Capítulo treinta y dos: Alex*

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Melanie

Después de tomar una ducha y ponerme ropa cómoda todo se sentía mucho mejor. Pedí comida al servicio a la habitación y me envolví en las sabanas de la cama.

Necesitaba dejar de sentirme tan afectada por las palabras de Liam. ¿Qué más daba? Yo tampoco estaba interesada en él, y no quería que él estuviera interesado en mí. Es más, todo lo que había dicho era una estupidez, yo nunca quise insinuar que él tenía interés en mí. ¡Claro que no!

Andamos buenas con las mentiras, ¿eh?

Escondí mi cara en la almohada y gruñí.

Lo detestaba. ¿Quién se creía él para hablarme de esa manera? De verdad no quería perder mi tiempo con alguien como él. Tenía que sacármelo de la cabeza.

¿Cómo voy a sacar de mi cabeza tremenda humillación?

¿Por qué me permití llegar a esa situación? Debí haberlo callado, debí haberle gritado algo. Pero solo me quede ahí callada.

El sonido de la puerta abriéndose interrumpió mis pensamientos, observé a Ryan entrar con furia en la habitación, bastaron un par de segundos para que estuviera sentado a mi lado en la cama sosteniendo mi rostro entre sus manos y observándome de un lado a otro, en búsqueda de algún daño.

─ Estoy bien.- murmuré rodando los ojos.

─ No te creo nada.- él me miro serio.

Entonces me lancé a sus brazos y el me abrazó con fuerza. Quería lloriquear. Odiaba enfermarme, odiaba estar vulnerable y odiaba haberle dado a Liam la oportunidad de gritarme de esa manera. Ryan me obligó a contarle todo lo que había pasado.

─ Es un idiota.- él tomo una papa frita de la comida que me había llegado hace unos minutos.

─ Claro que lo es.- dije.- No quiero volver a verlo.-

─ Será difícil teniendo en cuenta nuestro nuevo círculo de amigos.-

─ Bueno entonces no saldré con ustedes y ya.- Ryan rodó los ojos.

─ No seas boba. Por lo que me dijiste tú también fuiste un poco loca con él. Deberían hablar.-

─ No lo creo.-

Jeremy

─ ¡Ah! Siempre yo tan descortés. Ella es Alex.- Nat presentó a la chica a su lado, había algo diferente en ella, estaba extrañamente contenta.- Ellos son Jeremy y Mía. Ya sabes quién es Jeremy y pues Mía es una nueva amiga.- ella le habló a Alex.

─ ¿Ah sí?- pregunté refiriéndome al hecho de que la chica me conocía.

─ Alex y yo nos conocimos hace dos años aquí mismo, es solo que nunca logré presentarla a ustedes.- me explicó.- Le hablé de ti y Liam y Fabio.-

─ Bueno es un gusto.- estreché la mano de la chica, Mía imitó mi acto.

─ Igualmente.- ella sonrió.

Mi móvil comenzó a sonar, me disculpé con las chicas y contesté.

─ Acabo de llegar al hotel, deje a Liam en su habitación. ¿En dónde están?- escuché la voz de Fabio.

─ Afuera de la habitación de Melanie, Ryan y Nat acaban de llegar.-

─ Bien, voy para allá.-

Ryan salió de la habitación de Melanie y nos observó a todos.

─ ¿Vamos a quedarnos parados aquí todo el día?- yo me reí, Mía me dio un ligero golpe en el hombro.- Melanie se quedó dormida.-

─ Así que... ¿Quieren hacer algo?- pregunté rompiendo el hielo. Alex se miraba un poco incómoda, quizás no había sido el mejor día para conocernos.- Vamos, hay que demostrarle a nuestra nueva amiga que no somos así de dramáticos y aburridos siempre.-

La chica sonrió, al menos ya no estaba tan seria. Fabio apareció a los segundos.

─Hola moreno.- lo saludé.- Mira ella es nuestra nueva amiga, su nombre es...-

Fabio miró a la chica y habló antes de que yo pudiera decir algo.

─ ¿Alex, cierto?-

Mire a Mía, ella tampoco entendía que estaba pasando.

─ Tu eres el chico que estaba con la rubia, ¿cierto?- la vi sonreír, ellos se saludaron como los demás lo habíamos hecho.

─ ¿La rubia?- Mía los miro.- ¿Melanie?-

Uy.


Fabio

Les conté a los chicos de la vez que Melanie y yo comimos en ese restaurante, me presenté con Alex diciéndole mi nombre. Ella me sonreía sin parar. Decidimos dejar el pasillo y caminar hacia una de las áreas recreativas del hotel para hablar un poco y que todos pudiéramos conocer a Alex.

Quería ver a Melanie pero Mía me dijo que estaba descansando así que decidí dejar las cosas así. Adentro del hotel había un bar con un buen ambiente, caminamos hacia ahí y nos sentados todos en una mesa circular, los asientos de cuero al igual que la decoración del lugar eran en tonos rojos, las luces me resultaban molestas pero la mesa que habíamos escogido estaba justo al fondo, la música era suave así que podíamos hablar con tranquilidad.

Natasha nos contó que conoció a Alex en una tienda de ropa hace dos años, en la misma ciudad de Ibiza. Dijo que nunca tuvo tiempo antes de presentarla. Me alegré tanto de escuchar esa historia, Alex parecía una chica agradable, trabajaba desde joven igual que nosotros, sus padres vivían en España y ella trabajaba para poder costearse sus estudios que al parecer no eran nada baratos, nos dijo que en dos años se graduaba y que estaba estudiando artes. Nat parecía tan cómoda y relajada con ella, en definitiva esa chica era una buena amistad.

Recordé la forma en la que Melanie se había burlado de mí gracias a Alex y sonreí. El destino era tan oportuno, viéndolo bien, ella era muy bonita. Si Melanie hubiera estado ahí...  podía imaginar sus comentarios al respecto.

Alex se reía con nosotros, y de ella misma, no tenía pena de contarnos cosas de su vida y nos hacía preguntas sobre las nuestras.

Tenía unos bonitos ojos café y la piel morena, el cabello negro le caía sobre los hombros, llevaba las gafas sobre el cabello y se quejaba de no poder leer bien sin ellas pero prefería no ocuparlas en la cara porque eran demasiado grandes.

Conocía de mí, de Liam y de Jeremy lo que Natasha le había contado y nos contó que era fan de nuestros proyectos. Me dijo que aquel día en el restaurante me había reconocido pero que no quiso ser una fanática loca.

Imaginé que quizás por eso me observaba tanto, como Melanie dijo. Entonces en realidad solo era eso, aunque me parecía más divertida la idea de Melanie.

Verano para siempre (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora