Verano para siempre (Terminada)

Capítulo noventa y tres: Sueños que atormentan*

Natasha

Observé enternecida como Ryan se despedía primero de sus padres y luego de Melanie, con la cual estuvo llorando unos minutos y por último su versión femenina. Él y Mía se abrazaron por lo que me pareció una eternidad, Melanie estaba parada a una considerable distancia de ellos. Sabía que era mi momento de hablar con ella, no iba a tener otra oportunidad cercana en el futuro así que caminé decidida hacia la rubia, en cuanto me vio me regaló una sonrisa tímida.

─ Hey.- saludé.

─ Hola.-

Sus ojos azules intimidaban a cualquiera, pero parecía nerviosa de que yo la saludara, yo no me había portado bien con ella antes, siempre había creído que le traería problemas a Liam y aunque así había sido, no era su culpa en absoluto y seguro estaba pasándolo bastante mal con lo que él había hecho.

─ ¿Te encuentras bien?- pregunté, sin saber cómo comenzar una conversación con ella. Yo no era de comenzar conversaciones con nadie en realidad.

─ Eso creo.- se encogió de hombros.- Voy a extrañarlo.- me dijo viendo en dirección de Ryan.

─ Me imagino.- mordí mi labio, no tenía idea de que estaba haciendo.- Escucha, antes de irme hay algo que quiero decirte.- los ojos de la rubia volvieron a mi.- Sé que antes no fui la mejor persona contigo, quizás fui un poco distante por todo el tema de mi hermano. Pero quiero que sepas que no guardo ningún rencor contigo, y de verdad lo que más quisiera es que tú y él estuvieran felices.-

Melanie abrió sus ojos de par en par pero no dijo nada, ¿Quizás había ido demasiado lejos? No lo sé, pero ella se acercó a mí y en un movimiento rápido me dio un abrazo.

─ Gracias.- escuché su voz en mi hombro.- Cuídalo mucho.-

Se apartó de mí dejándome un poco desconcertada, Ryan apareció a los segundos a mi lado, Mía se acercó a mí para despedirse rápidamente y en menos de lo que esperaba me encontraba caminando dentro del avión en búsqueda de mi asiento.

─ ¿Qué fue eso con Mel?- me preguntó Ryan después de abrocharse el cinturón.

─ Necesitaba disculparme.- confesé.- Siempre fui un poco seca con ella, pero si tu vieras a Liam... está loco por ella, no sé qué dice la carta que le dejó, pero la lee a menudo. Aunque pasa todo el tiempo triste ya no es como antes, es responsable en su trabajo, no ha tenido otro escándalo con chicas, Lola ahora es una gran amiga. No lo sé, Melanie quizás fue problemática pero también es su gran amor. Por increíble que suene creo que estarían mejor juntos.-

Miré de reojo a Ryan, él tenía el ceño fruncido.

─ Tú no lo crees.- dije.

─ No sé qué creer. He odiado estos seis meses viéndola triste.-

─ Fue su decisión.- él suspiró.

─ Tienes razón. Me alegro que hayas hablado con ella.-

Me acerque a él y recosté mi cabeza en su hombro.

─ Van a estar juntos, ya lo veras.- cerré los ojos sabiendo que él seguramente estaba haciendo una mueca de desagrado.

Melanie

No había pasado ni una semana desde que Ryan se había ido pero Mia y yo ya lo sentíamos como una eternidad, hablábamos todos los días por video llamada, después de mi extraña conversación con Natasha, ahora hablábamos como si nada. Yo nunca me había sentido mal vista por ella, quizás era porque raras veces me importaba como la gente me veía pero saber que ella no me odiaba por haber dejado a su hermano era un alivio de alguna manera.