Capitulo 79

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Tocaron a la puerta, justo en el momento en que José Miguel sentía que sus partes más vulnerables aumentaban su volumen, era lógico, la mujer que tanto deseaba estaba sentada justo allí, casi dándole la espalda.

Se vino un segundo golpe ...

Valentina se separó y abrió los ojos.

José Miguel: no abras, no después de estar aquí conmigo.

Valentina: pero y si es importante?

José Miguel: no lo creo, que podría ser? Los niños aun duermen.

Valentina: y si son ellos?

José Miguel: Ya habrían derribado la puerta o estarían gritando "Mamá, papá" ...

Esa imitación hizo reír a Valentina a carcajadas.

José Miguel: ya dejaron de tocar.

Valentina se dio la vuelva y se sentó frente a su amado de manera que sus piernas estaban entrelazadas bajo la espuma, él la besó de nuevo.

Vino un tercer golpe...

Señora Valentina, ya está lo que me pidió para cenar.

Valentina abrió los ojos nuevamente.

Valentina: Gracias!! Puedes por favor despertar a los niños mientras nos preparamos para sentarnos a la mesa?

Maria Helena: si señora, enseguida.

Valentina: Gracias!!

José Miguel: no pensaras dejarme así?

Valentina: no quieres cenar?

José Miguel: si, pero podemos adelantar el postre?

Valentina: estás loco, vístete vamos.

José Miguel: es que no quiero, cenemos aquí.

Valentina: claro que no, vamos a hacerlo como una familia normal en la mesa con nuestros niños, quita esa cara, sabes perfectamente que mientras esos dos traviesos estén despiertos tendremos interrupciones así que en cuanto se duerman retomamos, que te parece?

Valentina salió de la bañera, José Miguel se quedó congelado observando cada detalle de su desnudez.

Valentina: se puede saber por qué, me ves así?

José Miguel: es que no puedo creer que todo eso sea de mi propiedad.

Valentina: tu propiedad?

José Miguel: si, es más fíjate, hasta me sentí un poco celoso cuando tuve que compartilas con los niños.

Valentina intento disimular la risa pero no pudo.

Los dos rieron a carcajadas.

Valentina tomó una toalla la enrollo alrededor de su cuerpo y se fue a la habitación; José Miguel un tanto resignado hizo exactamente lo mismo.

Los niños despertaron muy hambrientos.

José Federico: que vamos a cenar?

Maria Helena: bueno, tenemos unos tacos de pollo con agua fresca de limón.

Cecilia Benita: y el postre?

Maria Helena: lo siento cariño, su mamá me ordenó algo ligero.

Los niños cruzaron sus brazos algo inconformes.

José Federico: pero puedo poner otra tortilla para mi?

Maria Helena: después de que comas la primera, no quiero que después dejes el plato llenó de sobras.

SOY TU DUEÑA 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora