✿ Capítulo treinta y nueve

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─Dime que no lo hiciste─Tamaki agarró su celular alarmado, y más que nada avergonzado. Había estado demasiado cansado por lo de la noche anterior que no se había percatado de que el pelirrojo le había sacado una foto─. Qué necesidad tenías de...?

─Lo siento, es que te veías demasiado adorable durmiendo y no me pude resistir... ─se disculpó Kirishima, aunque muy en el fondo no se arrepentía de hacerlo; ahora tendría un bonito recuerdo de su primera noche juntos inmortalizado en su celular.

Amajiki le miró con los ojos entrecerrados, fulminándolo y deseando romper su móvil en mil pedazos; sin embargo se contuvo, suspiró y volvió a entregárselo.

─Siendo así... podrías enviarme la foto? es justo que yo también la tenga...

─Por supuesto!─exclamó Eijiro emocionado, enviándole la foto.

Le alegraba saber que su novio tuviera un pedacito de lo que aquello que vivieron fue real, y que verdaderamente pasó. Todavía les era difícil de asimilar, mas las "secuelas" en sus cuerpos les recordaban que sí, que sí fue posible.

Una vez que salieron del cuarto, se encontraron con Kendo esperando afuera, tratando de contener una amplia sonrisa que quería asomarse en su rostro; mientras que Tetsutetsu se mantuvo callado, pero con una evidente expresión de incomodidad.

Kirishima fue el primero en notarlo, teniendo que carraspear para romper ese tenso silencio entre los cuatro; y sí, Tamaki venía detrás, captando enseguida lo tenso del ambiente.

─Hoy... es el penúltimo día de festival, no?─sacó el pelirrojo la voz, intentando actuar normal.

─Por desgracia, sí─le respondió ella, haciendo un leve puchero─. Pero! sin duda este terminó siendo el mejor viaje de nuestras vidas, a que sí?

─En todos los sentidos─para sorpresa de los tres, Tamaki fue quien contestó, sonriendo con complicidad en dirección a Kirishima─. No me arrepiento de haber venido.

La chica ya no pudo contenerse más, soltando un chillido que resonó por todo el pasillo. Enseguida se llevó consigo al pelirrojo, casi arrastrándolo lejos de los otros dos.

─Quizá sea tarde para decir esto─Tetsutetsu habló por fin, mirando de soslayo al azabache─, pero en este hotel, las paredes son demasiado delgadas.

Tamaki se llevó una mano a su cabello, intentando inútilmente cubrirse el rostro; no necesitaba este tipo de comentarios tan temprano, sin embargo no pudo evitar preguntar:

─Qué tanto fue lo que escucharon?

─Según Kendo, lo suficiente como para saber que fueron demasiado lejos─esta vez el de cabello plateado suavizó su semblante, tomándoselo con algo de gracia─. Hablo por ella también con decirte que espero que no te arrepientas, Tamaki.

"Kirishima no necesita que lo decepcionen otra vez."

Y claro que Amajiki lo tenía en mente. No por nada lo eligió a él.



 No por nada lo eligió a él

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Al caer la noche, las zonas en torno al escenario se transformaron en un caótico panorama. La música mezclada parecía avivar más a la gente, y a decir verdad, la adrenalina que te transmitía para únicamente querer bailar sin parar era fascinante.

Luces de distintos colores iluminaban al público desde el escenario, dándole brillo y ese ambiente juvenil a la noche de ese penúltimo día. Las banderas de diversos países se alzaban por doquier en el aire, siendo agitadas con energía, para luego de unos segundos escuchar los fuegos artificiales siendo disparados al aire.

Y en medio de todo eso, Tamaki ya había empezado a beber, degustando distintos tipos de tragos, incluyendo la conocida cerveza alemana. Kirishima no le puso ningún freno, absorto en querer compartir su entusiasmo de la misma manera. Kendo y Tetsutetsu se habían ido por su lado, confiando en que estarían bien solos; de cualquier forma se enterarían si cometían alguna estupidez.

─Cómo es que no había probado esto antes?─Tamaki movió el líquido dentro de su vaso, siendo de un color particular; estaba helado, perfecto para el calor que ya abundaba en aquel lugar.

─No crees que sería genial subir al escenario?─Kirishima le señaló con el dedo índice hacia donde el DJ de ese día se encargaba de la música─. Imaginas cómo deben ser las vistas?

─Y te atreves a subir?─le cuestionó Amajiki en broma, comenzando a caminar hacia la gente con vaso en mano─. Digo, no sería demasiado difícil burlar la seguridad y colarnos allá arriba, cierto?

─Supongamos que estás en el escenario... ─Kirishima le dio un largo sorbo a su vaso, para luego reír─. Qué es lo que harías enfrente de tanta gente?

─No lo sabré hasta descubrirlo!─de pronto perdió a Tamaki de vista, aunque escuchó su voz entre la multitud.

Esperen... en serio lo iba a hacer?

─Tamaki!─Eijiro se obligó a recuperar la compostura por un momento, golpeándose ambas mejillas en el acto; al segundo, corrió en busca del azabache, ahora asustado de que en verdad fuera a hacer tremenda estupidez─. Tamaki, vuelve aquí!

Tuvo que abrirse paso entre medio de la gente debido a que iba con prisa y exaltado, sus ojos mirando a todos lados con la esperanza de reconocerlo y llevárselo de regreso a donde estaban; por unos minutos comenzó a creer que realmente ya lo había perdido, mas curiosamente lo encontró apoyado sobre la valla que daba acceso al largo camino directo al escenario; y como detalle, ya se hallaba vomitando.

─Viejo, no vuelvas a darme esos sustos!─Kirishima le propinó un ligero golpe en la cabeza, esperando a que terminara de echarlo todo fuera.

─Ya me encontraba muy cerca... ─balbuceó Tamaki luego de acabar, percibiendo que su estómago ya no se sentía tan revuelto─. No sé qué pasó, de la nada yo...

─No eres bueno con el alcohol, eso es todo─Eijiro le indicó que se apoyara sobre su cuerpo, de modo que así le pudiera ayudar a caminar─. Tenemos que encontrar un baño para que te limpies.

─Todavía... no he terminado... ─protestó Tamaki, resignándose a ser guiado por su pareja, hasta que luego de unos minutos llegaron a unos baños dispuestos para el público.

─Tómate tu tiempo, estaré esperándote aquí fuera─le avisó Kirishima, para luego verle desaparecer detrás de la puerta.

Amajiki abrió la llave del lavamanos, mojándose el rostro y enjuagándose la boca luego, terminando por mirarse al espejo; sin duda se veía algo pálido, pero no en el sentido de querer desmayarse en cualquier momento.

De pronto una idea cruzó por su cabeza, y una sonrisa maliciosa se coló en su rostro; de la nada comenzó a reír, haciéndole gracia lo que podría ocasionar una vez que hiciera lo que tenía pensado. Bajó la tapa del inodoro y se sentó, sacó su celular de uno de sus bolsillos y, con algo de torpeza, buscó directamente la foto que el pelirrojo le había enviado.

Ambos salían en ella, únicamente cubiertos con una sábana. Kirishima aparecía abrazándole desde la cintura a la par en que mostraba una pequeña sonrisa, mientras que Tamaki le rodeaba con un brazo, dormido y recostado sobre su pecho.

─Seguro... se convertirá en tendencia... ─volvió a soltar unas cuantas carcajadas, exento de las consecuencias, ya que la diversión se sobreponía por mucho a éstas.

Tamaki ingresó a su instagram, posteando la foto con #nuevarelación y poniéndole algún que otro corazoncito meloso para hacer del asunto algo más tierno y serio; se sintió victorioso por ese momento, y bloqueando nuevamente su móvil abandonó el baño, regresando con Kirishima.

─Y bien? cómo te sientes ahora?─le preguntó éste último, sin tener idea de nada.

─Mejor que nunca, supongo... ─Tamaki se encogió de hombros, sin importarle nada más que pasarla bien en compañía de su novio por ese día.

Lo demás podía irse a la mismísima mierda.

Young Blood | MiriTamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora