capitulo 46

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"Valentina: habla.

Rosendo le dio a Valentina las indicaciones de cómo le regresaría a su hija.

Valentina: está bien Rosendo haré lo que me pides, pero no te atrevas a lastimarla!

Rosendo: tranquila, tu niñita estará sana y salva siempre y cuando cumplas con mis condiciones y recuerda nadie debe saberlo"

Valentina se acercó a los demás sin mencionar sobre aquella inesperada llamada; como habían acordado, Iluminada se quedó con Sandra y los niños mientras el resto formó equipos de búsqueda.

En el hotel donde Fernando se hospedaba había mucho movimiento, él se acercó y preguntó lo que pasaba, realmente la conversación que había tenido con Valentina donde le contaba lo de su hija lo había dejado en shock, uno de los empleados le contó que casi todo el pueblo se había sumado a las autoridades para ayudar a buscar a la hija de "La dueña".

Pasaron 3 horas y no encontraron ninguna pista, Valentina estaba desesperada sabía lo que tenía que hacer y le dolía muchísimo, pero su hija era lo más importante, la amaba y cualquier precio era bajo para regresarla a su vida normal.

La niña estaba dormida mientras Rosendo la observaba.

Rosendo: vaya que te pareces a la Dueña, pero no dejo de olvidar que también eres hija del perfumado, llevas mi sangre, podría matarte en este momento y causarles un gran dolor a tus padres pero no puedo, eres mi boleto para tener a tu madre y esta oportunidad no la voy a desperdiciar.

Cecilia Benita soñaba que llegaba una habitación enorme, llena de muñecas, no era consciente que era la habitación que años atrás ocupaba su madre sólo que ese sueño le mostraba otros juguetes.

En el sueño tomó una muñeca, la abrazó y escuchó la voz dulce de una mujer mayor.

Esa muñeca era la favorita de mi niña Valentina.

Cecilia Benita: he visto tu cara antes.

Después de analizar y observarla unos segundos.

Cecilia Benita: nana?

Benita: si soy Benita la nana de tu madre.

Cecilia Benita: Yo soy ...

Benita: Cecilia Benita, por supuesto que sé quién eres mi niña, eres tan parecida a tu mamá!

Cecilia Benita: pero tú estás en el cielo.

Benita: lo estoy, pero desde aquí puedo cuidarte, quiero presentarte a alguien.

Una luz iluminó la habitación, una mujer joven, rubia, blanca y de ojos claros apareció ante ellas.

Hola Cecilia Benita... soy tu abuela Cecilia.

Cecilia Benita: wow! Tú también me cuidas como Benita?

Cecilia: por supuesto! Cuido de ti, tu hermano y tú mamá.

Cecilia Benita: mi mamita me ha hablado de ustedes y aunque no las conocía las quiero mucho.

Cecilia Benita abrazó a Benita y a su abuela.

Benita: vamos a decirte algo muy importante.

Cecilia le habló al oído a la pequeña quien entendió perfecto lo que tenía que hacer.

Benita: no tengas miedo, vamos a estar contigo todo el tiempo.

SOY TU DUEÑA 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora