GIVE Me A MOMENT

SORPRESAS

- ¿Suga?
- ¿Qué? (Responde algo frío ante mí intento de llamar su atención)
- ¿Por qué querías que nos viéramos aquí?

Suga detiene su caminar y se queda unos segundos contemplando el suelo sin pronunciar palabra alguna.

- ¡Oye Kwan ven aquí!

Un grito nos interrumpe a lo que Suga rápidamente llega hasta mí tomándome de mis manos y arrastrándome tras de él mientras corre para alejarnos.

- S-suga... E-espera... N-no puedo correr más...

Suga detiene su marcha, voltea su cuerpo hacia mí y me acerca hacia su cuerpo un tanto caliente y me mantiene ahí unos segundos. Segundos que no me bastan para poder apreciar tanto en tan poco tiempo, estoy impactada, no lo veía venir sinceramente y justamente eso es lo que hace especial este momento...
Suga se separa un poco de mí para mirarme a los ojos provocando en mí ser un dolor terrible como si sintiera que lo sacan de dónde pertenece, de su lugar. Levanto mí vista y miro sus hermosos ojos, esos que me seducen cada instante que se enfocan en mí, esa mirada que irme su misterio como si algo escondiese...
Ninguno dice nada. Sólo nosotros, nuestras miradas y nuestra respiración mezclándose por la cercanía que poco a poco empieza a difuminar hasta terminar de borrarse por completo.

Dios...

Sus labios son tan sensuales, siento detenerse el tiempo en el instante en que éstos comienzan a danzar a la par.

- Trato de separarme para poder respirar un poco más.
- Quieta. (Ordenó Suga con un vos tan gutural que sentí mis rodillas amenazar con traicionarme y dejarme caer)

Abro mis ojos para mirarlo, sus ojos se tornan más oscuros, deseosos tanto como los míos y me miran fijamente como si intentase contar cada una de mis pestañas con sumo detalle.

Suga comienza a bajar lentamente sus brazos como si tuviese miedo de mí rechazo, hasta posicionarlos en mí cintura y afirmar su agarre acercando más mí cuerpo al suyo haciendo que mí piel sienta escalofríos subiendo por mí espalda, dándome lugar a que lo toque... Coloco mí mano en su nuca para intensificar el beso mientras acaricio su cabello, su lengua juega con mis labios pidiéndome permiso para entrar en mí boca y yo accedo...

Todo es irreal, todo es tan mágico que cualquiera que me dijese que es un sueño le creería inmediatamente...

Ojalá no acabara nunca...

Suga da unos pasos hacia delante pegándome hacia una de las paredes frondosas de los arbustos perfectamente podados, apoyando su cuerpo sobre mí mientras lleva sus manos hacia mis caderas acariciando por debajo de mí remera mí piel solo con sus dedos.
Sus manos están calientes y comienzo a sentir una bola de fuego crecer en mí interior.

La temperatura sube cada vez más y un dulce y delicado beso comienza a convertirse en uno lleno de lujuria y desesperación a cada segundo que pasa... Suga comienza a subir una de sus manos en dirección hacia mí pecho...

Suena el teléfono alarmándonos a ambos y provocando que nos separemos por el mismo casi sin aliento.

Maldición.

Suga toma su teléfono del pantalón y camina unos pasos lejos de mí para tener su privacidad y poder hablar tranquilo mientras yo lo espero en el lugar pensando en lo sucedido...

Qué vergüenza... ¿Ahora qué se supone que deba hacer?

Pero ese beso...

- Nam. Mejor que valga la pena...
- Suga... Lamento si interrumpí algo importante pe...
- Si, si lo hiciste y espero que sea realmente importante.
- Kwan está en la ciudad.
- ...
- Necesito que vengas ya mismo... Los demás ya están aquí...
- ...

Veo a Sugar cortar su llamada. Su cuerpo no se mueve, su respiración comienza a agitarse, veo sus manos cerrarse en puños lo que me preocupa y decido acercarme a él.

- Suga ¿que suced?

Suga escucha unos pasos y tapa mí boca impidiéndole así formular palabra alguna. Lo miro un tanto sorprendida.

¿Qué carajos sucede?

Suga me retiene con fuerza junto a su ahora tenso cuerpo mientras aprovecho a ver cada uno de los detalles en su rostro...

Es perfecto...

Espero sin quejarme a que Suga me suelte ya que la vista... No está nada mal a decir verdad.

Lugo de unos pocos minutos Suga quita lentamente su mano de mis labios y su retirada me causa frío ya que me había acostumbrado a su tacto.

- Lo siento, era necesario.
- N-no te disculpes está bien pero dime, ¿Por que ese cambio tan repentino?
- No te interesa.
- ¿No me interesa? Discúlpame pero soy yo la que casi se lleva un susto de muerte por tu repentino cambio de actuar... Creo que lo menos que merezco es una explicación...
- ...
- ...Está bien Suga, no confías en mí, ahora discúlpame pero debo irme.

Comienzo a caminar hasta mí auto que me espera el estacionamiento.

- E-espera...

Freno mí caminar ya que Suga me ha tomado de la mano imposibilitando que dé un paso más.

- Iremos en mí auto...

¿Qué?

- Suga yo... Necesito ir a mí casa, me están esperando y ya es tarde.
- Por favor t/n... déjame que te explique...
- De acuerdo, vamos a tu auto.

En el camino hasta llegar al estacionamiento y al auto de Suga le envío un mensaje a Max diciéndole que iba a quedarme un tiempo con un amigo.
Por suerte entre Max y yo existe una confianza irrompible, nos contamos todo sin problemas y en esos momentos somos más como amigos que padre e hija.

Es un padre genial.

Llegamos al estacionamiento.

- ¿Y bien... Cuál es tu auto? (Pregunté tranquilamente)
- Estás parada a su lado...

¡¿Éste es tu auto?!