Capitulo 100

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Analia se sintió acorralada.

Iluminada: bueno yo me retiro, tengo que ver lo de la comida de mis patrones.

Analia: claro.

Valentina caminaba de un lado a otro esperando que Analia entrara, se estaba impacientando, así que se sentó y sacó la carta del sobre.

"Señora Valentina, sé que prometí no defraudarla, ya lo hice una vez cuando supe del peligro en que sus hijos estaban a manos de Martina, callé por temor a traicionar mi amistad con ella y usted a pesar de eso confió en mí, pero le volví a fallar, seguro su esposo la puso al tanto de lo que sucede, Martina quiere atacarla y yo en mi afán de protegerla la envié a otra ciudad para que no echara a perder sus vacaciones, pero terminé diciéndole donde estaban, perdóneme, no sé qué me pasó, puedo entender que quiera quitarme el empleo por faltar a mi palabra, me lo merezco, me iré muy lejos, no se preocupe por mis honorarios, no los merezco, sólo le deseo suerte, Martina esta fuera de sí, y no se quedara de brazos cruzados ...Analia"

Valentina: es una cobarde!!

Valentina tiro la carta y salió deprisa del despacho, Analia tenía miedo, no era una mujer de escándalos y para evitarlos prefería huir, sabía que Valentina no iba a ser muy condescendiente con ella.

Rápidamente recogió sus cosas, cuando se dispuso a ponerlos dentro de su auto se cruzó con Valentina que estaba a su espalda esperando que esta se diera la vuelta.

Inmediatamente Analia sintió que no estaba sola, respiró profundo y se dio la vuelta.

Valentina estaba muy seria.

Valentina: por qué huyes?

Analia: Valentina es que...

Valentina: que vas a decirme? que no eres capaz de darme la cara? de verdad creí que eras una buena persona, por eso te di una oportunidad.

Analia: lo sé, no sabía cómo enfrentar esto.

Valentina: me queda claro que apoyas a tu amiga a pesar de que es una enferma que busca una venganza injustificada, sabias de sus sucias intensiones y sin embargo te callaste y la enviaste hacia nosotros.

Analia: pero si leyó mi carta pudo darse cuenta que quise confundirla para que no se acercara a ustedes.

Valentina: si, claro, pero después tuviste un arranque y le diste el lugar correcto, has pensado que hubiera pasado si mi familia y yo no nos hubiéramos desviado?

Analia: de verdad lo siento, por eso me voy para no darle más problemas.

Valentina: mi esposo estaba dispuesto a echarte sin ninguna consideración pero quise darte una última oportunidad, que lástima que seas tan cobarde, y no es algo puedas arreglar pidiendo perdón,ahora entiendo porque Alonso está tan furioso contigo.

Analia sintió que la sangre le hervía y Valentina pudo percibirlo.

Valentina: por tu cara puedo deducir que se trata de él... claro por eso le diste información a Martina.

Analia: no sé de lo que habla.

Valentina: no te hagas, lo que hiciste fue producto de un impulso de celos, sabes que fue mi novio hace años, que te dijo para que sin pensarlo enviaras a Martina detrás de nosotros?; Ay Analia, sólo te dejo claro que de esta hacienda no te vas hasta que remedies lo que hiciste.

Valentina sabía que Analia no era mala, sólo necesitaba algo de coraje así que estaba dispuesta a que ella misma lo encontrara.

Valentina se retiró y entró a la hacienda, cuando regresó al despacho encontró a su esposo leyendo la carta.

SOY TU DUEÑA 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora