✿ Capítulo cincuenta y cuatro

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Bakugou permanecía con la mirada puesta en el escenario, mientras chasqueaba la lengua de vez en cuando. Aún sabiendo que nada le obligaba a estar allí sentado y siendo reprochado por su amigo de la infancia, algo en sus palabras le hacían quedarse inmóvil en donde estaba.

─Entonces, ya estás contento?─le preguntó Midoriya, cruzándose de brazos y negando para sí mismo acerca de algo─. Hiciste lo que te vino en gana y sólo terminó siendo para peor.

─Y qué? quieres que me eche a llorar por eso? incluso si tuve razón en algunas cosas?─le cuestionó Bakugou de vuelta, mirándole con una expresión que no logró asustar al otro.

─Pudiste pensar en Kirishima y no en lo que tú querías─le dio Izuku un ejemplo, observándole de forma desaprobatoria─. Quizás estabas buscando amor en donde ya no había, Kacchan.

Bakugou gruñó en señal de disgusto, sintiendo unas fuertes ganas de golpear al nerd que tenía por amigo, pese a que muy en el fondo le daba la razón. Había sido un idiota ingenuo al creer que todavía podía tener una oportunidad con Eijiro, y que el hecho de haberle sido infiel podría pasar a segundo plano ante los años que habían transcurrido; pero no, Tamaki es la única persona a la cual Kirishima le sigue importando, y al parecer Katsuki no era suficiente para cambiar eso.

A excepción de él...

Al momento en que Midoriya iba a preguntarle algo más, Bakugou se levanta y con un gesto de mano le pide que lo deje solo por ahora. Suspiró, dándose cuenta de que Kacchan podía llegar a ser bastante terco si se lo proponía; él también se reincorporó de su asiento, con intenciones de llamar a Todoroki y preguntarle qué tal iba en su carrera de medicina.

Hacía unos días habían comenzado sus clases, incluso le comentó que hacían algunas prácticas en un hospital cercano a su universidad; sin duda Izuku lo consideraba como algo emocionante, lástima que eso estaba fuera de su alcance.

Por otro lado, varias cosas habían cambiado allí. Una de ellas es que Mirio se había ido, aunque nadie necesitó preguntar la razón, ya que era demasiado obvia; solamente Nejire se quedó, haciendo de cuenta que todo seguía en una relativa normalidad.

El ambiente entre todos allí continuaba siendo ameno, pero cierta costumbre se había perdido al ya no tener la presencia de Mirio y Tamaki rondando por allí.

Fue entonces que cuando Midoriya se disponía a salir, uno de sus compañeros le avisó que alguien quería verle y que se encontraba esperándole en recepción; enseguida descartó que pudiera tratarse de Shoto, y entre curioso y extrañado fue a su encuentro con esa persona.

Su sorpresa no fue menor al cruzar miradas con cierto joven pelirrojo, sin poder darse una idea de lo que podría estar haciendo allí.

─Midoriya─Kirishima pronunció su nombre con un deje de preocupación, cosa que el aludido notó de inmediato.

─Qué ocurre? para qué viniste?─le preguntó Izuku, sonando más distante de lo que hubiese querido; ante todo quería evitar más altercados entre él y el rubio ceniza.

Bueno, había sido inteligente de su parte mandarle a llamar con alguien en vez de aparecerse en la sala de ensayos como si nada.

─Disculpa si molesto, pero estoy buscando... ─sí, esto sería claramente inusual de decir, sin embargo Kirishima no tenía más alternativa─. A Mirio.

Midoriya parpadeó confuso por unos segundos, asimilando la situación. Cuando su cerebro hizo conexión es que habló de nuevo.

─Eso no me lo esperaba, sinceramente─el peliverde sonrió con ironía, aunque al segundo retomó su postura seria─. Lamento decirte que él ya no estudia aquí, se retiró hace unos días de la universidad.

Young Blood | MiriTamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora