Capitulo 44

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Valentina y José Miguel dejaron a sus hijos en la escuela con sus guardaespaldas y juntos hicieron un recorrido por la hacienda con dos guardias más para enseñarles la extensión de su propiedad y las zonas que aún no tenían vigilancia.

Valentina: bien iré a la empacadora mientras vas a ver las siembras.

José Miguel: por supuesto que no! Vamos juntos a la empacadora y luego juntos a las siembras, ni loco te voy a dejar sola.

Valentina: no me va a pasar nada, traigo mi escopeta conmigo.

José Miguel: me da miedo que andes armada, recuerdas lo que pasó la ultima vez?

Valentina: ni me lo recuerdes.

José Miguel: bonita entiendo que quieras que toda la hacienda este rodeada pero mientras llegan los refuerzos es mejor que no nos separemos, o acaso no te gusta la idea de estar juntos todo un día?

José Miguel se le insinuó a Valentina, besó su mano y le sonrió, a lo que ella no pudo resistirse y lo besó apasionadamente; Sus labios se acariciaron entre sí con ternura mientras sus lenguas jugueteaban con mucha pasión, quedando ella casi sin aire y cuando se separaron se apoyó en el pecho de su esposo.

Valentina: eres un tramposo!

José Miguel: lo acepto, pero sólo quiero estar con mi esposa; así que te parece si me das la escopeta?.

Valentina: y cómo vas a convencerme?

José Miguel la tomó por la cintura y le regreso el besó, Valentina se acarició su sedoso cabello una y otra vez, al compás de su caricia.

José Miguel: y si vamos a la cabaña?

Valentina: es una gran idea, pero recuerda que no está totalmente terminada y tenemos compañía.

José miguel: ohhh ¡ es cierto, olvidé por un segundo que no estamos solos, pero que tal un baño relajante? Después de hacer nuestras labores y antes de que lleguen los  niños tu y yo podríamos...

Valentina: me encanta tu idea.

Se acercó Juan...

Juan: perdón que los interrumpa, pero ya están todos reunidos como lo pidieron y a la espera de su encuentro.

Valentina: entonces vamos.

Valentina y José Miguel pusieron al tanto a sus empleados de la empacadora y luego a los de la procesadora de lácteos sobre la guardia que tendrían mientras trabajaban.

En el kínder los gemelos aprendían muy felices sus lecciones, le contaban a sus compañeros que unos hombres muy grandes y vestidos de negro los acompañaban a todas partes.

Isabella: mis papitos me contaron que ellos los cuidan de un hombre malo.

Cecilia Benita: si! No quieren que nos lastimen

José Federico: y por eso a donde vamos ellos nos siguen.

Después de terminar la mañana José Miguel y Valentina fueron a la laguna donde su ganado tomaba agua, era importante que sus guardaespaldas siguieran conociendo cada parte de la hacienda.

Los dos cómplices de Rosendo se acercaron al kínder donde estudiaban los gemelos, esperaban su salida, uno de ellos se bajó del auto que llevaban y que por supuesto era robado, la primera en salir fue Cecilia Benita quien venía jugando con un pequeña pelota que rodó unos metros atrás, la pequeña la siguió mientras uno de los vigilantes entró y el otro se quedó afuera hablando por teléfono.

SOY TU DUEÑA 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora