PECADOS

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Ya han pasado tres días y no eh vuelto a sentir que me observaban todo el tiempo. Creo que solo éramos nosotras haciéndonos ilusiones.

Si hubiéramos ido a la policía hubiéramos sido un hazme reír de ellos, que vergüenza.

Después del receso teníamos libre la mañana hasta las 12:45 ya que el profesor de Filosofía se había ausentado toda la semana debido a que tuvo un accidente de tránsito, pero por suerte se está recuperando.

Caminaba por aquel laberinto y los recuerdos golpeaban mí mente, estaba en el laberinto en el que había besado por primera vez a Suga,

Ojalá no hubiera pasado todo lo que pasó, tal vez ahora sería todo diferente...

Mientras pensaba en aquello no me si cuenta en el momento en que llegué a una cancha abandonada con solo un aro de básquet ya que el otro yacía roto en el suelo, la maleza comenzaba a trepar por ellos dirigiéndose hacia la cima.

¿Eso es un balón?

Me acerqué y lo tomé entre mis manos, hacía mucho no tenía uno, desde la primaria para decir verdad. Lo reboté unas cuantas veces en el suelo y caminé hacia el aro que aún se encontraba en su lugar, tiré...

Aún no pierdo el toque.

Recuerdo que dejé básquet ya que los gemelos habían nacido y no había nadie que los cuidara todavía asique le dije a Max que no se preocupara que yo podía hacerme cargo de los hijos de su entonces amiga, ya que el padre de los pequeños había desaparecido y Max la ayudaba en lo que ella necesitara. Y sí, así fue como ellos terminaron casados y yo... Bueno, cuando quise volver era obvio que mí lugar iba a estar ocupado y no me aceptaron en el equipo de nuevo...

Tiré de nuevo, encesté de nuevo...

- Eres buena

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- Eres buena...

Me asusté al escuchar una voz a mis espaldas. Y giré sobre mis talones alejándome rápidamente de su persona.

- S-suga... Casi me matas... ¿Por qué eres tan silencioso? No te sentí acercarte...
- Lo siento... El oficio supongo...
- ¿Oficio? ¿Trabajas matando personas del susto?
- Algo así pero no importa... ¿Dónde aprendiste a lanzar así? ¿O sólo es suerte? (Decía mientras tomaba el balón en sus manos)
- Antes jugaba cuando era pequeña...
- Ya veo... Y también me doy cuenta que llegaste a mí santuario secreto.
- ¿Santuario secreto? ¿Qué tan secreto puede ser si cualquiera puede encontrarlo? Además... ¿Santuario?
- Bueno está bien no es tan secreto, pero es mí santuario porque cada vez que estoy preocupado o molesto vengo aquí a pensar y tranquilizarme...
- Ya veo... Bueno... Entonces me retiro...
- Espera.
- ¿Qué?
- Solo quédate quieta, no te muevas.

Obedecí.

Veía como Suga lentamente acortaba los centímetros que nos separaban, sentí como acariciaba con su pulgar mí mejilla a medida que está se enrojecía, veía como acariciaba mis mechones de cabello y lo más importante, veía como sus ojos enfocaban cada parte de mí con atención como si yo fuera algo valioso para él. Me cautivaba.

Acercó sus labios a los míos sin llegar a tocarlos, nuestras respiraciones estaban mezcladas mientras se agitaban más a cada segundo, al igual que nuestros corazones. Intento acortar la distancia...
Suga se aparta de mí.

- Te dije que no te movieras.

Me quedo nuevamente inmóvil.
Suga vuelve a acercarse atrapándome de nuevo en sus encantos...

Sus labios rozan con los míos, mientras que su lengua los acariciaban como probando lo que más tarde comería.

Esto es el infierno, me hace vivir un infierno...

No aguantamos más la situación, Suga toma mis labios de manera desesperada y yo respondo de la misma manera. Voraz, lujurioso, desesperado, es como se calificaría nuestro beso, Suga me permite tocarlo. Tomo el cuello de su remera y lo atraigo más sobre mí cuerpo, nuestra manos recorren nuestros cuerpos calientes, todo pasa muy rápido y ninguno tiene intenciones de detenerse.

- ¡t/n!

Nos separamos por el grito repentino.

- ¿Sammie... q-qué sucede...? (Con la respiración entre cortada)
- Ehh... Necesito hablar contigo un segundo... (Noté que Suga no la miraba muy contento)

¿Qué le pasará?

- Está bien... Vamos.... Ehhh... Adiós Suga.
- No vallas... (Tomándome la mano)
- ¿Qué sucede, por qué?
- Vamos t/n... (Sammie había tomado mí otra mano)

El clima se había vuelto tenso, podía sentí las chispas entre Suga y Sammie en este momento y no entendía el por qué...

Me siento incómoda.

- Suga, no te preocupes, estaré con Sammie...
- De acuerdo...

Lentamente Suga fue soltando mí mano, como si fuera contra su voluntad.

Nos vamos con Sammie hacia la biblioteca.

- Oye Sammie, ¿De qué querías hablar?
- (Suspiró) Te haré una pregunta... ¿Qué harías si hipotéticamente el chico que amas está enamorado de otra chica?
- Oh pues... Creo que pelearía por él si realmente lo amo...
- Está bien... Por cierto, ¿Podrías hacerme el práctico de Derecho para mañana por favor? Necesito una buena nota para no recursar...
- ... Está bien Sam...
- Eres lo mejor.
- Por cierto, quería hablar contigo sobre algo que me pasó los otros días...
- Lo siento bomboncito, tal vez más tarde, tengo que irme...
- Está bien no te preocupes...

Sammie se levanta y se retira dejándome con un papel y una pluma para realizar su tarea. No me molesta, pues somos amigas y no me molesta ayudarla, ella haría lo mismo por mí...

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