Una vez más Tamaki se encontraba de pie frente al elevador que lo llevaría hasta el piso seis del edificio en el que vivía su mejor amigo pelirrojo, y sin dudarlo se adentró en el ascensor cuando las puertas le fueron abiertas.
No le había anticipado de su visita, ya que Kirishima era lo suficientemente inteligente como para deducir la razón de por qué le iba a ver otra vez.
Hacía años que no desperdiciaban el tiempo juntos, fumando y bebiendo para luego acabar riendo por los desamores o las situaciones más absurdas que recordaran de su época escolar.
Kirishima Eijiro simplemente era una persona divertida, y sabía cómo divertirlo a él también.
Piso 6. Puerta 20.
Con dos toques en la madera sintética supo que no había marcha atrás, que estaba viviendo en el mundo que le pertenecía y que ya no quedaba nada atrás que lo detuviera; una sonrisa llena de satisfacción asomó a sus labios, sintiéndose emocionado de paso.
─Tamaki! no esperaba verte tan pronto!─exclamó Kirishima como bienvenida, dejándole pasar de inmediato─. Me alegra que hayas venido, la pasamos bien esa última vez.
─Sin duda─corroboró el aludido, quitándose el abrigo negro y dejándolo sobre el apoyabrazos del sofá─. Echo de menos sentirme bien, así que en parte por eso vine.
─En parte?─Kirishima le observó de forma burlona─. Sabes? tampoco es tan malo pensar que sólo te sirvo para brindarte un poco de hierba, si eso significa pasar tiempo contigo.
─No me malinterpretes─le dijo Amajiki, alarmándose de repente─. De alguna forma te veo como mi mejor amigo, y del mismo modo te quiero; y por supuesto que no eres alguien a quien me gusta utilizar, de hecho nunca lo hice ni lo haría tampoco.
─Ya, ya, de acuerdo... solo bromeaba─le dijo Eijiro, restándole importancia. Le hacía gracia ver al azabache nervioso por unas simples palabras─. Espérame aquí, ahora vuelvo.
Amajiki obedeció en silencio, situándose en la parte del sillón que tenía forma de cama. Ahora que analizaba de reojo a su alrededor, podía asumir que el pelirrojo vivía cómodamente allí, sin nadie que le molestara y lejos del centro de la ciudad; al contrario de él, quien por razones estúpidas había decidido instalarse en un apartamento cercano a la universidad a la que asistía.
Siempre queriendo llegar primero para verle.
─La universidad, eh?... ─divagó Tamaki por unos minutos, hasta que percibió la presencia de Eijiro acercándose.
─Entonces, ya lo hiciste?─le preguntó éste último, extendiéndole una lata de cerveza considerablemente fría.
─El qué?─cuestionó Amajiki, recibiéndola gustoso.
─Decirle a la persona que amas que se case con esa chica?─le hizo memoria Kirishima.
─Ah, claro, no fue tan difícil─afirmó el azabache, abriendo la lata y dándole un sorbo pequeño─. Y por cierto, ya no lo amo.
─Ajá, sí─Kirishima se sentó enfrente, repitiendo la misma acción pero dándole un largo sorbo a la cerveza─. Repítelo hasta que te lo creas.
─Bueno, va a ser una realidad en un futuro no muy lejano─razonó Tamaki, suspirando segundos después─. Ya no podré amarlo cuando él se encuentre en el altar con la mujer que ama, nunca me ha gustado ser un masoquista que se pueda torturar así.
─Y crees que lo vas a lograr?─le preguntó Kirishima, tratando de verle alguna salida a la situación en la que su mejor amigo se hallaba─. Llevas bastante tiempo enamorado de ese tipo, no es como que fueras a olvidarlo de un día para otro.
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Young Blood | MiriTama
FanfictionAU.| Una juventud desbordante con sentimientos aferrados al corazón, perdiendo la oportunidad de darse a escuchar. Todo dando vueltas a su alrededor en ocasiones, para aclararse cuando da marcha atrás. Dos mundos a cada costado, uno de ellos condená...