✿ Capítulo Catorce

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Izuku se removía algo inquieto en su lugar, mirando hacia ambos lados de la calle, expectante a que el auto en el que Shoto vendría a buscarlo apareciera por una de las esquinas.

La noche anterior no había logrado conciliar el sueño a causa de la incertidumbre que le generaba este encuentro, uno que fácilmente podría catalogar como otro más de los tantos que han tenido; sin embargo, algo en su interior le indica que ésta vez sería distinto, que algo fuera de lo común sucedería en estos dos días que tendrían únicamente para ellos dos.

Y si sólo era su imaginación? quizás estaba pensando de más y sin querer se pasaba rollos con estupideces, sacadas a simple vista de la manga.

De pronto sostuvo su bolso con fuerza al divisar al dueño de todos sus pensamientos virar por una de las esquinas con un auto que sabía no era suyo, al menos no por derecho. El peliverde sonrió al ver que Todoroki salía del auto una vez que se estacionó frente a su casa, sintiendo su corazón acelerarse de tan solo cruzar miradas.

─Tardé demasiado?─le preguntó el chico bicolor, depositándole un suave beso en la frente, ya por costumbre y cariño.

─No, está bien─Midoriya negó con la cabeza, desviando brevemente la vista─. De hecho hace muy poco que terminé de empacar algunas cosas y... dejar todo bien asegurado.

─Entonces, nos vamos?─Shoto le abrió la puerta del copiloto, actuando como si él fuese su chófer personal.

─Vamos─Izuku rio ante ello, adentrándose en el auto y dejando su bolso en el asiento trasero. La puerta a su costado fue cerrada, para luego ver a Todoroki sentarse a su lado, encendiendo una vez más el motor.

Los dos se quedaron en silencio cuando el auto echó a andar, perdiéndose entre las calles para minutos después colarse en la avenida principal. Izuku mantuvo sus ojos fijos en sus manos, empuñándolas tras sentirse nervioso nuevamente.

─Oye, Todoroki... ─habló en voz bajita, sin dedicarle ninguna mirada; tal vez iniciar un tema casual podría impedir una posible tensión entre ambos─. Ahora que recuerdo, tú nunca mencionaste tener un auto, así que...

─Para tu alivio no lo robé─le respondió Shoto con una pequeña sonrisa, manteniendo su mirar en el camino─. Fue fácil sacarle las llaves a mi viejo y utilizar su auto; supongo que no se dará cuenta hasta que despierte.

El peliverde no se privó de reír al escucharle decir aquello, haciéndole gracia lo mucho que al bicolor le gustaba arriesgarse y llevarle la contraria a su padre sólo porque sí.

─Y Fuyumi no se enfadará por esto?─preguntó de todas formas.

─Lo dudo. Por extraño que parezca, no se opone a nada que tenga que ver contigo─le dijo Todoroki sin más, sin percatarse del sonrojo en las mejillas del otro debido a sus palabras.

─Ojalá yo hubiese tenido a una hermana como ella... sin duda es inigualable─Izuku suspiró, sintiendo una especie de complicidad con Fuyumi; parece que el haberse ganado su aprobación traía sus beneficios.

─Pero me tienes a mí, no?─objetó Shoto, observándole con una sonrisita pícara al detenerse en uno de los semáforos─. Podré no ser igual a ella, sin embargo compartimos el mismo encanto.

─Es en serio?─Midoriya se sintió derretir en ese momento, teniendo que reír para pasar desapercibido.

─Sí, y soy sólo para ti─Todoroki pisó el acelerador apenas el semáforo cambió de color a verde─. Y nada podrá cambiar eso.

En diversas ocasiones se lo había dicho, mas ninguna solía ser del mismo modo. Con Todoroki todo se sentía como si fuese la primera vez.

De ahí en más el peliverde prefirió guardar silencio, quedándose ligeramente en blanco por culpa de su andante. Durante todo el camino tuvo la tentación de sujetar la mano de éste mientras conducía, aunque luego de meditarlo acababa desistiendo y enfocando su vista en el paisaje que ante sí se mostraba.

Young Blood | MiriTamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora