GIVE Me A MOMENT

CAÑONES QUE ESTALLAN

Nos subimos a la camioneta de Jin y nos dirigimos a la casa de Max.

Estoy preocupada, Suga evita mis preguntas y el ambiente está muy tenso...

- Jimin tú ve por el frente (Ordenó Suga) t/n y yo iremos por el patio trasero mientras los demás se dividirán.
- ¿Qué por qué entraremos así, no estamos robando nada...?
- T/n... Solo recuerda tu promesa...
- ...

Tras unas minutos interminables a más de 130 kilómetros por hora llegamos a la casa de mí padre. Tenía tantas preguntas que apenas paró la camioneta bajé corriendo del auto en dirección a la puerta principal sin importarme nada sino hasta que Suga me tomó de la cintura para detenerme.

- ¡Espera!
- ¡Suga es mí padre! Nada va a pasarme.
- Por favor sólo hazme caso no hagas esto.
- Perdón...
- Tranquila... Andando. ( Refiriéndose ésto último a sus amigos)

Los chicos rodearon la casa rápidamente y en silencio. Por mí parte, seguí a Suga como un perro a sus pies hasta estar posicionados todos en sus lugares.

Jamás pensé que pasaría lo que sucedió...

Suga pateó fuertemente la puerta derribando la inmediatamente e ingresando en la casa. Levantó un arma a la altura de su cabeza y yo entré en pánico. Vidrios rompiéndose sonaban en la casa proviniendo de distintas direcciones.

Entré en pánico.

Gritos. Los gritos se hacían cada vez más pronunciados y se acercaban a nosotros. Al llegar a la sala vimos la situación. Max estaba sentado en una silla amarrado fuertemente, su cara sangraba y era difícil reconocerlo por los golpes.

- ¡Papá!
- ...
- ¡T/n cúbrete detrás mío! (Gritó Suga al ver la escena)

Unos hombres estaban al rededor de mí padre apuntando cuchillos y armas en su dirección.

¡¿Qué diablos sucede?!

Todo pasaba tan rápido. Jin saltó sobre uno de los hombres rápidamente sin darle tiempo a reaccionar derribándolo en cuestión de segundos al igual que RM mientras Jimin y Suga permanecían apuntando sus armas al que parecía el personaje principal de la situación.

- ¡Entrégame a la mujer! (Gritó el hombre a Suga mientras le apuntaba con el cañón de su arma)
- No es negociable. Aléjate de él y no vuelvas a aparecer.
- No sé quién eres muchacho pero me gusta tu coraje... Lástima que ésta vez eso no te salve... ¡Dámela!

Suga disparó su arma a la vez que el otro sujeto imitaba su accionar. Rápidamente Suga me empujó debajo de una gran mesa que se encontraba tirada en el suelo, la mesa en la que teníamos nuestras comidas familiares...

- ¡Cúbrete!  (Ordenaba mientras se cubría junto conmigo y sacaba parte de su cuerpo para ver dónde había ido el otro sujeto) ¡Jimin busca a los demás, yo me encargo de esto!

Jimin solo obedeció y fue tras RM y Jin para buscar a los otros compañeros del desgraciado que golpeaba a mí padre.

Los cañones estallaban por cada bala que se disparaba con intensión de matar al otro. No podía con la situación solo tapaba fuertemente mis oídos y rogaba a los ángeles y prácticamente a cualquier cosa por que mí padre estuviera a salvo.

- ¡Ahg!
- ¡Suga!

Lo miré arrodillarse en el piso tomando fuertemente su hombro dándome la señal de que había sido herido.

- ¡Suga por Dios!
- Tranquila. No dejaré que te lleve.

Suga cambió de mano su arma a la zurda y continuó con el enfrentamiento.

- ¡T/n quiero que tomes de mi pantalón mí otra arma!
- ¡¿Qué?!
- ¡Hazlo! ¡No puedo con mí brazo herido!

Levanté su chaqueta junto con su remera sacando de entre su pantalón y su bóxer un arma que llamó al instante mí atención. Un arma con mango labrado de un color más oscuro de lo normal.

- ¡T/n rápido!

Le entregué el arma a Suga y éste la tomó en menos de un segundo y disparó en el momento indicado. El sujeto cayó en el piso duro y frío mientras sus compañeros venían a su socorro. Jimin, Jin y RM no bajaron por lo que me preocupé, tenía un mal presentimiento.

Tomaron al hombre mientras se cubrían de Suga por lo que éste no tenía un tiro certero para no desperdiciar las últimas cinco balas que quedaban.

- ¡Oye linda, agradécele a tu novio por haberte salvado hoy! Pero lástima que a tu papi no...

No...

El hombre levantó su mano y apretó el gatillo. Una bala voló y atravesó la cabeza de mí padre saliendo por el otro lado de su cráneo. Todo frente a mis ojos.

- ¡Noooo!

Sentí la ira devorar mí cuerpo, alma y razón. Estaba cegada por la impotencia. Tomé el arma de la mano de Suga y disparé al desgraciado. Erré todos los tiros ya que no sabía disparar lo que me llenó más de bronca. Tras vaciar el arma la tiré a un costado y me fui en dirección al hombre. Si no pude acertar ningún tiro al menos acertaría con mis manos.

Suga me tomó rápidamente de la cintura tirándome al suelo impidiéndome moverme.

- ¡Quieta ahí. No lo hagas!
- ¡Suéltame Suga! ¡Lo mataré!
- ¡No quieta. Me lo prometiste. Confíe en ti!

Suga me sostuvo en sus brazos hasta que mí cuerpo dejó de forcejear mientras que el hombre escapaba con los suyos...

- Tranquila... Esto no va a quedarse asi... Tranquila...

Sentía mis lágrimas calientes recorrer mí rostro y caer al suelo rápidamente una tras otra. 

Al cabo de unos minutos Suga se levantó de encima mío y me abrazó fuertemente.

- Ve con tu padre. Iré a ver a los. Chicos arriba...
- ¿Qué sentido tiene ir con mí padre? Ellos ya lo mataron y yo no hice nada... Vamos con los chicos.

Sentía la impotencia y la ira en mí cuerpo pero ya no tenía sentido. No podía volver el tiempo atrás como la historia que había estado leyendo en la mañana sobre una chica que intenta salvar a su amor viajando en el tiempo. Era inútil. Solo pedía que los chicos no estuvieran muertos.

Subimos las escaleras y mientras Suga caminaba buscando a los demás yo miraba todo destrozado a mí paso, los cuadros, los jarrones, las decoraciones e incluso las paredes tenían agujeros. Agradecía que Samanta y los niños no estuvieran en casa este mes porque se fueron de vacaciones sino hubiera sido algo imposible de describir.

- T/n los encontré...

Dedicado a Dalia-S, una amiga que también escribe. Sus historias son muy atrapantes y realmente buenas se las recomiendo para que las lean no se van a arrepentir. Besos