Capitulo 77

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Los pequeños habían intentado poner su protector solar por si mismos y este les había caído en los ojos.

Cecilia Benita: me arde!!

José Federico: a mi también.

Valentina y José Miguel corrieron hacia ellos y al ver lo sucedido  cada uno tomo uno de los niños y los llevaron al baño para limpiarlos.

Valentina: ay mis amores, les dije que empacaran su protector solar no que se lo echara, eso debemos hacerlo su papá o yo.

José Federico: es que queríamos ahorrarte el trabajo para ir más rápido a la playa.

Le dijo el pequeño mientras su mamá intentaba quitarle el protector de sus ojos.

José Miguel: este producto debe ser manipulado por los papás no por los niños precisamente para que este tipo de cosas no sucedan.

Cecilia benita: me voy a quedar ciega papito? No veo nada, me arde mucho.

José Federico: no princesa, te arde porque te cayó en los ojos, y no puedes abrirlos por que tu cuerpo se quiere proteger para que no te arda más, no te muevas, déjame terminar de quitártelo.

Después de unos minutos  los pequeños no tenía nada en su ojos y parecían sentirse mejor.

Valentina: vamos a aplicarles el protector, pero antes prométanme que no van a volver a echárselo ustedes mismos.

Los niños levantaron sus manitas como símbolo de promesa.

Después de aplicar el protector a los gemelos, Valentina  le puso un poco a Jose Miguel en la nariz, lo que desató las risas de todos.

José Miguel: bueno, ya que todos tenemos protector solar podemos irnos, y tú bonita, vas a ver ehh.

Valentina no paraba de reirse.

Valentina: esperen! tenemos que llevar un sombrero o algo.

José Miguel: yo voy por ellos.

Un par de minutos después los 4 salieron muy animados a la playa privada del edificio, eligieron un lugar para poner sus cosas y cubrirse del sol.

Los niños ya querían salir corriendo hacia el agua pero sus padres los tomaron de la mano y poco a poco se fueron acercando y entrando al mar.

El agua era cristalina, y con un color verde azulado, y acompañados del sol y rodeados de muchas personas los 4 entraron al agua y empezaron a jugar, con las olas, cada uno tenía a un niño en sus brazos.

Alonso y Santiago llegaron a la hacienda en busca de Valentina.

Iluminada: que grande andas Santiaguito, cuántos años tienes?

Santiago: en unos días cumplo 13.

Alonso: es todo un caballerito.

Santiago: mira, tengo esta nueva pelota que me regalo mi papá por mis buenas calificaciones y se la quiero enseñar a José Federico.

Iluminada: achis achis, pues que la familia no está.

Alonso: es verdad, se olvidó, algo me comentó Analia.

Santiago: pero igual y podemos pasar un buen fin de semana, me dijiste que conocería a Analia.

Alonso: así es hijo, más tarde llamo a Valentina para ver como están todos

Iluminada: pues ella está en las caballerizas.

Alonso: vamos.

Iluminada:  igual y puedes jugar con el Chuy.

SOY TU DUEÑA 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora