Verano para siempre (Terminada)

Capítulo noventa y seis: "Era él"*

Fabio

Las puertas del ascensor se abrieron, caminé entre la gente apurada hasta su oficina, como siempre entré sin tocar y la observé alterarse por aquello.

 ─¿Tan difícil es tocar?- preguntó quitándose los lentes.- No, no. ¿Tan difícil es que la chica de recepción este pendiente de quien sube a mi oficina?- dijo al aire y yo reí.

 ─Buenas noches a ti también. ¿No deberías estar en casa tomando un baño de burbujas?-

Francesca cerró su computadora portátil y volvió sus ojos a mí.

─ Estaba por irme.- ella rodó los ojos.

─ ¿Y qué sucedió?-

─ Esperemos a Liam.- me dijo.

─ ¿Es reunión familiar? ¿Nat también vendrá?- bromeé, pensé que iba a fulminarme con la mirada pero la sombra de una sonrisa asomó sus labios.

─ Tengo ojos en ella en Londres.-

─ Cesca.- la regañé, ella elevó los hombros.

─ Me aseguro de su bienestar solamente. Espero que ese muchacho Sparks pueda ofrecerle la vida que yo le ofrecía.-

─ Ya sabes que eso no es lo que le importa.-

─ ¿A quién no le importa el qué?-

Giré el cuello para presenciar la gran entrada de Liam en la oficina, llevaba lentes de sol y una chaqueta de cuero al puro estilo de James Dean, fruncí el ceño sin entender el porqué de los lentes si afuera la noche estaba en su auge.

─ A tu hermana no le importo yo.- dramatizó ella. Liam sonrió, la noche anterior había manejado hasta su apartamento para encontrarlo destrozado en el sofá, escuchando música triste de los noventa. Ahora ahí frente a mi parecía una persona diferente, esos cambios de humor comenzaban a preocuparme.

─ Te quiere y lo sabes.- le dijo él.

Liam tomo asiento a mi lado.

─ Dejando el sentimentalismo de lado.- murmuró.- Tienen una pasarela en tres semanas, van a necesitar preparación.- dijo con falsa felicidad.

─ ¿Y no podías enviarnos un mensaje de texto?- miré a Liam de reojo, lo último que quería era una discusión.

─ Como decía.- siguió ella.- Quiero que tengan cuidado, acepté este trabajo para ustedes porque la mujer está pagando muchísimo dinero.-

─ ¿Para quién es?- pregunté. Usualmente Liam y yo solo trabajábamos para marcas grandes.

─ Es una diseñadora independiente, no estoy segura de cómo tiene tanto dinero para dar por ustedes pero voy a averiguarlo.-

Era extraño porque nunca trabajábamos para independientes pero ni Liam ni yo lo cuestionamos cuando nos dijo cuánto dinero íbamos a ganar. Teníamos que entrenar intenso las siguientes tres semanas y asistir a cuatro ensayos, la pasarela era en un solo día así que todo sonaba como el trabajo de ensueño.

Cuando terminamos de hablar generalidades me despedí, Francesca dijo que yo podía irme pero a Liam le lanzó una mirada de "tenemos que hablar" así que yo me despedí de ambos, deseándole suerte a él.

Estaba manejando de regreso a casa cuando mi móvil sonó. Observé la pantalla y sonreí.

─ ¿Extrañándome, Alexandra?-

─ Ahora que has dicho mi nombre completo no.- me reí.

─ Voy en camino, ¿necesitas algo?-