Capítulo setenta y nueve: La verdad*

1.3K 67 5
                                    

Mía

Había pasado poco más de dos semanas desde el día en la casa de Jeremy, cada vez nos juntábamos menos ahí porque aunque sus padres eran muy relajados con nosotros, a Melanie, a Ryan, Alex y a mí no nos terminaba de resultar cómodo.

Aunque Jeremy me había obligado a salir uno que otro día con sus padres, y cada vez me sentía menos una extraña para ellos, en realidad quizás si les agradaba, quizás yo solo era un poco paranoica.

Melanie y yo habíamos hablado el día después de la fogata, me contó todo. Todo lo de Liam, todas las cosas que él le había dicho, todo lo que había sucedido con Lola, y como ella se sentía con respecto a él.

Mi mejor amiga estaba enamorada, ¡Melanie Johnson enamorada! Y del mismísimo Liam, del último hombre en la tierra del cual ella hubiera querido enamorarse. Y tenía miedo, miedo hasta las venas de que el chico resultara una basura, miedo de lo que pasaría después de que el verano terminara, miedo a que él dejara todo por ella y al final no valiera la pena. Y yo en lo personal tenía miedo de Marie Johnson. 

Ella no me lo decía, pero yo sabía que a veces tenía ganas de salir corriendo y huir como lo había hecho después de cantar aquella noche.

En resumen, todo iba viento en popa. Ryan y Nat eran felices, de alguna manera Fabio y Alex eran felices, de alguna aún más extraña manera Melanie y Liam eran felices. Y por supuesto, el rubio tenía mi vida sobre una nube.

En ese mismo momento estábamos en los bolos, en un centro comercial en la ciudad. El chico era lo siguiente de malo en los bolos, me reí de verlo fracasar otra vez y me levanté de mi asiento.

─ Mira y aprende.- le dije pasando a su lado y él rodó los ojos.

Tome la bola con los dedos, me preparé, y lancé.

Un éxito completo.

Ryan estaría orgulloso.

─ Solo tienes suerte, Sparks.- me dijo y yo reí.

─ Eres muy mal perdedor bonito.- me acerque a él y le di un pequeño golpecito en la frente.

─ Ew.-

Ambos miramos al chico de ojos oscuros sentado al otro lado de la mesa.

─ ¿Pueden no hacer eso en frente de mí? Gracias.-

─ Que amargado, hermanito.- Nat le dio un golpe suave a Liam en el hombro y el frunció el ceño.

─ Las arrugas, Li. Las arrugas.- le dije riendo.


Melanie

Sorbí la última gota del líquido que contenía mi vaso y miré directamente al chico frente a mí.

─ ¡Hijo de...!- comencé, él se rio.- ¿Cómo es posible?- pregunté y él solo elevó los hombros.

─ Tengo practica en esto rubia, no tenías oportunidad.- rodé los ojos.

─ Mejor vámonos.- le dije levantándome de mi asiento. Llevábamos hablando bobadas en esa cafetería por horas.- La señorita Alexandra debe estar esperándote.- le guiñé un ojo.

─ Odia su nombre completo.- me confesó el moreno.

─ ¿En serio?- pregunté mientras caminábamos por el lugar.- Es lindo.-

─ Pienso lo mismo.-

─ ¿Y cómo va todo entre ustedes?-

─ Mejor de lo que esperaba.- miré a Fabio de reojo, iba sonriendo.- No tienes idea del tiempo que llevaba sin tener algo con una chica.-

Verano para siempre (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora