Verano para siempre (Terminada)

Capítulo setenta y ocho: Mentirosa*

Alex

Después de que Liam saliera corriendo detrás de la rubia el silencio reinó. Ninguno dijo nada aunque todos intercambiamos miradas de confusión, miré a Natasha pero su expresión parecía vacía. Estaba tan sorprendida como todos los demás.

Jeremy volvió a tocar la guitarra y el sonido nos hizo a todos ponerle atención a él, dijo algo acerca de que cantáramos todos y aunque no le seguí el hilo, los demás sí. Nat no intentaba ocultar su claro desagrado por la extraña relación que había entre Melanie y Liam, y aquello solo me ponía los nervios de punta. Esa noche debía hablar con ella, en mi cabeza intentaba formular las palabras correctas para decirle, pero mis manos sudaban aunque no hacía calor, los pensamientos en mi cabeza se acumulaban y terminaba pensando lo peor.

Fabio era todo para ella, lo quería como si fuese su sangre, y nadie era lo suficientemente bueno para él, no para los ojos de ella. ¿Qué diablos iba a ser yo suficiente para él?

Solo era una chica, una estudiante de artes promedio, nada como... Melanie.

Ella entraba en cualquier lugar y se robaba la mirada de todos, incluidas mujeres. Y era una nena, a penas dieciocho años.

Sabía que tenía que sacarme de la cabeza esa idea de Fabio y Melanie, especialmente porque él me lo había negado, porque nos habíamos besado y había sido asombroso, porque unos minutos atrás él y yo estábamos pasándolo de lo mejor en una habitación a escondidas. Tenía que dejar la inseguridad a un lado.

Sentí unos ojos sobre mí y giré mi rostro para verlo, él estaba mirándome con el ceño fruncido, seguramente preguntándose porque no cantaba con los demás, o porque me miraba tan preocupada.

─ Hey.- susurró.- Todo estará bien.-

Asentí con la cabeza pero no me lo creí. Liam y Melanie no aparecieron incluso dos horas después, cuando todos nos disponíamos a dormir y yo me debatía entre hablar con Natasha o irme a dormir y seguir posponiendo lo inevitable.

De alguna manera me decidí por la primera opción. Ella estaba en la cocina bebiendo agua de un vaso de vidrio, Fabio estaba en el jardín ayudándole a Jeremy con el orden, crucé los dedos para que todo resultara lo mejor posible y caminé hasta ella.

─ Hola.- la saludé, parándome a su lado, ella sonrió en cuanto me vio.

─ Hola pequeña.- me dijo, era solo un poco más baja que ella, pero es que si nos veían de lejos Nat era increíblemente alta.

─ ¿Cómo estás?- guardé mis manos en los bolsillos de mi pantalón, mis nervios eran más que evidentes pero ella no parecía notarlo.

─ Si lo dices por lo de Liam.- comenzó.- Supongo que bien, solo espero que ninguno de ellos este muerto para estas horas.- dramatizó.

─ Estarán bien.- le dije con una sonrisa en el rostro.- Pero no me refería a eso, en general, ¿Estas bien?-

─ Creo que sí - se encogió de hombros.- Le dije a Ryan que quería estar con él.- soltó y yo no pude más que ahogar un chillido de felicidad.

─ ¡Eso es genial!- casi grité.- ¿Entonces son una pareja oficial?-

─ Eso parece.- me dijo con una gran sonrisa.

De pronto me sentí culpable, en cuanto comenzara a hablar de lo que tenía que hablar, ella no iba a seguir tan feliz.

─ Me alegro mucho por ti.- le dije.

─ ¿Qué hay contigo?- me preguntó y mi corazón se aceleró, ¿acaso ella sabía algo?- ¿Cómo sigue lo de tu trabajo?-

Ah, eso.