SOY TU DUEÑA 2

Capítulo 57

José Miguel: entonces que haces aquí?

Alonso: puedes estar tranquilo, no vine a quedarme en la hacienda, me hospedé en el hotel del pueblo.

José Miguel: entonces?

Alonso: quedé de cenar con Analia, así que vine por ella.

José Miguel respiró hondo.

Alonso: relájate, no vengo a molestar, Analia trabaja aquí y como el caballero que soy lo lógico es que venga por ella no te parece?

José Miguel: no sabía que fueran tan amigos.

Alonso:  nos estamos conociendo ahora con tu permiso, voy a verla.

José Miguel:  a esta hora puedes encontrarla en las caballerizas.

Alonso: Gracias.

Después de un buen rato José Miguel acompañaba a su esposa en su última noche en el hospital, mientras en la hacienda los demás se encargaban de terminar los pormenores para el pequeño festejo del día siguiente.

Mientras Felipe le tomaba la presión a Valentina y daba algunas recomendaciones, José Miguel aprovechó para ir a la habitación de Fernando.

Fernando: me alegra verte José Miguel.

José Miguel: quería disculparme por no haber venido antes, es que estaba algo.

Fernando: celoso.

José Miguel: no te lo puedo negar.

Fernando: no te preocupes, lo entiendo, en tu lugar tal vez haría lo mismo; eres muy afortunado al tener a tu lado a una mujer tan especial como Valentina.

José Miguel: sientes algo por ella verdad? ,me contó sobre su relación cuando apenas empezaban la universidad.

Fernando: te mentiría si te digo que me es indiferente, fui un tonto por dejarla sin darle una explicación, pero de no haber sido así no estaría feliz contigo.

José miguel: sé que arriesgaste tu felicidad por la salud de uno de tus padres, eso habla muy bien de ti, te entiendo a mí me pasó algo similar.

Fernando: puedo imaginarlo.

José Miguel: te agradezco infinitamente por ayudar a Valentina en el rescate de nuestra hija.

Fernando: cuando la vi sufriendo quise mitigar su dolor, no pude negarme a seguir su plan aunque eso significó que te lo ocultara.

José Miguel: Gracias a eso mi pequeña está sana y salva.

Fernando: Valentina fue muy ingeniosa.

José Miguel: lo sé, estoy muy orgulloso de ella, si puedo hacer algo por ti  solo dímelo.

Fernando: sólo quiero vivir mis últimos días cerca de Valentina.

José Miguel: así será.

José Miguel se acercó y estiró su mano en señal amistosa, a lo que Fernando correspondió.

Fernando: ve con ella.

José Miguel: que descanses.

Cuando José Miguel regresó Valentina parecía no haberse dado cuenta de su corta ausencia.

Hablaron durante horas, Valentina extrañaba mucho a sus hijos y el solo hecho de saber que en pocas horas podría abrazarlos la tenía muy contenta.