Capítulo 36: Preparativos y... ¿Decisiones?

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Una agria lagrima que desborde el mar, un suspiro que produzca un huracán, un grito que haga temblar montañas.


— ¡Pero sé que eres una estrella en el cielo de alguien más! —Confiesa con apresuro

—Y es el de _____, mi prometida, que me espera en el living. —Andy deja caer el cigarro a la mitad al suelo para apagarlo de una pisada—Lo lamento Tracy, pero tenías razón, nunca obtendrás un «Sí» de mí parte. —Habla con indiferencia, posteriormente planea irse con un semblante brusco y serio.

— ¿¡Y si nunca me dejas de gustar!?

    Se detiene a mitad de camino, dándole la espalda sin pronunciar absolutamente nada por unos segundos infinitos para ella; el suspiro pesado que suelta suena como eco torturador.

—El amor es tan necesario para los humanos, como la comida y un techo, se dedican a buscar un lugar donde se sientan bien, plenos y reconfortantes: una persona que los trate conforme a los que ellos quieren, por lo mismo, sospecho que eso es lo que sentiste al tratarte de una buena manera... Perdón, fue mi culpa, no quise que lo malinterpretarás, pero no volverá a pasar. —La observa de reojo, viendo sus cristalizados ojos con sus manos en su pecho como si quisiera proteger su corazón de sus palabras—Lo que sientes es algo pasajero...

—No lo es. Lo que siento por ti es algo tan fuerte que jamás lo había sentido hasta el momento en que te vi y crece cada segundo en mi pecho hasta quemar. Lo que siento por ti no es nada pasajero, aquel sentimiento no nació de la noche a la mañana, así que no se esfumará tan fácil algo increíble y dinámico que es el amor hacia ti...

—Lo que crees que es amor es simplemente atracción que en un par de días desaparecerá, y si es necesario, me encargaré que así sea.

    Vuelve su camino a paso firme al living; sin remordimiento de haber escuchado el primer quiebre (de muchos más) del corazón de aquella chica, dejándola desolada, abrazada con solo la soledad que esa fría noche le dedica. Presiona su pecho con sus manos para así intentar ahogar aquel dolor incontrolable, tenía ganas de llorar hasta que las lágrimas se agotaran y gritar hasta quedar sin voz.

—Duele como mil cuchillas, pero... no quiere decir que me rendiré, sé que lo que siento no es nada en vano y lo demostraré.

 no quiere decir que me rendiré, sé que lo que siento no es nada en vano y lo demostraré

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  (.........)

  **Narra _____**

    Mi preciado sueño es interrumpido en el momento que, encima de mí se siente un gran peso; unos maullidos revelan la causa de mi despertar, dándome cuenta que uno de mis gatos estaba amasando mi pecho como si fuera panadero, incluso produciendo un leve dolor por sus garras. Su gordura hace que sean pesados, así que lo lanzo a mí lado, escuchando el reclamo del felino para bajarse de la cama indignado.

Andy, Andy... ¿Estás aquí? [Andy Biersack]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora