Capítulo 3

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Candy salió por la puerta principal de la mansión y corrió para alejarse de ahí lo más lejos posible, sus lágrimas la ahogaban y le hacía difícil la respiración, de repente, alguien la agarró del codo y la pecosa se frenó bruscamente.

-¡Candy!.-

Ella con violencia retiró su brazo de quien de momento no alcanzó a reconocer, pero al voltear, la luz iluminó el rostro del joven:

-¡Archie! ...- Candy contuvo el aliento; ella respiraba con dificultad debido a la carrera y la rabia que la invadía. Su cara estaba sonrojada, unas gotas de sudor aparecieron en su frente, su peinado había perdido la forma y su pecho subía y bajaba agitado.

Bajó los ojos; su escote, en efecto, era demasiado profundo e intentó apretar el borde del corpiño con la mano, Archie se quedó en silencio mirandola:

-¿Y dónde está Annie?.-

Pero él no le contestó solo la observaba de una forma que a ella le pareció inapropiada y apartó la vista, por alguna razón temía mirarlo a los ojos.

-Annie ...-dijo Cornwell con tono ausente. - Annie está por ahí en el salón, yo...solo quería hablar contigo.-

-Archie ...- Candy levantó la vista lista para decir algo, pero de repente, con horror, vio en los ojos marrones de su viejo amigo lo mismo que en los ojos de su peor enemigo Neil, Amor y ... ¡deseo! Se quedó petrificada por ese descubrimiento y el joven continuó:

-Escúchame Candy, ahora tengo la oportunidad de admitir lo que antes no me atreví...no pude, debido a que estabas con Terry, ese aristócrata presumido, bueno que más da, a quien le importa, siento que muy pronto no habrá vuelta atrás y es momento de decirte que he estado a punto de cometer un terrible error...Candy quiero confesarte que en mi corazón tu siempre haz...-

-¡Cállate, Archie!.- Candy reaccionó y le grito pues intuía lo que iba a salir de sus labios. - ¡Archie, si pronuncias una sola palabra, nunca más, escúchalo bien, nunca volveré a hablarte!... ¡Cómo puedes...hoy es el día de tu compromiso con mi amiga Annie!.-

-¡Candy, por favor!.- Archie la tomó por los hombros, tratando de calmarla, pero la chica se liberó y salió corriendo.

-¡¿Qué pasa con él?!.- pensó frustrada y abriéndose paso entre la multitud de invitados pues había regresado a la mansión. -¿Por qué Archie arruina todo?.- es un día tan maravilloso para Annie, la ví tan feliz ... y él ... ¿Por qué me quiere hablar de amor?.- Candy sintió tanta pena y vergüenza por su amiga, lo que hace Archie no tiene perdón y también por alguna razón estaba enojada consigo misma, como si ella fuera una traidora.

-¡Pero no hice nada!.- pensó tristemente. -No le di ningún motivo a Archie para que se atreviera a pensar que yo le correspondería.-

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Albert ya se había levantado de su asiento y miraba ansioso hacia el pasillo buscándola, ya había tardado demasiado. Al verlo, Candy corrió hacia él.

-¡Sr. Albert!..- a punto del llanto se acercó y lo abrazó.

-¡Candy! ... ¿Qué te pasó querida? .-

-Sr. Albert, estoy...muy cansada, me quiero ir ahora mismo.- Los ojos verdes miraron implorantes a los azules.

-Por supuesto, vámonos en seguida.- El jefe del clan tomó a la rubia del brazo y abandonaron silenciosamente el salón. Al inhalar el aire fresco, Candy se calmó un poco, pero aun así, los reproches de Neil sonaron nuevamente en sus oídos y luego ese encuentro con Archie...

Vorágine de pasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora