Capítulo setenta: Sentimientos*

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Liam

Abrí los ojos con lentitud, la luz que entraba en la habitación me impedía seguir durmiendo. Tenía la sensación de haber sido atropellado por un autobús, me pregunté qué de divertido le veía la gente al alcohol.

Pero entonces la vi. Estaba acostada de lado, con su rostro en mi dirección, tenía las mejillas ligeramente rosadas y los labios entreabiertos. Hacia tanto silencio que podía escuchar su respiración, su pecho bajaba y subía con lentitud.

La noche anterior la había convencido de quedarse conmigo, después de lo que le dije ella se quedó callada, no volvió a decirme nada pero se quedó. Y fue suficiente para mí.

Llevaba puesta una camisa mía que si bien le quedaba grande no hacía un buen trabajo cubriendo partes de su piel que no debía ver a esas horas de la mañana.

Odiaba admitir lo que ella generaba en mí pero ya no tenía sentido seguirme mintiendo a mí mismo, había algo en Melanie que me quitaba el aliento. Desde la primera vez que la había visto, esa noche en la fiesta de sus padres, cuando nuestras miradas se encontraron...

La forma en la que no se quedó de brazos cruzados y fue tras de mí, sus chistes, como agitaba su cabello y la forma de su risa. Todo de ella me volvía loco.

Había querido que fuera mía desde esa noche, pero jamás me imaginé el desorden que ocasionaría en mi vida.

─ Sería más fácil si me tomaras una foto.- la escuché decir, aún con los ojos cerrados. Me reí.

─ ¿Cómo sabes que no lo hice ya?- susurré. Melanie entreabrió los ojos, me miró, y luego bostezo.

─ Si lo hiciste estoy segura de que me veo espectacular.- murmuró mientras volvía a cerrar los ojos y se acomodaba en la cama.

─ ¿Cómo hiciste eso?- pregunté, refiriéndome a que ella sabía que la veía aun cuando dormía.

─ Abrí los ojos pero tú estabas viendo cualquier parte de mi cuerpo que no era mi cara así que volví a cerrarlos.-

Tuve que morderme los labios para evitar reírme, ella abrió los ojos y me miró con una sonrisa.

─ ¿Nada que decir en tu defensa?-

─ No- sonreí.- Me gusta verte.- admití.

─ No suelo decir esto pero ya sabes, puedes seguirme en mis redes sociales. Subo fotos ahí a menudo.- rodé los ojos y ella rio.

─ Boba.-

─ Acosador.-

─ Te gusto igual.- 

Ella abrió la boca para decir algo pero luego se calló.

─ Tenemos que dejar de hacer esto.- Mel giró su cuerpo, quedando acostada boca arriba.- No está bien.-

─ ¿Hacer que, exactamente?-

─ Ya sabes... esto.-

Me reí, aproveché su posición y me puse frente a ella, apoyándome con mis brazos sobre la cama, me miró con susto.

─ ¿Esto?- pregunté acercándome a su rostro.

─ Li...- la callé.

Nuestros labios se unieron en un beso suave, la rubia llevó sus manos a mi cuello y las dejó ahí. Esta vez no había nada que nos detuviera, cada uno de los besos se fue intensificando de a poco. Melanie me hizo perder el equilibrio, en menos de un segundo los roles habían cambiado, ella estaba sentada sobre mí y nuestros labios seguían moviéndose al mismo ritmo. Un par de risas se escaparon por parte de ambos, por unos minutos nada más que nosotros fue importante. Recorrí con mis manos su espalda hasta llegar a su cadera, me detuve ahí, ella se alejó para verme a los ojos.

Verano para siempre (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora