Capitulo 108

791 46 5
                                    

Gabriela: nuestros mejores amigos tienen gemelos y a mi esposo le preocupa un poco tantos niños.

Ginecóloga: puede estar tranquilo, es sólo un bebé.

Horacio respiró tranquilo.

José Miguel regresó a la hacienda.

Leonor: como te fue hijo?

José Miguel: bien mamá, necesito pedirte algo.

Leonor: lo que quieras.

José Miguel: puedes pedirle a Filadelfo que vaya por los niños al kínder?

Leonor: claro, pero vas a salir?

José Miguel: tengo que hacer algo importante y es posible que tarde, sabes si ya regresó Valentina?

Leonor: hace rato la vi dando una ronda por las caballerizas con el nuevo veterinario.

José Miguel: bien, dile por favor cuando regrese que la espero en el despacho.

Leonor: claro.

El veterinario parecía tener muy buenas ideas para el cuidado de los caballos y resto de animales de la hacienda.

Dr Altamirano: me dijo su esposo que recién trajeron un cachorrito.

Valentina: así es, hace poco mi suegra se los dio a mis hijos.

Dr Altamirano: y sabe si ya tiene las vacunas en regla?

Valentina: en realidad no.

Dr Altamirano: podría verlo?

Valentina: si por supuesto, está por allí sígame.

José Miguel se percató que el veterinario ya había sido contratado, le había caído bien y se sentía tranquilo al dejar en sus manos la salud de sus animales.

Dr Altamirano: el cachorro está muy saludable, me permitiría aplicarle algunas vacunas?

Valentina: por supuesto.

Dr Altamirano: bien, mañana mismo traeré lo necesario.

Valentina: Gracias.

Dr Altamirano: gracias a usted por darme una oportunidad, es un alago trabajar para su familia.

Valentina: mi esposo y yo tenemos muy buenas referencias suyas, quiere tomar algo?

Dr Altamirano: por supuesto.

Valentina: vamos adentro.

Valentina se cruzó con su suegra y su tía, así que aprovechó para presentarles el nuevo veterinario de la hacienda, quien simpatizó de inmediato.

José Miguel ponía en orden algunos documentos de los negocios de la hacienda, quería adelantar algo de papeleo, pues tenía planeado pasar un buen rato con su esposa y no quería interrupciones.

Después de tomar su café el veterinario se retiró de la hacienda.

Isabel: voy a echarle un vistazo al jardín, quiero plantar unas rosas blancas.

Leonor: yo te ayudo, Valentina, José Miguel te espera en el despacho.

Valentina: gracias.

Cuando Valentina entró al despacho José Miguel le daba la espalda, parecía estar muy concentrado en algo.

Valentina: se puede saber que ves con tanta curiosidad?

Al darse la vuelta le sonrió.

José miguel: estaba organizando unas cosas y de repente encontré este sobre; es el primer ultrasonido que te hicieron cuando esperabas a los gemelos.

SOY TU DUEÑA 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora