✿ Capítulo Uno

1.1K 139 59
                                    

En momentos como aquellos Tamaki hacía valer su tiempo en los talleres de parkour que había tomado a sus diecisiete años, calculando la fuerza y destreza necesaria para llegar hasta donde ahora estaba.

El silencio en el lugar no ayudaba de mucho siendo que nuevamente estaba siendo perseguido, y no dentro de otro juego precisamente. Las ramas del árbol parecían ocultarlo perfectamente de quien sea que pasara por allí, pero para su desgracia no duraría por mucho tiempo.

─En serio subiste hasta allí?─le preguntó una persona bastante conocida, con su cabello rubio atado en una coleta y con ambos brazos cruzados sobre su pecho.

─Es lo menos que podrías esperar de mí.

─No sé si lo sepas, pero este comportamiento a tus veintiún años no es razonable─le espetó Mirio acercándose hasta el muro, con intenciones de bajarlo de ahí.

─Como tampoco lo es que me pongan a actuar enfrente de tantas personas!─se defendió el azabache señalándole con el dedo índice, sin ninguna intención de abandonar su puesto.

─Siquiera puedes intentarlo? sabes que yo te voy a ayudar!─insistió el rubio con determinación.

─Por eso mismo!─Amajiki percibió un ardor en sus mejillas, detestando el efecto de aquellas palabras en su corazón─. Ya vete de aquí y elijan a otro para el papel!

─Tamaki, vas a bajar o tendré que bajarte yo?─ahora Mirio endureció su tono de voz, dándole a entender que iba en serio.

─No lo harías─le desafió Amajiki con la mirada, siendo él quien se cruzara de brazos esta vez.

─Bien, tú lo pediste─ágilmente el rubio se sostuvo del árbol a un costado del muro, haciendo presión sobre una de las ramas con su pierna derecha, utilizando luego ambas manos para sostenerse del borde del muro y llegar así hasta su objetivo.

En consecuencia, Amajiki se lo esperaba. Sabía que desafiar a alguien como Togata era perder la cabeza o ser muy imbécil, ya que el rubio tenía buen físico y podía moverse o escalar por lugares hasta con el más mínimo espacio.

─He venido a rescatarte, princesa─bromeó Mirio apenas estuvieron frente a frente─. Me harías el honor de cooperar conmigo?

─Tch... ─Tamaki bufó avergonzado, mas como siempre podía pasar desapercibido. Tras unos segundos extendió sus brazos al rubio, rindiéndose─. Lo haré si no vuelves a llamarme así.

─Trato hecho─Mirio le indicó que se subiera a su espalda y se sostuviera firme, sin ser consciente de lo mucho que a Amajiki le frustraba dicha acción.

El azabache rodeó con sus brazos al rubio por el cuello, aferrándose al cuerpo ajeno como si estuviesen en una situación de real peligro. La calidez que desprendía Togata le erizaba la piel a Tamaki, queriendo que ese breve momento fuera eterno.

─De verdad vas a ayudarme?─le preguntó Amajiki, rompiendo todo contacto con él.

─Sí, para eso estoy aquí. Además soy tu mejor amigo, sabes que siempre me tendrás para todo─le recordó Mirio con simpleza, ingenuo al hecho de que decirle aquello le sabría amargo al azabache.

─Claro, a veces lo olvido─le contestó éste último restándole importancia, oteando a su alrededor para buscar alguna otra ruta por la cual escapar.

─Sabes que te atraparía─le advirtió Mirio, colocándole una mano en el hombro tras intuir sus intenciones.

"Sí, incluso ya atrapaste mi corazón" le dijo Amajiki con la mirada, para ambos volver entre algunas risas y silencios habituales al salón de ensayos de la universidad.




Young Blood | MiriTamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora