médicos y, en la mayoría de las situaciones, no se le diagnostica una enfermedad psíquica específica a cada paciente.

    El Hospital Psiquiátrico Chingle Hall, fundado, construido y dirigido por el padre de _____, es uno de los hospitales más importantes de Ohio, Cincinnati. Con unos 20.000 pacientes, el 60% de ellos tienen sus diagnósticos específicos de sus enfermedades y el otro 40% faltante, están en aquel agujero sin fondo, aun no teniendo un diagnóstico determinado y su tratamiento correspondiente.

    Y él, era uno de ellos.

  **Narra _____**

—Mi niña... Mírate, has crecido mucho y estas muy bella.

    Habla con dulzura en tanto sus ojos se cristalizan; despega su mirada de mí terminando por rodearme con sus delgados brazos y formando un reconfortante abrazo. Sin dudar (por su evidente reacción) me hace creer que la nostalgia y alegría emerge en ella: el brillo en sus ojos y de su sonrisa de oreja a oreja, son una viva evidencia de que es así. Sin embargo todavía no entiendo su balbuceo anterior, dejándome aún pasmada.

—Ven, ven. Cuéntame, ¿Cómo has estado? ¿Qué ha pasado por tu vida? ¿Cómo están tus padres? ¿Cómo le va a tu hermano? 

    Jala de mi mano y nos adentramos en un enorme y rustico living. Mis ojos abiertos a tope, se desvían a cada segundo por todos los adornos y muebles hermosos que completan la habitación, se podría decir que mi boca está ya por los suelos, totalmente maravillada al ver la decoración que solamente he visto en imágenes de Google; se completa por unos gigantescos ventanales, permitiendo la vista de un lago y un bosque que rodea la casa, en las paredes cuelgan algunos cuadros familiares junto a una cabeza de ciervo, hay una chimenea de piedra y, arriba de ésta, está reposando una televisión más grande que mi futuro. Frente a la chimenea a gas hay un sofá en L completamente de cuero con unos cuantos cojines cubiertos de piel de... ¿animal? Agregando que la alfombra, debajo del sofá junto a la mesita de centro, se percibe que es piel de vaca y que, sinceramente, espero que no sea de verdad y que solo sea comprado en el Moll Chino a un bajo precio. 

    Aunque mi mirada se extravía a todos lados, no pierdo la atención a lo que me ella habla, no se ha detenido en ningún momento sin desaparecer su sonrisa en sus labios; nos sentamos en el sofá mencionado anteriormente.

— ¿Por qué has regresado querida? Hace años Andy me dijo que vendrías, pero nunca me había dicho la razón, ni nada. Solamente eso...

    ¿Cómo él pudo saber que esto pasaría mucho antes de que sucediera y se lo haya podido decir a sus padres? ¿Qué debería pensar sobre esto? Es un total misterio, casi pareciera que él conociera el futuro o que hubiera casi planeado esto a conciencia.

—Humm... Bueno, estoy en la Universidad estudiando la carrera que me gusta, solo me falta este año para poder titularme y buscar trabajo con mi profesión. Mi padre todavía dirige su Hospital y mi madre no trabaja, aunque algunas veces cuida niños, pero sin esperar dinero a cambio. —Explico resumiendo— Y mi hermano...—Aún me incomoda hablar de él—Él murió hace 8 años. Pero apartando eso, estoy bien.

    Sonrío de medio lado antes de morder mi labio, pretendiendo desaparecer la angustia en mi pecho y el ardor en mi garganta; por la impresión, sus ojos se abren al tanto que lleva sus manos a su boca.

Andy, Andy... ¿Estás aquí? [Andy Biersack]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora