✿ Capítulo treinta y cuatro

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"Qué pasa si lo arruino?"

"No confío en mí mismo, y fácilmente puedo echarlo todo a perder."

Las dudas y sus pensamientos que sólo conseguían inquietarle, habían comenzado a invadirle luego de haber tenido esa extensa pero directa y sincera conversación con Kirishima. Éste le había dejado en claro lo que quería, el cómo deseaba que fueran las cosas desde ahora en caso de que quisiera intentarlo de verdad, y que ya no se siguiera repitiendo lo mismo de siempre.

Una y otra vez.

En parte Tamaki lo entendía. Que Kirishima no quisiera compartirle con la persona que sólo sabía hacerle daño era más que comprensible, y tenía que estar bastante ciego para no darse cuenta de ello; así que de una vez por todas tendría que decidir, y del mismo modo no tener que dar un tropiezo en el proceso.

Mirio o Kirishima?

En su mente quizá lo tuviera más claro, pero con respecto a su corazón... todo allí era muy distinto. Mirio había sabido poner su mundo de cabeza de todas las maneras posibles, incluso sentía el deseo de entregarse a él cada vez que le besaba; la desventaja? siempre terminaba sintiéndose insatisfecho una vez que se marchaba, porque sabía que el rubio no podía darle todo de sí mismo. Nunca iba a pertenecerle del modo en que quería.

Y Kirishima... en definitiva le había ofrecido algo sincero. En algunas ocasiones había conseguido ponerle agitado, dejándole ciertamente avergonzado con simples acciones, y gracias a las reacciones de su cuerpo podía dar por hecho que sentía una atracción hacia él; física o emocional? Tamaki no se hallaba del todo seguro de cuál sería la respuesta.

Sin embargo estaba ahí, esperándole. Dándole en bandeja de plata sus sentimientos, los cuales serían únicamente para él, y que no habría nadie más que ocupara su campo de visión ni su corazón, siendo incluso capaz de demostrarle que sería el único en su lista de prioridades.

Amajiki no sería ni el segundo ni el tercero en una relación, lo sería literalmente todo para Kirishima, y eso era lo que él temía. Qué podía ofrecerle él a cambio?

"Dejemos que el tiempo se encargue de todo", "tal vez cuando menos me dé cuenta terminaré enamorándome de ti", "estoy seguro de que tarde o temprano tus sentimientos terminarán siendo mutuos."

Kirishima no solo necesitaba un "sí", sino que también necesitaba acciones que respaldaran la validez de su respuesta, ya que personas como él no eran de conformarse con tan poco... o eso creía.

Aquella era su primera noche en Bélgica, y Tamaki se encontraba solo en su cuarto de hotel, observando con cierta desolación el paisaje que esa zona de la ciudad le ofrecía; Kirishima había salido con Kendo y su eneamigo a disfrutar de los atractivos turísticos que les ofrecía el entorno, y el azabache se había negado, tan solo para no querer incomodar más de la cuenta a su "mejor amigo."

Bueno... los mejores amigos no se comportaban así ni se armaban líos de semejante tamaño.

Suspiró. Se llevó la diestra a su cabello, sintiendo unas ligeras ganas de arrancárselo debido a los nervios y a la tensión que le embargaban desde entonces; de pronto únicamente quería que todo terminara. Que todos se olvidaran de quién era él, que los errores cometidos desaparecieran por arte de magia y que su existencia se diluyera sin más.

Pero no. Allí debía continuar, lidiando con problemas que él solo se había buscado, y a los que por obvias razones tenía que darles alguna solución.

Fue así que rebuscó en su bolsillo la cajetilla de cigarros que Kirishima había comprado, diciéndole que no eran del todo malos como pensaba; sacó uno y se lo llevó a los labios, encendiéndolo y absorbiendo lo amargo y tóxico de la nicotina después.

Young Blood | MiriTamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora