SOLOS

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Narra T/n...

Los brazos de Suga eran los únicos que lograban reconfortarme, su olor viril era como una droga para mí y su presencia me hacía sentir protegida.

- Vamos. (Dijo mientras me acariciaba el cabello)
- ¿Dónde iremos? (Pregunté al verlo caminar hacia el garaje)
- Necesitamos hacer algo.
- ¿No...?
- No no puede ser aquí, necesitamos soledad.
- ¿?

No sé qué haremos o dónde iremos pero algo en mí me dice que no debería seguirlo.

- ¿Debo llevar un abrigo?
- ...
- No lo necesitarás... Es más llevas demasiado.
- ¿A caso haremos eso?
- No, no haremos eso... (Dijo mientras dejaba escapar por lo bajo un suspiro que alcancé a percibir)

Seguí a Suga en silencio hasta que subimos al auto.

- El viaje será largo...
- No importa, escuchemos música entonces.

...

Horas más tarde...

Tras recorrer varios kilómetros en el auto llegamos hasta un camino poco visible que se separaba de la ruta. Suga aparcó su automóvil entre unos árboles los suficientemente frondosos como para ocultarlo bien.

- Ahora caminaremos.

Bajé del auto y noté como Suga bajaba bolsos y mochilas negras del maletero.

- ¿Necesitas ayuda?
- Puedo solo.

Ok. ¿Alguien está molesto tal vez?

Seguí sus pasos hasta llegar a una gran muralla de piedras como los antiguos muros de los castillos medievales. La maleza invadía en las paredes antiguas un poco erosionadas. Una gran reja negra con detalles se alzaba frente a nosotros con gruesas cadenas prohibiendo nuestro paso.

¿Acaso se supone que íbamos a entrar?

Suga tomó las cadenas entre sus manos enrollandolas para un mejor agarre. Noté como su espalda se ensanchaba varios centímetros, estaba tomando aire. Fuertemente jaló ambos lados de la cadena entre sus manos y ésta se rompió.

¡¿Qué diablos?!

- ¡¿Cómo hiciste esto?!
- ¿Ah?
- ¡Tú rompiste esa cadena solo con tirar de ella!
- Ah eso... No es gran cosa.
- ¿Es broma verdad?
- Como sea, vamos...

No pude evitar mirar la cadena mientras cruzábamos por al lado de ella entrando en la propiedad.

Habían figuras de piedra tallada en la entrada de la mansión que se alzaba frente a nosotros. La maleza invadía casi todo el terreno, supongo que en su momento este lugar debió ser de la alta sociedad.

Ingresamos por una gran escalera dándonos acceso a una enorme puerta principal la cual Suga empujó para así poder entrar.

- Hogar dulce hogar

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- Hogar dulce hogar...
- ¿Qué?
- Aquí me entrenaron junto con los demás.
- Pensé que eran de otro país.
- Larga historia, nacimos allá, yo me entrené aquí unos años, me escapé junto a...
- ¿A...?
- ...Junto con tu madre, volví a mí país y formé un grupo con otras personas en mí situación para sobrevivir pero tuve un error y me fue mal, ahí conocí a RM y a algunos de los chicos, decidí volver a mis entrenamientos con el riesgo que me mataran por escapar en un principio pero por suerte no fue así y estoy seguro que fue gracias a los chicos ya que traje chicos nuevos conmigo a la escuela, aprendimos juntos y años después nos escapamos cuando vimos que era la mejor opción.
- ¿Cuál era la otra opción?
- Que nos mataran.
- ...
- Vamos...

Subimos las escaleras hasta el piso de los dormitorios llegamos a uno no elegido por el azar, supongo que éste fue de Suga... Es todo negro y limpio.

- Veamos... Aquí estás...

Suga saco un tierno peluche de Kumamon de atrás de un mueble.

- Ten, cuídalo.
- ¿Es para mí?
- No que te crees, es mío, tú solo cuídalo.
- Ok...
- Ponte esto.

Suga dejó una bolsa sobre la cama y salió del cuarto.

- ¡Te esperaré abajo apúrate!

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