✿ Capítulo Diez

601 105 43
                                    

"El problema es que Mirio no me dejaría..." recordaba Tamaki sus propias palabras, temiendo ahora de ellas. Sí, se había mostrado en desacuerdo con dejarlo ir, pero conociéndole de años... lo veía muy capaz de regresar por él otra vez.

De todos modos... ni siquiera una relación amorosa funcionaría entre ellos, verdad? tal vez porque eran opuestos es que discutían, incluso se podría decir que amaban llevarse la contraria en ocasiones.

También estaba el asunto del matrimonio... realmente Mirio desposaría a Nejire? Amajiki no podía verlo formando una familia, una vida entera en compañía de ella; sin embargo, para el rubio... esa perspectiva de hombre de familia podría lucir fácilmente tentadora, adorable.

─Ya no debería pensar en eso... ─masculló hacia la nada, cubriéndose medianamente el rostro y detestando que aquellas lágrimas que ahora caían por sus mejillas vinieran a contrariar lo anterior.

Lo que más le hacía sentir peor, era que tuvo varias oportunidades para ser honesto con su mejor amigo, decirle de frente y claramente sus sentimientos por él sin importar qué; lo único que le detenía era la relación que Togata mantenía con Hadou, y aunque a ella no la veía como nada más que a una "conocida", prefirió ahorrarle la decepción de haber sido traicionada y evitarse una situación sumamente incómoda.

─Es mejor dejar las cosas así─Amajiki se detuvo a medio camino, empezando a dudar sobre si regresar a casa o no─. Así tal y como están...

Mientras transita por una calle poco concurrida y con miles de pensamientos revoloteando por su cabeza, siente una vibración en el bolsillo derecho de su pantalón; sin mucha curiosidad verifica al causante de la llamada que se refleja en la pantalla, y por la sorpresa casi deja caer el celular al suelo.

"Esto es en serio?" se preguntó perplejo, dándole al ícono rojo, negándose a contestar; "me llama aún sabiendo que es inútil?"

Nuevamente el celular comienza a vibrar con insistencia, por lo que Amajiki tuvo que acudir a todo su autocontrol para no terminar apretando el ícono verde y desmentir todo lo que dijo hace apenas una hora atrás.

─Mirio... ya ríndete─había acertado al decir que no le dejaría ir, volviéndolo todo un poco más complicado.

Al cabo de unos minutos las llamadas cesaron, significándole un enorme alivio al azabache. Así podía darle a entender a Togata que todo se había acabado, que hasta ahí llegaba su amistad.

Que ya no se podía intentar más.

Sin embargo, su celular volvió a vibrar de la nada, aunque el remitente era distinto esta vez, sin dudar en contestar.

─Kirishima?

─Tamaki, gracias al cielo que contestaste!─su amigo pelirrojo se oía casi horrorizado al otro lado de la línea─. Necesito de tu ayuda, es urgente!

─Puedes calmarte? me estás asustando─le pidió de vuelta, sin comprender nada─. Qué sucede? en dónde estás?

─Estoy en el centro comercial, tienes que venir deprisa... ─de pronto Eijiro habló más bajito─. Me encuentro en la primera cafetería, una que se ve desde la entrada... por favor, ven... no estoy solo.

Y sin darle tiempo a responder, la llamada finalizó. Con una creciente incertidumbre Amajiki se dirigió hasta dicho lugar, esperando que no se tratara de nada malo.




°•~━━✥❖✥━━~•°





─Nunca imaginé que Amajiki tomara una decisión así... ─le decía Nejire con una voz suave, reconfortable─. Ustedes dos, que siempre habían sido inseparables...

Young Blood | MiriTamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora