Capitulo 89

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Gabriela: nos toman por sorpresa.

Horacio: pues a mí también.

Valentina: que dices tía?

Isabel: no sé si este de ánimos para pasear.

Cecilia Benita: nuestra casa de la playa es hermosa abue.

José Federico: si, hay alberca y la playa está súper cerca, podemos ir todos juntos a nadar.

Cecilia Benita: no sabes nadar abuelita?

José Federico: podemos enseñarte.

Cecilia Benita: si, es cierto, todo es padrisimo!

Valentina: tía, no puedes negarte a pasar unos días con tus nieto,el cambio de aire te hará bien.

Isabel: bueno, la verdad es que si me encantaría.

 Valentina: que bien!!!

José Miguel: cuando crees que sea conveniente irnos?

Valentina: bueno mañana después de ir a la capilla a dejar los restos de Don Ernesto podemos ir a comprar los boletos de avión

Horacio: a poco eso no se hace por la internet?

José Miguel: Valentina prefiere hacerlo personalmente cuando son varios boletos, además sirve que se compran cosas que hagan falta.

Gabriela: como ropa para la playa.

Isabella: entonces si vamos?

Gabriela: si!

Los niños gritaron emocionados "Nos vamos a la playa, nos vamos a la playa"...

Todos los miraron sonrientes.

José Miguel veía a los lados buscando a su mamá.

Valentina: que te pasa?

José Miguel: dónde está mi mamá?

Leonor recibía instrucciones por escrito.

Leonor: gracias, haré todo al pie de la letra.

Su celular sonó, era José Miguel preocupado por su paradero.

Leonor: estoy bien hijo, en un rato hablamos.

Valentina: que te dijo?

José Miguel: que no tarda.

Valentina: bueno ni modo, que te parece si salimos a dar un paseo por la ciudad todos juntos?

José Miguel: pero en qué?

Valentina: puedo rentar un par de camionetas.

José Miguel: entonces déjamelo a mí.

Valentina asintió.

Analia llegó a su casa muy desanimada, se sentía muy mal desde su breve conversación con Alonso.

Analia: porque Alonso me dio alas? Por qué? Estoy segura que aún la ama, sino no habría salido corriendo a verla.

Martina seguía en su búsqueda sin tener éxito, el calor era inaguantable, pero no estaba dispuesta a echarse para atrás.

Valentina, José Miguel, Horacio, Gabriela, Isabel y los niños salieron a dar un recorrido por la ciudad, los pequeños estaban felices de conocer la capital y su belleza empezando por el centro histórico y el "Ángel de la independencia".

Leonor llegó al departamento de Isabel, y vio que no había nadie, traía consigo un hermoso cachorro, el regalo para sus nietos que llevaba semanas buscando, era tan pequeño que cabía entre sus manos, le puso un moño azul y mientras cenaba algo esperaba ansiosa su regreso.

SOY TU DUEÑA 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora