Capítulo 19

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Candy estaba sentada en un banco con un pedazo de papel en sus manos, y estaba tan inmersa en sus sombríos pensamientos que no se dio cuenta que había llegado la hora de la cena.

Se escuchó un insistente claxon y Candy alzó la mirada.

¡Neil!...él no debe enterarse de nada de lo ocurrido en el hospital, como era su costumbre pasó su mano por la cara, como si con eso eliminara su ansiedad y trató de sonreir amablemente.

Él bajó del auto y caminó hacia ella, tan guapo, confiado y elegante como siempre. Candy sonrió más ampliamente.

-¡Hola!.- Neil se sentó a su lado y su proximidad la mareó.

-Hola amor...¿sucede algo malo? - Inmediatamente el chico le preguntó y Candy se extrañó con la pregunta.

-¡Que? no, nada, todo está bien ...-murmuró, tratando de desviar la mirada y sus labios empezaron a temblar. ¿como lo supo?.-

Neil tomó el papel de sus manos y lo leyó.- ¿Te vas de vacaciones?.-

-Sí, quiero ir al hogar de Pony.

-Yo te llevaré.-

-No, no es necesario Yo....-

Neil se rió, acariciando su cabello como si fuera una niña pequeña. - Pues si, sé que es mucho más romántico llegar allí por tus propios medios en un hermoso carruaje, pero por una vez, puedes llegar ahí en un transporte cómodo y confortable.-

Candy le devolvió la sonrisa. - Gracias, pero sé que es difícil para ti, eres un hombre muy ocupado –

-Nunca estoy ocupado para ti y yo quiero hacerlo, ahora dime que ha pasado- La tomó con delicadeza por los hombros y ella quería contarle todo, compartir sus problemas, Pero, ¿qué le pasa? Ella nunca actuó así. Ella nunca fue débil.

-No ha pasado nada. –terminó por decirle.

-¡Deja de mentirme!.-

Su voluntad se quebró bajo su mirada escrutadora.

-¡Estas imaginando cosas!...estoy cansada y quiero ir de vacaciones...¡eso es todo!.

- ¿Cuánto necesitas? – le preguntó.

- ¿Necesitar que? – la pecosa agitó sus pestañas.

-Pues dinero, que más.-

-¿Cómo...lo sabes? - La chica se sorprendió y luego, por su mirada comprensiva, se dio cuenta de que él simplemente había dicho eso al azar y ella misma se había delatado: totalmente.

-Neil, no aceptaré dinero de ti, por nada del mundo...¡Ni se te ocurra!.- Ella protestó con vehemencia. –Puedo y quiero manejarlo yo misma, no quiero que me des dinero.-

La rubia sintió que Neil no la estaba escuchando y casi gritó. -¡Realmente no necesito nada!, yo no voy a hablar contigo acerca de eso, ¡me ofenderé si me ofreces dinero! ¡Esto es humillante!, yo...-

-¿Qué hay de malo si le doy algo de dinero a mi amada novia?.- Habló como si fuera un asunto sin importancia, Candy inhaló profundamente.

-Quiero...ser independiente, hacerme cargo de mis asuntos absolutamente.-

-¿Por qué?.-

Cuando Neil levantó las cejas así tan inocentemente y sonrió, ella primero quería golpearlo pero después tuvo que contener la risa.

Se hizo el silencio.

-No quiero deberte dinero...no es correcto.-

-¿Por qué? - Neil preguntaba.

Vorágine de pasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora