✿ Capítulo Doce

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─Deberías sentirte orgulloso de ti mismo por haberlo hecho─le decía Kirishima a Tamaki, mientras le guiaba hacia el estacionamiento del departamento─. Y también celebrar por ello.

─Celebrar?... ─cuestionó Tamaki confundido, creyendo que se trataba de una broma─. Yo no creo que sea motivo para...

Sus palabras quedaron en el aire cuando Kirishima le mostró la moto en una zona del estacionamiento, dándole a entender con la mirada lo que tenía pensado hacer.

─Dime que te has subido a una de estas por lo menos una vez─le dijo el pelirrojo, facilitándole con agilidad uno de los cascos.

─Supongo que... subirse a una bicicleta debe ser lo mismo, no?─se excusó Amajiki, casi dejando caer el casco al suelo.

─Por tu expresión, ya imagino lo asustado que debes estar─Kirishima rio, viendo lo aterrado que lucía su mejor amigo─. Sin embargo vas conmigo, así que aunque cueste, te pido que confíes en mí por hoy.

─Siempre he confiado en ti, en la que no confío es en la moto─le explicó Tamaki, señalándola con pavor─. Acaso ésta es tu forma de celebrar?

─Tienes una idea mejor?

─Mmm... ─Tamaki miraba hacia la moto y luego el casco, sintiendo esa curiosidad de subirse a esa cosa por primera vez─. No iremos demasiado lejos, verdad?

─Podemos pasar a un bar por ahí, y luego irnos a fumar, lo que tú quieras─sugirió Kirishima, para luego añadir─: además, debo cuidar la moto ya que no es mía, un amigo me la prestó.

─Me alivia que ya tengas un poco de experiencia... ─ironizó Amajiki, viéndole acomodarse sobre la moto─. Te confío mi vida, Kirishima. No lo olvides.

Finalmente el azabache tomó asiento por detrás de su mejor amigo, abrazándolo desde la cintura por reflejo. Luego, y sintiendo la inseguridad recorrerle la espina dorsal de una forma algo extraña, la moto echó a andar despacio, para acto seguido agarrar vuelo una vez que se introducieron en la calle principal.

Eijiro iba a una velocidad moderada, respetando el miedo que le transmitía Amajiki a través del agarre. Pasaba entre cada auto calculando el espacio que éstos le dejaban para circular, mas era muy distinto si solamente iba él en la moto.

Ahí no le importaba demasiado controlar la velocidad.

Durante el trayecto, Amajiki se fue soltando lo suficiente del otro para sentir el viento colisionando contra su cara y experimentar la leve adrenalina por ir sobre una moto por primera vez; y claro, junto a la persona en la que más confiaba.

Kirishima se percató de esto, por lo que tras ver el camino un poco despejado y sin semáforos cerca, aumentó medianamente la velocidad, aunque el azabache no pareció reparar en ello.

"Al parecer no era tan malo como creía" pensó Tamaki, extendiendo los brazos a cada lado mientras la moto continuaba andando. Fue así que de pronto quiso volver a la seguridad que tenía aferrado al cuerpo ajeno, por lo que atrapó la cintura del pelirrojo entre sus brazos con cierto estupor; por último dejó descansar su cabeza en la espalda de éste, sintiéndose cómodo de repente.

─Oye, ni pienses en quedarte dormido─le regañó Kirishima ante esa acción, aunque percibió sus músculos tensarse en ese instante─. La noche apenas empieza.

─Qué hay de malo en usarte como almohada? además estás blandito─se justificó Amajiki, cerrando despacio sus ojos─. Tampoco pienso dormir, sólo... quiero dejarme llevar.

─Y si chocamos, cómo sabrás que moriste?─bromeó Eijiro a propósito, logrando alarmarle en toda la extensión de la palabra.

─...Creo que estoy mejor así─rectificó Amajiki, tragando en seco─. Gracias por recordármelo.

Young Blood | MiriTamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora